Los toros dan y quitan

MIGUEL GUTIÉRREZ MAYCOTTE << EL CICLÓN DEL NORTE >> (1909 - 1935)

Novillero mexicano, nacido en 1909, que fue cogido y muerto el 17 de marzo de 1935 en la desaparecida Plaza de Vista Hermosa, Tlalpan, México DF. Una ventisca le pegó el capote al cuerpo y fue arrollado por el novillo, que le empitonó justo en el corazón. La negra leyenda de este coso taurino que se erigió en la calzada de San Antonio Abad, y que operó de 1933 a 1937  se cincela con sangre de los toreros que cayeron ahí, y que provocaron pesadumbre en la fiesta brava. Pero ninguna se recuerda con tanto dolor como la cornada y muerte del joven jalisciense Miguel Gutiérrez. Fue verdaderamente excitante, abrupta por el instante y la manera en que se produjo el suceso. Miguel Gutiérrez, que nació en Guadalajara en 1909, se presentó en El Toreo en 1929, con 20 calendarios cumplidos. Era torpón y no poseía una técnica depurada que le ayudara a defenderse de los astados, sobre todo en esos descomunales encierros que se lidiaba en Vista Alegre. En la infausta tarde del 17 de marzo de 1935, Miguel Gutiérrez actuó junto con Antonio Rangel y Manuel Molina, con seis torazos de Zacatepec. En segundo turno apareció en el ruedo del fatídico coso, "Bandolero". Con todo su poder embistió de salida y el valeroso Miguel le salió a recibirlo de rodillas y torear por faroles. El tapatío no era un ducho en la materia pero reunía valor hasta cierto grado inconsciente. Lo aguantó de hinojos, el de Zacatepec lo prendió de lleno, lo levantó muy alto y cuando caía, para su mala fortuna, el bovino tiró un derrote, seco, definitivo y certero, le dio en el pecho y ¡le partió en dos el corazón! Antonio Rangel había cumplido ante el problemático primero. El dizque novillo "Bandolero", en la suerte de varas, dio tres estrepitosos tumbos a un picador de renombre, Francisco Olvera “Berrinches”. El burel tlaxcalteca tenía edad, peso, fortaleza, y bravura. No era fácil, la bravura siempre será un obstáculo, más cuando no se tiene mucho rodaje, ni mucho oficio y se carece de una técnica definida. Eso se llama falto de sitio. La ciencia médica, a cargo del doctor José Morales Ortiz, pese a su oportuna intervención, fue impotente ante ese cuadro que se le presentó. El no menos certero golpe de la guadaña de la parca fue letal. El valeroso Miguel murió instantáneamente. La noticia de su fallecimiento empezó a correr cuando Manuel Molina lidiaba al tercer novillo de la fatídica tarde. El mismo Rangel dio muerte a "Bandolero", pasando muchos "tragos amargos" para despacharlo. Tras la lidia del tercero, el público hizo que se suspendiera el festejo por esa terrible tragedia que había presenciado en esa plaza de maleficio permanente, de mala suerte y mal fario. Al domingo siguiente, se dio otro festejo a beneficio de los deudos del infortunado Miguel Gutiérrez, su esposa y una hijita de año y medio de edad. Actuaron José Victoria, Manuel Molina, Arturo Álvarez “El Vizcaíno” y Gabino Aguilar, padre, con  6 toros de Piedras Negras y 2 de Zacatepec, de los que se habían quedado del festejo anterior. Uno de estos ejemplares fue el que envió al callejón con todo y cabalgadura, al picador Luis Martínez.

 

Por su parte el historiador d. Juan José Zaldívar Ortega refiere así el infortunio de este lidiador: << Miguel Gutiérrez, valiente novillero mexicano que tuvo una trágica tarde el 17 de marzo de 1935 -cuando contaba 26 años de edad- , en la que se presentó en el antiguo coso de El Toreo de la Condesa (ciudad de México, D. F.), entonces a la cabeza del escalafón. Se enfrentó a “Marchoso”, cárdeno, bragado y con muchas arrobas, de la ganadería mexicana de Zacatepec. El toro empitonó al joven figura y lo zarandeó horriblemente, siendo una de las cogidas más espectaculares y angustiosa vistas en México. Miguel Gutiérrez fue lanzado al aire, recibiéndolo el asesino astado con el pitón derecho, para asestarle tremenda cornada que le destrozó el pecho, partiéndole el corazón muriendo en el acto. Los espectadores, horrorizados, pidieron se suspendiera la corrida, como así se hizo. El público, puesto en pie, guardó cinco minutos de silencio en memoria del pundonoroso diestro, abandonando después, visiblemente consternado, la plaza de la tragedia. "

