Los toros dan y quitan

JOSÉ DÁMASO RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ " PEPETE " (1824 - 1862)

José Dámaso Rodríguez Rodríguez (Pepete)

Cortesía de Don Abel Murillo Adame

Sitio Web: http://.historiadeltorero.com

Matador de mérito heroico que nació en Córdoba el 11 de Diciembre de 1824 en el Barrio del Matadero, tomo la alternativa en Sevilla el 12 de agosto de 1850 de manos de Juan Lucas, confirmándola en Madrid el 27 de junio de 1853, llegando a tener en su cuadrilla a futuras grandes figuras del toreo como Rafael Molina "Lagartijo". 

 

Fue muerto en el coso de Madrid  el 20 de abril de 1862 por el toro "Jocinero" de la dehesa de don Antonio I  Miura, berrendo en negro pero dominando el blanco, el segundo de la tarde, quien derribó al picador Antonio Calderón en la suerte de varas quedando a descubierto, lo que hizo que saltara “Pepete” para apartarlo del sitio, mientras que el toro se hallaba corneando al caballo. Sin embargo, el astado se revolvió vivamente y corneó horriblemente  al valeroso diestro empitonando a “Pepete” en el corazón, empero éste alcanzó a levantarse tranquilamente y se fue andando hacia la puerta principal de la plaza, donde fue a desplomarse ya sin alientos. Entró moribundo en la enfermería, con el corazón y el pulmón destrozado, muriendo a los 10 minutos de haber ingresado. Una copla que le honra cuenta el suceso: "Pepete salió a la plaza / como un toro valiente / por salvar un picador / el toro le dio muerte". “Jocinero” tomó con enorme poder 18 varas de Antonio Calderón, Mariano Cortés (El Naranjero) y Andrés Álvarez. Pasó al segundo tercio crecido y desafiador, dio un puntazo al banderillero Juan Yust y derribó a Cayetano Sanz, que lo mató con desconfianza de dos pinchazos y dos estocadas a volapié. “Pepete”, tío abuelo del inmortal “Manolete”, llega hasta nuestros días como uno de los toreros más temerarios que ha existido, hasta el punto de que cuando estaba en los últimos momentos de su vida, le pregunta a los doctores "¿Que, ha sío argo?". Otros cronistas difieren de esta versión al afirmar que fue corneado al repetir la suerte de la garrocha, puesto que la Reina no había visto bien la suerte por estar distraída, y  por concederle esta gracia, que fue la última de su vida,  murió instantes después en la enfermería de la plaza, ya que entró moribundo. Su muerte fue muy sentida por el pueblo y por la circunstancia en que se dio, toreaba ese día en mano a mano con el diestro Cayetano Sanz. (Crónica de d. Juan José Zaldívar Ortega).

 

El erudito taurino, don  Juan José de Bonifaz Ybarra,  refiere en su libro “Víctimas de la Fiesta”, que << en el mano a mano celebrado en el coso de Madrid el 20 de abril de 1862 entre Cayetano Sanz y José Dámaso Rodríguez Rodríguez (Pepete), al realizar éste un quite fue reiteradamente corneado por el toro “Jocinero”, de la ganadería de Antonio Miura. La importancia de las heridas, en especial de una que le destrozó un pulmón, motivaron su deceso, producido a los diez minutos de ser ingresado en la enfermería de la plaza. Como se comprobará más adelante, no es este el único “Pepete” que figura entre las victimas de nuestra fiesta. "

