Los toros dan y quitan

JOSÉ FUENTES RODRÍGUEZ "EL PIPI " (1841 - 1874)

José Fuentes y Rodríguez
(El Pipi)
Cortesía de don Juan José Zaldivar Ortega

Picador que fue cogido el 5 de abril de 1874 por un toro de nombre “Corianito” y que falleció el 10 de abril del mismo año a resultas de sus lesiones. (Fuente: Accidentes oculares en la Tauromaquia I de 1801 a 1941 por los Doctores Puertas y Celis).

El célebre historiador, don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere de ésta víctima de la fiesta, que << hermano del espada Manuel Fuentes Rodríguez (Bocanegra), en cuya cuadrilla figuró siempre, José Fuentes Rodríguez (el Pipi) hallaría el fin de su vida al ser corneado en el pulmón derecho por “Corianito”, del hierro de Adalid, el 5 de abril de 1874 en la plaza de la Real Maestranza de Sevilla. El tránsito tuvo lugar el siguiente día 10 de abril de 1874 en la citada capital andaluza. "

Cabe mencionar, como doble tragedia, que 15 años más tarde, su hermano, Manuel Fuentes Rodríguez (Bocanegra), murió también por cogida de toro en 1889.

Nos queda de tarea (respecto a verificar la fecha exacta de su fallecimiento) un comentario que aparece en el tomo 2 de la obra "El Toreo: Gran Diccionario Tauromáquico" de J. Sánchez de Neila, donde apunta. " CORIANITO. Toro de la acreditada ganadería de don Joaquín José Barrero, vecino de Jerez, divisa blanca y encarnada, que en la tarde del 5 de Abril de 1873 hirió mortalmente en la plaza de Sevilla al picador José Fuentes y Rodríguez (el Pipi) hallándose éste á caballo y fuera de suerte. Era de tantos pies, que al dar la cornada rebasó la altura del caballo que aquel infeliz montaba. "

El historiógrafo y escritor Juan José Zaldívar Ortega consigna en su libro "Víctimas del Toreo"- Apartado de Picadores (Página 82), que José Fuentes y Rodríguez (El Pipi), picador de toros al que el astado de la ganadería de Adalid ( antes de don Joaquín José Barrero), que llevó el nombre de "Corianito", lidiado en la Real Maestranza de de Sevilla el (05-04-1873), en la corrida de inauguración de la temporada, arremetió contra él, hiriéndolo de muerte, tras una caída al descubierto, clavándole un asta en el pecho. Por su altura, al toro se le llamaba en la ganadería: Sobretodos.

Citan en el libro "Necrología Taurina", de Tomás Orts Ramos, "El Niño de Dios" (1866-1939) publicado en 1889: José Fuentes y Rodríguez (Pípi).- Picador cordobés hermano del espada "Bocanegra". Picando una corrida de toros de Barbera, el 5 de abril de 1873, en la plaza de Sevilla, el toro "Cosionito", le infirió una terrible herida que penetró por las costillas falsas del lado derecho e interesó el pulmón. La herida fue ocasionada a caballo y fuera de suerte. Murió a los cinco días.
Fuente:
http://bibliotecadigital.jcyl.es/i18n/consulta/registro.cmd?id=14529 No 40

Refiere don José Antonio Román Romero en su Blog taurino en Internet "De Hombres, Toros y Caballos" que en la profesión del toreo se le conoció por el apodo de «El Pipi», vio la luz en la ciudad de Córdoba el 23 de mayo de 1841. La voz de la sangre le llamaba a la profesión de la tauromaquia, pues era hijo del antiguo banderillero apodado "Canuto" y hermano del matador de toros Manuel Fuentes, "Bocanegra", y del banderillero Antonio Fuentes, "Hito". Muy joven comenzó el aprendizaje de la profesión, realizándolo como torero de a pie en los pueblos de la región, a los que iba en compañía de los novilleros principiantes de su tiempo. Desistió del toreo de a pie, realizando sus ensayos como picador, en vista de su torpeza de piernas, motivada por una caída que tuvo cuando era muchacho. Recibió oportunas lecciones de los picadores amigos de su hermano Manuel, y cuando éste, en el año 1862, recibió la alternativa, agregó a José a su cuadrilla. Con dicho hermano vino a Madrid en 1868, haciendo su presentación en la decimocuarta corrida (19 de julio), en la que alternó con Domingo Granda, "El Francés", siendo el toro "Ropero" (negro mulato), de Veragua, el primero que picó en la Plaza de la corte. Su trabajo en este día no pasó de frío y vulgar, demostrando a la afición madrileña que el nuevo varilarguero ni poseía grandes facultades, ni fino estilo; sólo se apreció en él un buen deseo y no escasa habilidad en el manejo del caballo. Nuevamente toreó en otras dos corridas en que lo hizo su hermano, las de los días 6 y 27 de septiembre, y en la temporada siguiente, los días 5 y 12 del mismo mes (corridas decimoquinta y decimosexta), a las que vino en sustitución de Antonio Calderón -herido en Zafra-, agregado a la cuadrilla de Rafael Molina, "Lagartijo".