Don Juan José de Bonifaz Ybarra, el ilustre cronista taurino refiere de esta víctima de la fiesta, que << otro novillero mexicano, Miguel Gutiérrez, sería herido en la plaza de Vista Alegre, del Distrito Federal (México), el 17 de marzo de 1935. Al quedar al descubierto, por causa del viento reinante, toreando con el capote a una res de la vacada de Zacatepec, fue corneado mortalmente en el pulmón derecho. El óbito no tardó en producirse. "


Miguel Gutiérrez
Cortesía de don Rafael Gómez Lozano
http://torerosmexicanos.blogspot.mx/

ANTONIO HERNÁNDEZ ESCUDERO (1903 - 1935)

Solo para efectos ilustrativos
“Chicuelina”
Obra del pintor español Miguel Ángel Morales Hernández

Rehiletero que fue cogido por un novillo el 17 de marzo de 1935 y que falleció el 18 de marzo a resultas de las heridas.

Refiere d. Juan José Zaldívar Ortega en su obra “Víctimas del Toreo”, que "Antonio Hernández Escudero, fue banderillero en novilladas, nacido en Almería el 3 de diciembre de 1903, y que falleció el 18 de marzo de 1935, cuando contaba 32 años de edad. El día 17, toreaba en la Plaza de Toros de Lorca (Murcia) a las órdenes del novillero, también almeriense, José Canet. Al ir a clavar un par de banderillas, resbaló y cayó a la arena quedando indefenso y a merced al novillo, que hizo por él, y las heridas que le infirió fueron tan graves que falleció al día siguiente. Estaba casado y su cadáver fue trasladado a Almería. De familia de industriales acomodados, se dedicó a los toros por pura afición, pero sin abandonar el comercio de turrones, que era su medio de sostenimiento. Apenas toreó fuera de la región levantina.

El erudito taurino, don Juan José de Bonifaz Ybarra, comenta, respecto de la muerte de este infortunado banderillero, que "al resbalar cuando intentaba prender un par de rehiletes, en Lorca (Murcia), Antonio Hernández Escudero, el 17  de marzo de 1935, fue herido de tal consideración por un novillo de la vacada de López Plata, que le llevaría el término de su existencia a primera hora de la mañana del siguiente día, en el hospital donde fue enviado. "

Cuenta el cronista coetáneo "Don Víctor", que sostiene en la Red el visitado Blog taurino "A los Toros", en sus leídas efemérides, que un 18 de marzo de 1935 a las siete de la mañana falleció en el hospital a donde había sido llevado tras la cogida sufrida la tarde anterior en la plaza de toros de Lorca (Murcia), el subalterno Antonio Hernández Escudero. En la novillada se corrieron reses de López Plata para los espadas José Canet y Damián Ramón. El segundo de la corrida sembró el pánico entre los toreros debido a su descomunal tamaño y se negaron a lidiarlo, alegaron que el manso tenía cinco años y hubo que retirarlo a los corrales. El que salió en su lugar cogió a Hernández Escudero, que iba a las órdenes del almeriense Canet, al resbalar cuando iba a clavar un par de banderillas, el novillo hizo por él y le infirió una cornada en la región hipogástrica, con gran desgarro de tejidos, y causándole otra en el muslo derecho, ambas lesiones de pronóstico gravísimo. La cogida produjo tal impresión que el festejo fue suspendido tras la muerte del tercer novillo. Estaba casado y había nacido en Almería el 3 de diciembre de 1901. Su cadáver fue trasladado a dicha capital acompañado por su viuda y otros parientes, el féretro fue llevado a hombros por varios amigos hasta el domicilio situado en el barrio Alto, en espera de ser enterrado. José Canet fue cogido sin consecuencias por su primero y le concedieron una oreja tras despacharlo de media lagartijera. Al marrajo tercero lo pasaportó de tres estocadas.