Refiere el prestigiado historiador taurino "Don Víctor", propietario de la página taurina en la Internet "A los Toros", que en agosto 12 de 1850 tomó la alternativa en Sevilla José Dámaso Rodríguez "Pepete" de manos de Juan Lucas Blanco que le cedió el toro "Gamito", negro, de don Joaquín de la Concha y Sierra. Nació en Córdoba el 11 de diciembre de 1824, era hijo de un tratante de ganado y abastecedor del matadero, fué el primer diestro en usar el apodo de "Pepete", que a la larga se haría famoso por el trágico fin que tuvieron algunos de sus poseedores. Se trataba de un torero con gran arrojo y fuerza muscular pero que era incapaz de asimilar en su cerebro el arte del toreo. Empezó como banderillero en la cuadrilla de su paisano Antonio Luque "Camará" y más tarde se integró en la de José Redondo "El Chiclanero". El 20 de abril de 1862 salió a torear en Madrid con Cayetano Sanz, tres toros de don Agustín Salido y otros tres de Antonio Miura; de ésta ganadería fué el segundo de la tarde, "Jocinero", berrendo en negro y capirote, que cogió a "Pepete" y le infirió una cornada que le destrozó el pulmón y le ocasionó la muerte a los diez minutos de entrar en la enfermería. Hombre curtido y de un extraordinario temple antes de expirar y mientras se encontraba frente a los médicos que le estaban atendiendo les preguntó: ¿Es argo? Fuente: http://alostoros.blogsome.com/2010/08/

JUAN MARTÍN GARCÍA "PELÓN, Hijo " (1823 - 1862)

Solo para efectos ilustrativos: Grabado a caballo levantado que aparece en un cartel de la Plaza Real

Picador que fue cogido por el toro de nombre “Caimán” el 10 de agosto de 1862, falleciendo el mismo día. (Fuente: Accidentes Oculares en la Tauromaquia de 1801 a 1941 de los doctores Puertas y Celis)

En las fiestas de San Lorenzo (Huesca, Aragón), el 10 de agosto de 1862 -otros cronistas refieren que fue el 10 de junio del mismo año-, al poner Juan Martín “el Pelón” una vara a “Caimán”, colorado, de Pérez Laborda, sufrió una caída al descubierto. Al intentar incorporarse le acometió el astado y le clavó en la tetilla el asta, cuya punta salió por el cuello, llevándolo arrastrado unos instantes. La cogida no podía tener tintes y características más dramáticas. Intentaron los espadas Manuel Pérez “el Relojero” y Joaquín Gil “El Huevatero” auxiliar al desgraciado picador, y cuando lograron que la bestia soltara al “Pelón”, fue trasladado a la enfermería del hospital, donde murió a la media hora escasa de ingresar pues la herida era terrible. Para socorrer a la viuda se organizó una suscripción que alcanzó muy pronto gran cantidad, dadas las simpatías con que contaba tan buen varilarguero. “El Boletín de Loterías y Toros” publicó las listas de los donantes, y en ellas aparecen los mejores toreros y aficionados de aquel tiempo. Juan Martín “el Pelón” fue picador de excelente escuela, valiente y entendido, no muy sobrado de facultades físicas. La desgracia que sufrió pudo haberle pasado a cualquiera, pues “el Pelón”  fue de los picadores no se acobardaban ante el peligro de toros ilidiables y marrajos. En la citada corrida, el cornúpeto de la ganadería de Pérez Laborda, de nombre “Nevao”, hizo una gran pelea en todas las suertes y llegó a la muerte en buena forma, a pesar de haber aguantado 20 varas y destripado a  seis caballos. (Crónica del historiador Juan José Zaldívar Ortega)

Refiere don Juan José de Bonifaz Ybarra, erudito taurino y autor del libro “Víctimas de la Fiesta”, que << el toro “Caimán” del hierro de Pérez Laborda, produjo, la muerte de Juan Martín García (Pelón, hijo) en Huesca, el 10 de agosto de 1862. Al caer en la arena, intentó incorporarse, haciendo el astado por él y atravesándole prácticamente de una cornada por la región pectoral. El óbito aconteció a la media hora de ser herido. "

"Caimán" un toro de la dehesa de Manuel del Val, de Tudela, dio muerte a un picador en Huesca en 1862
Fuente:
http://www.festejospopulares.es/Castanavarra/toros_con_historia_de_casta.htm