Tampoco su trabajo en estas fiestas alcanzó relieve alguno; se limitó a cumplir y escuchó algunos aplausos, no muy nutridos, ciertamente, y con esta labor terminó su actuación en la Plaza madrileña. Continuó figurando en la cuadrilla de su hermano Manuel, el que le acuciaba para que se aplicase y adelantase en el oficio, ya que para ello no le faltaban valor ni buenos deseos, como lo prueba el hecho que vamos a referir. En la corrida de Córdoba del 31 de mayo de 1868, en la que se lidiaba ganado de la testamentaria de don Juan Miura por las cuadrillas de "Bocanegra" y "Lagartijo", el primer toro le dio una tremenda caída, retirándose a la enfermería, donde le fueron apreciadas fuertes contusiones en la espalda, hombro y brazo derecho, certificando los facultativos que no podía continuar la lidia. José Fuentes creyó que aquello carecía de importancia, y contrariando la opinión de los médicos, volvió a la Plaza y continuó trabajando hasta el final de la corrida. Para inaugurar la temporada sevillana de 1874 -día 5 de abril- se dio una corrida en la que "Bocanegra" y Francisco Arjona, "Currito", actuaron de matadores, los que lidiaron ganado de don José Antonio Adalid. El cuarto toro, "Corianito" (negro) resultó de mucho nervio y poder, y en las primeras varas derribo con estrépito a Enrique Sánchez, "El Albañil", el que pasó a la enfermería. José Fuentes, que por complacer al empresario de caballos aceptó uno de escasa alzada, fuese hacia el toro, y al poner una vara derrotó alto el bicho, alcanzando al piquero en el lado derecho del pecho, dándole una cornada que le fracturó una costilla y le alcanzó el pulmón. Pasó a la enfermería, agravándose días después de practicada la primera cura, dando lugar a que se le declarase una pulmonía traumática, que dio fin de su vida a las doce de la noche del 10 de abril de 1874. José Fuentes, "El Pipi", puede ser clasificado entre los profesionales de la garrocha de segunda categoría, y aun en ésta, no ciertamente en los primeros puestos. Si tomó parte en corridas de gran importancia, lo debió a figurar en la cuadrilla de su hermano Manuel, víctima, como él, de la profesión que abrazara.

MUJER DE LUCENA FALLECIDA EN CÓRDOBA (XXXX - 1874)

Plaza de Los Tejares en Córdoba http://wikanda.cordobapedia.es

Refiere el historiador taurino, don Juan José Zaldívar Ortega, que el toro de la ganadería española de don Vicente Romero y García, de nombre “Algarrobo”, se lidió en Córdoba el 24 de mayo de 1874. Era castaño aldinegro y de armadura veleto. Más que por sus condiciones de lidia (tomó ocho varas y mató tres caballos), merece recordarse por haber de salida saltado al callejón, enganchando a una mujer de Lucena, que trataba de salir de la plaza, y a un cabo de guardias municipales, que se dirigía a ella, matando a la mujer de una tremenda cornada en el abdomen e infiriendo cuatro gravísimas al guardia. El toro salió al redondel con un trozo de la camisa ensangrentada de la mujer en el asta. Lo mató Rafael Molina (Lagartijo).

En la historia de la cordobesa plaza de toros de "Los Tejares", ya desaparecida, y que se ilustra en la página web (http://es.wikipedia.org), refieren que durante la Feria de Mayo del año 1874, una mujer resultó muerta al subir un toro al graderío.

MANUEL SOTELO SÁNCHEZ "COMEDIDO " (1840 - 1874)

Solo para efectos ilustrativos

Obra del excelente pintor español  José Tajada Lucas, natural de Sisante (Cuenca)

 

Banderillero de novillos, que no logró alcanzar gran popularidad. El 13 de septiembre de 1874 sufrió una terrible cornada en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, y como consecuencia de ella falleció el 25 de septiembre de 1874. No tenía apenas conocimientos del arte que pretendía dominar. (Fuente: Juan José Zaldívar Ortega)

 

En otra fuente de información (Accidentes Oculares en la Tauromaquia de 1801-1941,  de los Doctores Puertas y Célis) refieren que falleció el 24 de septiembre de 1874.