SALVADOR RUIZ HERNÁNDEZ "CANÍN " (XXXX - 1935)

Solo para efectos ilustrativos

Antigua Plaza de Toros de Orihuela (Alicante), España

Cortesía del Sitio Web: http://portaltaurino.com

Un novillo del hierro de López Flores infirió fatal cornada, el 1 de mayo de 1935, al corralero de la plaza de toros de Orihuela (Alicante), durante las faenas del apartado matinal. Tal empleado se llamaba Salvador Ruiz Hernández y era conocido familiarmente por (Canín). Fuente: Crónica de don Juan José de Bonifaz Ybarra, de su libro “Víctimas de la Fiesta”, Capítulo 7, Pagina 195.

JOSÉ LÓPEZ ORTEGA "JOSELE " (1903 - 1935)

Solo para efectos ilustrativos

“Banderillas”

Obra del pintor español Miguel Ángel Morales Hernández

Rehiletero cogido por un novillo el 5 de mayo de 1935 y que fue muerto al día siguiente a resultas de la cogida. Al respecto de su suerte el maestro Juan José Zaldívar Ortega refiere que este personaje fue un <<banderillero, nacido el 26 de noviembre de 1903 en Valladolid;  murió en 1935, a los 32 años de edad, en la enfermería de la Plaza de Toros de Valencia. La tarde del día 5 de mayo de 1935, el segundo novillo le alcanzó, ocasionándole tan grave cornada, que a las dos horas de la cogida, se procedió a amputarle la pierna y a las dos y cuarto de la madrugada falleció, sin haber abandonado la enfermería de la plaza. Oscuramente pasó su vida, que sólo sale a primer plano de actualidad por la cogida que le ocasionó la muerte. Ese fatídico día toreó en la plaza de Valencia una novillada de Concha y Sierra. Catorce días antes había sido cogido en la plaza de Cabanés (Castellón), y hasta dos días antes de salir en Valencia había llevado el brazo en cabestrillo. No le correspondía, pues, doblar, pues había salido tan sólo a cubrir el expediente.

 

Refiere el ilustre cronista Juan José de Bonifaz Ybarra que << le llamaban “Jabón” a aquel novillo de la divisa de Concepción de la Concha y Sierra lidiado en segundo lugar, el 5 de mayo de 1935, en el coso valenciano de la calle Játiva. Al pretender doblar a la res, el vallisoletano José López Ortega (Josele) fue cogido y herido en el triángulo de Scarpa, con arrancamiento del paquete vascular nervioso del muslo derecho. Se le amputa el miembro destrozado en la enfermería, lo que no impide que el óbito se produzca aquella madrugada en la misma dependencia de la plaza. "

JUAN MATOS GAY "PANOJITA " (XXXX - 1935)

Solo para efectos ilustrativos

Iglesia de Aguasal, Valladolid 

Novillero de Medina del Campo que falleció por asta de toro en Aguasal (Valladolid) un mes de Mayo (Revista La Montera/ editorial de don Rafael González Zubieta/ “Mayo un buen mes para morir en los ruedos”)

 

Por su parte el cronista Juan José Zaldívar Ortega refiere en su obra “Víctimas del Toreo”,  que <<Juan Matos (Panojita), matador de novillos, del que sólo hemos logrado saber la fecha de su muerte, en la Plaza de Toros de Aguasal (Valladolid), la tarde del 19 de mayo de 1935, a consecuencia de una cogida, sin que podamos citar la región anatómica que sufrió el percance.

 

Don Juan José de Bonifaz Ybarra, el ilustre historiador, reseña de ésta víctima de la fiesta, que << en el pequeño municipio de Aguasal (Valladolid) encontró su final el modesto diestro Juan Matos Gay (Panojita), nacido en Medina del Campo, en la misma provincia. La cogida se produjo el 19 de mayo de 1935 y la consideración de las heridas que recibió motivaron su inmediata muerte. "

FRANCISCO GIL CHACÓN (1909 - 1935)

Cortesía de
http://www.toreria.es/2008/11/15/museo-taurino-pepe-cabrera-ii-heroes/

Aspirante a novillero que en el transcurso de una novillada sufrió un imprevisto accidente, al tropezar y caer sobre su propia espada causándose la muerte la tarde del  24 de junio de 1935.