Abundando en la vida de este personaje de la Fiesta, el erudito taurino Juan José Zaldívar Ortega consigna en su libro "Víctimas del Toreo"- Apartado de Picadores (Páginas 77 y 78) que Juan Martín García (Pelón, nieto), picador de toro, tercero de una famosa dinastía taurina que tuvo sus comienzos en un Juan Martín que picó delante del antitaurino Felipe V. Nació en Jerez de la Frontera (Cádiz), el (06-04-1823) y falleció en 1862, a los 39 años de edad. En las fiestas de San Lorenzo, en Huesca, el (10-08-1862), al poner una vara al toro, de nombre "Caimán", colorado, de la ganadería de Pérez Laborda, sufrió una caída al descubierto. Al intentar incorporarse le acometió el astado y le clavó en la tetilla el asta, cuya punta salió por el cuello, llevándolo arrastrado unos instantes. La cogida no podía tener tintes y características más dramáticas. Intentaron los espadas Manuel Pérez (el Relojero) y Joaquín Gil (el Huevatero) auxiliar al desgraciado torero, y cuando lograron que la bestia soltara al Pelón, fue trasladado a la enfermería del hospital, donde murió a la media hora escasa de ingresar. Para socorrer a la viuda se organizó una suscripción que alcanzó muy pronto gran cantidad, dadas las simpatías con que contaba tan buen varilarguero. El Boletín de Loterías y Toros publicó las listas de los donantes, y en ellas aparecen los mejores toreros y aficionados de aquel tiempo. El Pelón fue picador de excelente escuela, valiente y entendido, no muy sobrado de facultades físicas. La desgracia que sufrió pudo haberle pasado a cualquiera, pues no fue de los picadores que se acobardaban ante el peligro de toros ilidiables y marrajos. En Madrid se presentó el (29-12-1839), en una novillada, cuando contaba dieciséis años de edad. En la misma plaza tomó la alternativa de manos de Andrés Hormigo, el (10-09-1843), en la duodécima corrida de la temporada. Además de los citados años actuó en la corte, los años 1846, y del 48 al 62. Como se ve una larga carrera, ininterrumpida por accidentes de importancia, que lograron sobrepasar pocos picadores de entonces. En la citada corrida del (10-08-1862), el cornúpeto de la ganadería señalada, también de nombre "Nevao", hizo una gran pelea en todas las suertes y llegó a la muerte en buenas condiciones, a pesar de haber aguantado 20 varas y matado seis caballos.

JOAQUÍN GIL PEIRE "HUEVATERO" (1825 - 1862)

Ilustración de la época de Joaquín Gil (Huevatero)
Cortesía de don Rafael Gómez Lozano

Torero español  que nació en Zaragoza el 27 de junio de 1825 y  que fue cogido en la última corrida de la feria del Pilar en Zaragoza por el toro “Gallardo” de la ganadería brava de Juan Piñeiro, el 26 de octubre de 1862 falleciendo al día siguiente.

el cronista y médico veterinario d. Juan José Zaldivar Ortega, al describir un toro famoso de nombre “Caimán” que: << en las fiestas de San Lorenzo (Huesca, Aragón), el 10 de agosto de 1862, -otros dicen que fue el 10 de junio del mismo año-, al poner Juan Martín (el Pelón) una vara a “Caimán, colorado, de Pérez Laborda, sufrió una caída al descubierto. Al intentar incorporarse le acometió el astado y le clavó en la tetilla el asta, cuya punta salió por el cuello, llevándolo arrastrado unos instantes. La cogida no podía tener tintes y características más dramáticas. Intentaron los espadas Manuel Pérez (el Relojero) y Joaquín Gil (Huevatero) auxiliar al desgraciado torero, y cuando lograron que la bestia soltara al “Pelón”, fue trasladado a la enfermería del hospital, donde murió a la media hora escasa de ingresar. "   Luego, por la fecha,  esta debió ser una de las últimas corridas de Joaquín Gil  “Huevatero”.

