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Solo para efectos ilustrativos
Villa de Gunnerside en Swaledale, North Yorkshire, Inglaterra.
Cortesía del Sr. Colin Grice
Norman Hunter, un agricultor con crianza de ganado, murió el 16 de marzo de 2007, a los 46 años de edad, en su granja en la Villa de Gunnerside, Swaledale, North Yorkshire, Inglaterra, corneado por un toro de engorda joven, cuando entró al corral del ganado para buscar unas marcas auriculares que traía extraviadas. La investigación se llevó a cabo en la “North Yorkshire Western District Coroner's Court” en Richmond, el 19 de junio de 2007, y de donde un veredicto de "muerte accidental" fue liberado. En la audiencia se dijo que el cuerpo de Norman fue descubierto por un vecino en un cuarto de servicio de la casa. Se piensa que la víctima, gravemente herida, se pudo incorporar por instinto y salir tambaleante hasta el patio antes de que se derrumbara. Un examen post mortem reveló que el Sr. Norman Hunter murió a causa de las lesiones por aplastamiento en el pecho, los pulmones y el hígado. Charles Challis, un inspector de salud y seguridad (HSE), dijo en la audiencia, que Norman había entrado probablemente al establo estando en él tres vaquillas y un toro belga Limosin de dos años. No es inusual en toros y vacas de engorda, que éstos se encuentren juntos, y era poco probable un ataque del toro o de las vacas, porque éstas no habían parido. El Sr. Challis dijo que: "Un toro joven es muy juguetón, y tiene una cabeza fuerte y grande y va a los topes jugando. Puede simplemente haberlo corneado o rodado por el suelo para divertirse, en vez de ser agresivo al embate. Lo malo es que con un toro pesado, no hay mucha diferencia entre el juego y la agresión a veces. La recomendación de la (HSE) será siempre separar a un toro de las vacas antes de entrar en un corral, o tener a alguien a mano para ver al toro y advertirnos de sus intenciones. Aunque los toros lácteos son más agresivos que los de engorda, la mayoría de los accidentes en ganado de carne se dan, porque los agricultores no fueron en lo general, cuidadosos de ellos. Para terminar el Sr. Challis dijo: Quiero recordar a los agricultores, que un toro de carne puede ser un animal peligroso. A menudo se trata de un animal criado en casa que el agricultor ha crecido, pero el punto de riesgo es cuando madura y es un macho fuerte y potencialmente peligroso si quiere mostrarnos su dominio.
Fuente:
http://www.corporateaccountability.org/Deaths/Yorkshire07.html#hunter
Esto alegóricamente explica los aparentes desatinos un viejo adagio sobre la naturaleza del plomo, en donde finalmente se colige, que el plomo no es que sea bueno o malo, según nos sirvamos de él por sus propiedades, o porque sea dañino y pueda hasta matarnos, simplemente “el plomo es plomo”, tal como “el toro es toro”, luego, como tales, y como la mayoría de los animales, e incluso el mismo ser humano, tiene un intrínseco deseo y propensión a demostrar su imperio sobre quienes le rodean, por natura y espíritu de competencia propia, y no porque la bestia haya salido malvada o dolosa. De ahí la necesidad imperiosa de tomar siempre las precauciones debidas para su manejo, cuando se convive con ellos, y a los cuales nunca hay que perder el respeto, por su fuerza innegable, y porque cierto es que pueden rendir en combate, hasta leones y tigres.