 

Por su parte, el erudito taurino español, don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere de esta víctima de la fiesta, que << el modesto Manuel Sotelo Sánchez (Comedido) expiró en Sevilla, el 24 de septiembre de 1874, como consecuencia de las heridas que recibió en aquella plaza maestrante el anterior día 13 del reseñado mes. Había nacido en la ciudad de la Giralda del 9 de diciembre de 1840. " 

NICOLÁS BARÓ (1822 - 1874)

Solo para efectos ilustrativos

Chiclana de la Frontera (Cádiz) España

Cortesía del Sitio Web http://.guiadecadiz.com

El banderillero Nicolás Baró, nació en Chiclana de la Frontera (Cádiz) el 22 de agosto de 1822. En 1874, en Sevilla, al arrancarse a clavar un par, cayó, y recibió una cornada en la pantorrilla, de cuya resultas contrajo y padeció el mortal tétanos veintidós días hasta su fallecimiento. (Crónica de d. Juan José Zaldivar Ortega).

Recientemente, el 17 de octubre de 2012, leí la siguiente editorial del "Diario Sur" sobre los barrios de Antequera, donde refiere en una de sus citas: "Varias calles unen el Barrio de San Francisco con el de San Pedro en la ciudad de Antequera (provincia de Málaga, en la Comunidad Autónoma de Andalucía, en España). La del Toril recuerda la utilización de la explanada que hoy ocupa el mercado de abastos como ocasional coso taurino. En agosto de 1848 la ciudad pudo contar ya con una plaza estable, cerca de los Arcos de la Puerta de Estepa. Los duques de Montpensier, padres de la que sería la reina María de las Mercedes, asistieron a la corrida inaugural, en la que lidiaron Juan Pastor (El Barbero), José Redondo (El Chiclanero) y Nicolás Baró. La corrida empezó a las 4:30 de la tarde, aunque la plaza se abrió al público a las dos."
Fuente:
http://servicios.diariosur.es/barrios/antequera2.htm

La página de Internet del reputado sitio "Portal Taurino", refiere que para la inauguración de la plaza de toros de Antequera el 20 de agosto de 1948, actuaron en "mano a mano" Juan Pastor (El Barbero) y José Redondo (El Chiclanero).


Nicolás Baro (izquierda) y el puntillero Gabriel Caballero
Cortesía de http://gestauro.blogspot.mx/

Don José Antonio Román Romero, el laborioso cronista taurino español, me envío el 28 de abril de 2014, esta añosa biografía del ilustre banderillero Nicolás Baró, de donde se desprende, y así me lo confirma a manera de enmienda fundamentada, que Nicolás Baró no murió de tétanos en 1874 al recibir una cornada en la pantorrilla en una corrida en Sevilla (como lo cuenta d. Juan José Zaldivar Ortega), sino ya de viejo, de muerte natural. Esta semblanza publicada en los primeros años de la segunda mitad del siglo XIX, dice así: «Nicolás Baró. Joven, airoso como el que más, con gran poder y ligero, es el banderillero que más luce en la suerte y a quien se tocan las palmas con más entusiasmo. Sin embargo, no suele conocer que no todos los toros son boyantes, y que con los que no arrancan y se tapan, es mala la salida precipitada, porque aunque sus facultades le salven de una cogida, no podrá ejecutar la suerte. Quisiéramos que con el capote fuese tan lucido como con los palos. La segunda referencia a que aludimos es debida a la bien cortada pluma del que fue nuestro admirado amigo, el maestro en la literatura taurómaca don Aurelio Ramírez Bernal, que hizo popular y respetado el seudónimo de P. P. T., cronista de altos vuelos, que en publicaciones andaluzas y el madrileño semanario "Sol y Sombra" dio patentes muestras de su talento, de su competencia y de su erudición portentosa. Decía así éste gran bibliófilo: «La gloria que alcanzara Nicolás Baró como peón y banderillero inteligente es de aquellas que jamás palidecen. Ni sus cogidas graves ni otros percances le sobrecogieron y amilanaron. Tuvo el don de conocerse, vio que la espada en su mano no le abriría el camino de la inmortalidad, y antes que hacer el ridículo, como otros, prefirió volver a lo suyo, a su, banderillas, donde pisaba terreno firme y abonado para habérselas con un toro como el célebre "Caramelo", de Saltillo, al que Baró puso un par de palos al cuarteo y en los mismos rubios, que hizo época y se celebrará siempre que se hable de aquel fenómeno en picardía.» La referencia es exacta; el toro citado era de los más difíciles lidiados en la Plaza gaditana; el espada José Ponce luchó lo indecible para poder meter el brazo. Sin embargo, Baró había banderilleado con tal habilidad que asombró a los espectadores y a sus mismos compañeros. Vamos ahora a ofrecer unos apuntes biográficos del diestro de referencia. Nicolás había nacido en la famosísima Chiclana de la Frontera (Cádiz), patria chica de los no menos famosos lidiadores Jerónimo Cándido, Francisco Montes, José Redondo y Manuel Jiménez, "el Cano", espadas todos de primer plano.