Sobre su vida,  el maestro Juan José Zaldívar Ortega refiere que <<Gil Chacón, fue un matador de novillos, nacido en Estepona (Málaga) el año 1909. Se presentó como torero en Málaga en la temporada de 1934, en un festejo sin picadores, y fue tal su buen éxito que ajustó 24 novilladas aquel año. En 1935 toreó en Málaga el domingo de  resurrección, y después en Valencia sustituyendo a “Rafaelillo”, que estaba entonces herido. El 25 de junio de 1935 fue a torear a Estepona en una plaza provisional de madera. Fue, además de matador, empresario en unión de otros amigos, en varias corridas; pero aquella tarde hizo mucho viento –el molesto y hasta angustioso "levante"-, y procurando Chacón mantener tensa la muleta ayudándose con el estoque, pero en un acoso del novillo, que era de la ganadería de don Antonio Flores (antes González Nandín), tuvo la mala fortuna de que se le clavara el estoque en la pantorrilla derecha. La hemorragia fue tan intensa que falleció a consecuencia de un colapso. Fue valiente y tenía una gran afición. Probablemente aquella fatídica tarde se malogró un torero de porvenir. "

Don Juan José de Bonifaz Ybarra, el afamado escritor, refiere de esta víctima de la fiesta, que << actuaba no solo como espada, sino también como coempresario de un festejo celebrado en una plaza provisional montada en su natal Estépona (Málaga) el 24 de junio de 1935. Al muletear a su segundo enemigo, de la divisa de los herederos de González Nandín, se produce un profundo corte con el estoque en la pantorrilla derecha. No puede superarse la gran pérdida de sangre registrada y muere en el Hospital Provincial de Málaga al siguiente día por anemia aguda. "

VICENTE RUÍZ (1913 - 1935)

Solo para efectos ilustrativos

“Boceto de una tarde” (2008)

Obra del pintor colombiano Gerardo Borda 

Vicente Ruiz, matador de novillos, natural de la provincia de Soria donde nació en 1913, falleció en 1935, cuando contaba 22 años de edad. El 28 de agosto de 1935 mataba en la Plaza de Toros de Soria una novillada de Orive. El desgraciado novillero fue cogido y volteado, y a consecuencia de un tremendo paletazo -con la pala del pintón- , en el pecho,  falleció en la madrugada del siguiente día. Hacía muy poco que se dedicaba al toreo. (Fuente: Crónica de don Juan José Zaldívar Ortega)

 

Don Juan José de Bonifaz Ybarra, el erudito taurino, refiere que << en una modesta novillada matutina celebrada en la plaza de Soria el 28 de junio de 1935, el espada natural de dicha provincia Vicente Ruiz fue cogido y revolcado por un astado de la vacada de Orive. No se le aprecia herida externa alguna, pero si un fuerte varetazo en la región pectoral que le produciría el fallecimiento en la madrugada del siguiente día. "

GONZALO BUSTINDUY GUTIÉRREZ DE LA SOLANA (1906 - 1935)

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A las cinco de la tarde

Obra del excelso pintor español Luis Pineda

Corredor de encierros originario de San Luis Potosí (México), nacionalizado español y  radicado en San Sebastián,  de 29 años que fue empitonado  en el centro del ruedo el 10 de julio de 1935 en los festejos de San Fermín en Pamplona España, por un toro de la dehesa de Carmen de Federico (Murube), al que había citado con una chaqueta (a pesar de que varios guardias lo habían metido en el callejón), y el cual le infringió una terrible cogida en la axila. Hospitalizado en la Clínica San Miguel, fue trasladado a San Sebastián, donde murió 3 días más tarde. (Fuente: Crónica de don Juan José Zaldívar Ortega)

El erudito taurino, don Juan José Bonifaz Ybarra, refiere de esta víctima de la fiesta, que << otro mozo hallaría su fin en un encierro sanferminero pamplonés, Gonzalo Bustinduy Gutiérrez de la Solana, quien en la mañana del 10 de julio de 1935 sería herido por un toro de la divisa de Carmen de Federico, que provocó su muerte el posterior 13 de julio de 1935. "

 

FRANCISCO MORENO HUERTAS "DIENTES " (1894 - 1935)

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Obra del famoso pintor y caricaturista mexicano  “Pancho Flores”  (1919-1984)