José Vallejo Zamora al referirse a la “Plaza de Toros Vieja de Tarazona”, cita: "que hasta 1870 en que se inauguró el coso taurino actual, la Plaza del Prado cumplió fielmente los fines para los que se edificó. En ella se vivieron emocionantes tardes de toros; unas veces a cargo de diestros de la tierra como nuestro paisano Manuel Pérez,el Relojero, o el zaragozano Antonio Gil, “Huevatero”; pero, en otras ocasiones, fueron espadas de renombre nacional, como Francisco Arjona “Cúchares, los que mostraron su arte en esta plaza".por lo que se deduce, que se le tenía por un torero modesto o de carácter local. No se sabe a ciencia cierta si tomó o no la alternativa, pero pareciera ser que sí, ya que lidió toros. Las crónicas al respecto de su muerte refieren que sucedió de una cornada al entrar a matar que le destrozó el recto y la vejiga de la orina, cuando toreaba en Zaragoza el 26 de octubre de 1862, por el toro: "Gallardo" de Juan Piñeiro y que tras soportar  terribles dolores durante esa noche, fue difunto al día siguiente. Esa tarde toreaba con “El Relojero”.

Por su parte el erudito taurino d. Juan José de Bonifaz Ybarra refiere de su trágica singladura en los ruedos, que << actuó en las corridas de la feria del Pilar de 1862 el zaragozano Joaquín Gil Peire (Huevatero), y en la última del serial, celebrado el 26 de octubre –un mano a mano con el también aragonés Manuel Pérez (el Relojero) -, recibió una grave cornada en la región anal cuando estoqueaba al toro “Gallardo”, de la vacada de Juan Piñeiro. Tras soportar muy agudos dolores durante aquella noche, dejaría de existir el día siguiente. "

Refieren en las efemérides de octubre 26 de 1862 en la página web: “A los Toros” http://alostoros.blogsome.com), <<que Joaquín Gil Peiró “El Huevatero”, cuando estaba toreando como tercer espada en Zaragoza junto a Antonio Sánchez “El Tato” y Angel López “Regatero” -uno de los más sobresalientes banderilleros de su época que fué en la cuadrilla de Cayetano Sanz que le alternativó en Madrid el 11 de julio de 1858-, fué cogido por el toro “Gallardo” de la ganadería portuguesa de Juan Piñeiro que le infirió dos cornadas, una de ellas gravísima en la región anal, que fueron la causa de su fallecimiento al día siguiente. Había nacido en Zaragoza el 27 de junio de 1825 y se le consideraba como un matador torpe con los engaños pero diestro y seguro en la suerte final, no llegó a torear en Madrid. "

Citan en el libro "Necrología Taurina", de Tomás Orts Ramos, "El Niño de Dios" (1866-1939) publicado en 1889: Joaquín Gil (El Huevatero).- El día 26 de octubre de 1862, se jugó en Zaragoza una corrida, cuyos pormenores no son del caso. Así llegaremos al toro "Gallardo", de Piñeiro, ganadero portugués, de gran trapío, negro, bravo y bien armado. Tomó seis varas y mató tres caballos. Variado el juego, le pusieron dos y medio pares de rehiletes. "El Huevatero" se fue al toro sereno y valiente. Este estaba receloso, y con pocas piernas; después de varios pases sin arte y con recelo, dominado por el toro y queriendo deshacerse de él a todo trance, no aguardó a que quedase igualado y se le arrojó encima con una gran estocada a volapié hasta la mano, que se quedó con el toro, pero dándole tiempo para que éste le recogiese lanzándolo al aire tres veces e infiriéndole dos heridas, una de ellas de tanta gravedad que le hizo morir a las 18 horas. La misma tarde salió herido de gravedad otro espada, el Relojero.
Fuente:
http://bibliotecadigital.jcyl.es/i18n/consulta/registro.cmd?id=14529