ESTEBAN ARGÛELLES "ARMILLA " (1845 - 1879)
Banderillero de toros, nacido en Madrid el 19 de febrero de 1845, falleció el 1 de septiembre de 1879, a los 34 años de edad, en plena juventud y triunfo, a consecuencia del percance sufrido el 22 de mayo de 1879, que toreó su última corrida, ya que el cuarto toro, llamado “Cachucho”, negro zaino, de don Antonio I Miura, le cogió y derribó al clavarle un par desigual cuarteando, aunque sin consecuencias, pero se presentó un fuerte catarro vesical que se complicó con otras afecciones para morir el citado 1 de septiembre siguiente. Fue hijo de Antonio Baldomero Argüelles y de María Pérez. Era el “Armilla” mimbreño, enjuto, de regular estatura. Sus cualidades morales no igualaban las excelencias del banderillero. Pendenciero y bravucón, una noche, en la calle madrileña de la Cruz, anduvo a tiros limpios con el picador Domingo Granda (El Francés). Comenzó actuando como tal en los modestos cosos en los alrededores de Madrid, y en la placita de los Campos Elíseos hacia 1865, en unión del novillero Andrés Pocela. El 31 de octubre de 1866 se presentó en dicha ciudad en la corrida organizada por Francisco Arjona Herrera (Cúchares) a beneficio de la familia del infortunado picador Manuel Ledesma (el Coriano), fallecido a consecuencia de una cogida que sufrió en Zaragoza el 15 de agosto de1866. El primer astado que Esteban Argüelles (Armilla) banderilleó en Madrid, en corridas formales, fue el sexto la tarde del citado día, llamado Comino, de pelaje castaño, de la ganadería del cura Lamorena, al que le clavó un par cuarteando y medio al sesgo. La temporada de 1867 trabajó en Madrid, en los toros en punta que salieron en novilladas y mojigangas, y en competencia con Mateo Cabrera se disputaba los aplausos del público, poniendo banderillas de a cuarta y ocho dedos, siendo para el Armilla los triunfos mayores. En la Plaza de Toros de Madrid figuró en los carteles, sin interrupción, desde 1866 hasta 1879, que fue el de su muerte, disfrutando de gran popularidad.
En diciembre de 1871 sufrió en Madrid la cogida más importante de su vida taurina, al banderillear un toro de la ganadería española de Andrade. Con “Frascuelo” figuró hasta su muerte, excepto la temporada de 1872, en la que actuó a las órdenes de José Machío, y por enfermedad y fallecimiento de “Chelín”, a la de Cayetano Sanz, su antiguo matador. Terminada la temporada de 1872 tornó a la cuadrilla de “Frascuelo”, de la que ya no volvió a separarse. Desde 1872 formó con Pablito Herráiz la más popular pareja que en cuadrilla alguna pudiera verse. "Admirable Pablo Herráiz -dice El bachiller González de Ribera en sus pares cuarteando y al sesgo, no aventajaba al Armilla en una tremenda factura que éste tuvo para banderillear de frente, tomando los toros muy en corto, marchando a ellos muy despacio, sin aliños ni composturas, y cuando los tenía arrancados, en la faja, cuadraba en firme y agarraba en las péndolas colosales pares de banderillas que levantaban a los espectadores de sus asientos." Sin embargo, a estas excelencias con los palitroques no correspondían sus habilidades con el capote, en el manejo del cual no pasó de mediano. (Crónica y fotografía de d. Juan José Zaldivar Ortega)