Banderillero nacido en Chinchón (Madrid) el año 1894, falleció en 1935, cuando contaba 41 años de edad. El  5 de agosto de 1935, toreando en la Plaza de Toros de La Coruña, al clavar un par de rehiletes al cuarto toro, llamado “Rosito”, de don Ernesto Blanco –en otro lugar se dice que era de Escudero-, se resbaló ante la cara del toro y éste, antes de que cayera el bicho le enganchó por el vientre, causándole una herida tan grave que falleció a las pocas horas. Fue un buen rehiletero y un eficaz peón de brega. Vivía en Vallecas a su fallecimiento, dejando esposa e hijos. Don José María de Cossío nos dice no tener noticias de su vida taurina hasta que vio su nombre en un cartel en el que figuraba en la cuadrilla de Juan Martín Cases (Chiquito de la Audiencia), primero en sus campañas novilleriles, hacia 1930, y después cuando toma la alternativa. Al hacerlo su hermano Curro Caro, en 1934, pasó a su cuadrilla. (Crónica de d. Juan José Zaldívar Ortega).

 

Don Juan José de Bonifaz Ybarra, el ilustre historiador taurino, refiere de este personaje de la fiesta, que << había figurado el madrileño, de Chinchón, Francisco Moreno Huertas (Dientes) en la cuadrilla de Juan Martín Caro (Chiquito de la Audiencia) y pasó más tarde a la del hermano de éste, Francisco (Curro Caro) a cuyas órdenes toreó en La Coruña el 5 de agosto de 1935. Aquella tarde fue herido mortalmente en el vientre por un toro de Ernesto Blanco, al intentar colocar un par de palitroques. " 

Refiere "don Víctor", el cronista contemporáneo que mantiene en la Red el Blog taurino "A los Toros", que el 5 de agosto de 1935, el banderillero Francisco Moreno Huertas (Dientes) fue corneado mortalmente en la segunda corrida de feria de la Coruña al intentar clavar un par de banderillas al toro "Rosito", quinto de la tarde, se resbaló ante la cara del toro y antes de que cayera fue empitonado por el vientre. En la enfermería nada pudieron hacer por salvarle la vida dada la extrema gravedad de las heridas, a los pocos momentos de que el coadjutor de Santa Lucía le administró la Extremaunción el infortunado torero dejó de existir. Se lidiaron ocho toros de Parladé por los diestros Cagancho, Barrera, Ortega y Curro Caro.

LA MUERTE DE "EL HONRAO" EN PUQUIO, PERÚ (XXXX - 1935)

Foto del afamado novelista peruano, don José María Arguedas quien refiere haber presenciado en 1935, en Puquio, la muerte de un capeador peruano apodado "el Honrao"

