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Solo para efectos ilustrativos
Saint-Cirgues (canton de Latronquière, en Francia)
http://www.gite.saint-cirgues.com/fotos.html
El 16 de diciembre de 2010, el medio virtual francés “Ladepeche.fr” publicó una nota editorial de la periodista Laëtitia Bertoni, donde informaba que en Saint-Cirgues (canton de Latronquière, en Francia), un agricultor había sido muerto por un toro. Se trataba de Jean-Noël Cayrol que falleció por los ataques de un toro. Alrededor de la hora del almuerzo, Jean-Noël Cayrol, un agricultor de la “Croix de Cros” en Saint-Cirgues fue víctima de repetidas cargas mortales de un toro. Refiere su esposa Veronique, que preocupada porque su esposo no regresaba, decidió ir a buscarlo, y fue entonces que lo encontró tendido en el suelo, no lejos de su tractor. "Quería ayudarlo, pero no pude aproximarme porque el enfurecido animal amenazaba con atacarme”. En esta dificultad fue que ella pidió ayuda, dijo un familiar cercano. El agricultor, de 43 años de edad, murió en el ataque del toro, un animal de raza Holstein en blanco y negro. "El fue siempre muy cuidadoso y muy cercano a sus animales, y casi nunca se aventuraba a cometer imprudencias. Él conocía muy bien la alta reactividad de los machos reproductores de esa raza, ya que incluso la había encarado, hace varios años, al tener que refugiarse tras un obstáculo, para esquivar la carga de un animal enfurecido", recordó uno de los residentes de la pequeña ciudad. Entre ganaderos, los machos de la raza Holstein, tienen mala reputación. Si bien las hembras son un hato lechero ideal, los machos tienen un temperamento nervioso e impulsivo. De improviso y sin malos tratos, casi por cosas triviales, como el ir a apartar vacas para el ordeño, o bien apartarlos de ellas, son causa de molestia. Por eso cuando los bomberos y el auxilio médico de la ciudad llegaron al predio, fueron capaces de palpar, con preocupación, la agresividad del fiero animal. "Hemos tenido que retirar a todo el hato de la escena de la tragedia, con el fin de poder llegar hasta el cuerpo. El animal era realmente peligroso, tuvimos los mayores problemas”, reconocieron. Luego esto quiere decir que el Señor Jean-Noël Cayrol, era realmente un valiente al lidiar a diario con tan peligroso ejemplar. Es de entenderse que el Señor Jean-Noël Cayrol, solo en su campo, no tenía ninguna oportunidad en contra de este enorme gigante de 1 tonelada de peso. Su esposa, a Dios gracias, obró con inteligencia al no entrar en el prado estando el toro junto al cadáver, algunos dicen, con sobrada razón, que otra tragedia pudo haber ocurrido. Esta muerte repentina deja un duelo en la familia y el desánimo en un pueblo que mucho lo quería. "Fue un hombre valiente, un trabajador muy duro que amaba su trabajo por sobre todas las cosas. Él se hizo cargo de la granja de la familia de su padre. A pesar de las dificultades de la profesión que enfrentó, nunca perdió el ánimo y estuvo muy involucrado en su trabajo para salir adelante. También fue uno de los líderes locales de la CUMA. Estamos en estado de shock junto con su esposa Veronique y sus dos hijos. “Es como una especie de injusticia", por el mal pago del animal a sus cuidados, y por la ejemplar dedicación del Sr. Cayrol, se lamentó el alcalde de Saint-Cirgues, en un merecido homenaje que se le rindió ayer. Bien sabe Dios cuantos valerosos granjeros se juegan a diario la vida para mantener a sus familias. Una especie de callada lucha donde no hay aplausos ni espectadores, donde no hay grandes salarios, sino sustos gordales, y plétora de accidentes y de muertes de solitarios valientes, que llevan por mote el ser simplemente “vaqueros, agricultores, lecheros o ganaderos”, y que en lucha diaria contra sus bestias, riegan los campos de sangre, como sucede con los toreros, que al menos reciben el premio fugaz del aplauso de los espectadores, cuando el arte de burlarlos, llamado tauromaquia, torna en enardecido deleite de doctos e ignorantes. Por eso, cuando muere un campesino asesinado por una bestia, ha muerto para mí, el más memorable torero. Que Dios los bendiga a todos ellos, porque el mundo cruel sigue su marcha, y el silencio, y el olvido, es imperio en las praderas.
Fuentes:
http://labrajack.over-blog.com/article-saint-cirgues-un-agriculteur-tue-par-un-taureau-ladepeche-fr-63137294.html
http://www.ladepeche.fr/article/2010/12/16/971725-Saint-Cirgues-Un-agriculteur-tue-par-un-taureau.html