Nicolás Baro, de mayor con unos vecinos.
Cortesía de http://gestauro.blogspot.mx/

Nació Baró el 24 de agosto de 1822, y tras los con sabidos ensayos de todo principiante abrazó la profesión en forma oficial, digámoslo así, en el año 1840 protegido por el gran "Paquiro", figuró algún tiempo a sus órdenes, hasta que recibida la alternativa por su cuñado, "el Chiclanero", éste le incorporó a su gente, con el buen deseo de ayudarle con sus consejos y elevarle de categoría, haciéndole matador de toros. Por no disgustar al jefe y pariente, aceptó los trastos más de una vez, estoqueando toros como media espada y aun alternando con espadas en corridas de provincias; pero, convencido que no servía para el caso, terminó por limitarse a las banderillas, que dominaba. En Madrid había figurado como media espada en algunas corridas de los años 1850 y 1851. Muerto su cuñado José Redondo, continuó la temporada de 1853 a las órdenes de Julián Casas, "el Salamanquino", que se había hecho cargo de la cuadrilla de "el Chiclanero" para con ella cumplir los compromisos contraídos por el malogrado diestro de Chiclana. Después, en temporadas sucesivas, trabajó a las órdenes de muchos matadores, generalmente como eventual, pero sin faltarle corridas, pues todos conocían sus buenas condiciones artísticas. Aun cuando en su época los subalternos tenían señalados modestos honorarios, como toreó mucho y los gastos corrían a cargo de los espadas, pudo haber ahorrado algún dinero con miras a la vejez; pero su carácter alegre y dadivoso, su afición a las juergas y francachelas, que en más de una ocasión se pasaron de la raya, hicieron que se esfumaran los caudales con tanto riesgo ganados, llegando a la madurez de la vida apurado...«, de recursos. Y como las desgracias no llegan solas, en el año 1875, cuando cumplía los cincuenta y tres de edad y treinta y cinco de profesión, se fracturó el brazo izquierdo al caer de un carruaje, quedando inútil para su oficio. Gastó en la curación los escasos recursos de que disponía, y viéndose en extrema necesidad, acudió a sus compañeros, rogándoles que por caridad le ayudasen. Respondieron éstos —como en auxilio de sus compañeros respondían los diestros de antaño—, y el jueves 12 de agosto de dicho año se organizó una corrida, en cuyo cartel se leía: «A beneficio del antiguo y simpático banderillero Nicolás Baró, de Chiclana, inutilizado para seguir toreando a consecuencia de una desgracia el cual ha acudido a algunos ganaderos y a los reconocidos sentimientos de varios lidiadores, los que no han vacilado en facilitarle los medios de organizar esta corrida en la esperanza de que secundara el público sus buenos deseos y contribuirá a remediar la situación del beneficiado.» Se efectuó la corrida, lidiándose tres toros del duque de Veragua y tres de don Antonio Hernández —parte regalados—, y el cartel de lidiadores se compuso de los picadores Juanesa, Antonio y Francisco Calderón, "el Chuchi" y Antonio Benítez, "el Grapo". Los espadas fueron "Lagartijo", "Frascuelo" y el media espada Cosme González. No figuraban en el cartel los nombres de los banderilleros, costumbre antigua, pero fueron los de plantilla de los espadas, esto es: Juan Molina, Mariano Antón y José Gómez, de la de "Lagartijo", y Pablo Herráiz, "El Armilla" y Ángel Pastor, de la de "Frascuelo", el beneficiado vistió por última vez el traje de torear, uno encarnado y plata, y con sólo el brazo derecho banderilleó el toro de Veragua Tortolito (berrendo en negro), lidiado en quinto lugar.


Ilustración de "La Lidia" representando a Baro.
Cortesía de http://gestauro.blogspot.mx/

Por verificarse un día laborable no hubo lleno en la Plaza, y aunque los precios de las localidades eran bien reducidos —cuatro reales tendido de sol y ocho de sombra—, el rendimiento fue saneado, pues los lidiadores no sólo trabajaron gratuitamente, sino que aun ayudaron con donativos al pobre inválido. ¡Así se hacían las cosas en aquel tiempo!... Retirado en su pueblo natal, vivió algún tiempo del producto de la corrida, pero terminado éste le fue facilitado un modesto empleo por el Ayuntamiento, con el que pudo atender a sus necesidades hasta la fecha de su muerte ocurrida el 16 de febrero de 1905. Esta fue la vida profesional del notable banderillero gaditano.