Yawar Fiesta es la primera novela del escritor peruano José María Arguedas publicada en 1941. Pertenece a la corriente del indigenismo. Ambientada en el pueblo de Puquio (sierra sur del Perú), relata la realización de una corrida de toros al estilo andino (turupukllay) en el marco de una celebración denominada yawar punchay (fiesta de sangre). Según los críticos, es la más lograda de las novelas de Arguedas, desde el punto de vista formal. Se aprecia el esfuerzo del autor por ofrecer una versión lo más auténtica posible de la vida andina sin recurrir a los convencionalismos y al paternalismo de la anterior literatura indigenista de denuncia. El tema de una corrida de toros al estilo andino (o "indio") como centro de un conflicto que enfrenta a razas y grupos sociales en un poblado de la sierra peruana nació en la mente de Arguedas cuando, según su confesión, asistió a una corrida en Puquio, en julio de 1935. En esa ocasión uno de los capeadores indios, apodado "el Honrao", fue destrozado por el toro. En 1937 Arguedas publicó dos relatos que son antecedentes de la novela: uno titulado "El despojo", que apareció en la revista limeña Palabra, nº 4, mes de abril (que luego se constituyó en el segundo capítulo de la novela); y el otro titulado "Yawar (Fiesta)", publicado en la Revista Americana, año XIV, Nº 156, en Buenos Aires (que es una versión primigenia de la novela). Su deseo de rehacer este relato se vio interrumpido por su estancia en la cárcel de El Sexto, entre 1937-38, por lo que solo pudo llevarlo a la práctica en el segundo semestre de 1940, luego de asistir al Congreso Indigenista de Patzcuaro, en México. Se hallaba entonces en Sicuani, donde ejercía la docencia en un colegio nacional. Aprovechando unas vacaciones de medio año, Arguedas escribió de corrido la novela. Un incentivo fue un concurso continental de novela hispanoamericana convocada por una editorial de los Estados Unidos: jurados reunidos en cada país hispanoamericano debían elegir una novela representativa que sería enviada a un jurado internacional auspiciado por dicha editorial. En el Perú el jurado nacional estuvo conformado por Augusto Tamayo Vargas, Estuardo Núñez, Luis E. Valcárcel, entre otros. A medida que avanzaba los capítulos de su novela Arguedas los iba enviando a Lima, a su amigo el poeta Manuel Moreno Jimeno. La correspondencia entre ambos documenta al detalle la labor de Arguedas. Pero para éste debió ser una decepción que no se eligiera su novela como representante del Perú en el concurso internacional, siendo desplazado por la obra de un desconocido, José Ferrando, titulada Panorama hacia el alba. Cabe agregar que la ganadora del concurso internacional fue nada menos que la gran novela indigenista de Ciro Alegría, El mundo es ancho y ajeno, enviada en representación de Chile, donde dicho escritor se hallaba desterrado. La novela relata una de las costumbres más tradicionales de las comunidades indígenas del Perú: la "corrida india", que se celebra todos los años el 28 de julio, aniversario de la fundación de la República del Perú. La corrida india es un evento espectacular donde un toro debe enfrentarse, en un pampón, a unos cien o doscientos indios a manera de toreros o capeadores espontáneos, y del cual son parte otros elementos como la música de los wakawak`ras, (trompetas de cuerno de toro), cánticos populares (huaynos), el consumo de aguardiente, el uso de dinamita para matar al toro, e incluso la muerte de muchos indios, despanzurrados por el cornúpeta. Esta tradición se ve amenazada por una orden proveniente de la capital, que la prohíbe pues la considera una práctica "bárbara". Ante la negativa de los indios para acatar la orden, las autoridades buscarán la manera de permitir las corridas pero "decentemente": contratan un torero profesional que lidiará a la manera "española". Con ello quitan la esencia misma de la fiesta, pero esta finalmente se realiza, imponiendo los indios su tradición ante los ojos de los principales del pueblo. Cabe señalar que en este relato de Arguedas no se menciona al cóndor atado al lomo del toro, que actualmente es la variante más conocida del yawar fiesta. El tema principal es la realización de la corrida de toros al estilo andino. Temas secundarios son: la invasión de los blancos o mistis a Puquio, los abusos y violencias de los gamonales sobre los indios, la construcción de la carretera de Puquio a Nazca, la migración de miles de serranos a Lima.
Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Yawar_Fiesta_%28novela%29

JUAN DE LA CRUZ RAFAEL MUÑOZ MARTÍN (1882 - 1935)

Cartel del festejo de ese trágico Carnaval de 1935
De la hemeroteca de Juan Tomás Muñoz Garzón

Me cuenta el investigador del Centro de Estudios Mirobrigenses, don Juan Tomás Muñoz Garzón, que en el Carnaval de 1935 de Ciudad Rodrigo, tras el segundo espante del ganado que participó en el encierro del Domingo de Carnaval -3 de marzo- uno de los astados se desmandó -eran del tratante y ganadero José Martín González, Che- en el entorno del paraje conocido como Torroba, ya en el casco urbano, y se enfiló hacia un pescador -iba con su caña al río-, quien, en principio, era ajeno al festejo.

El toro se enceló con él y le causó graves heridas, siendo trasladado al Hospital de la Pasión para recibir asistencia sanitaria. No sirvió de mucho, dado que tres días después, el 6 de marzo de 1935, Miércoles de Ceniza, falleció a consecuencia de las cornadas recibidas, complicadas, según se apunta en la partida de defunción, con una gangrena. Se trata de Juan de la Cruz Rafael Muñoz Martín, nacido en Ciudad Rodrigo el 24 de noviembre de 1882 y fallecido, como queda expuesto, el 6 de marzo de 1935. Era mi abuelo. (JTMG)


Don Juan de la Cruz Rafael Muñoz Martín vestido con traje charro en su etapa juvenil
Foto propiedad de don Juan Tomás Muñoz Garzón