Los toros dan y quitan

PAREJA DE ENAMORADOS CORNEADOS EN LA PLAZA MAYOR DE MADRID

PAREJA DE ENAMORADOS CORNEADOS EN LA PLAZA MAYOR DE MADRID

Refiere don José Antonio Román Romero en su visitado Blog en la Red, "De Hombres, Toros y Caballos", el lunes 25 de marzo de 2013, que parece ser que en el último cuarto del siglo XVII, hubo un joven noble enamorado de la bella hija de un orfebre de Madrid. Para demostrar su amor por la muchacha, el joven le dijo que iba a participar en una corrida que se celebraba en la Plaza Mayor, pidiéndole insistentemente que asistiera al evento. La corrida se celebró aquella misma tarde y el joven salió muy decidido a enfrentarse al toro y mostrar su valentía ante su amor. En el momento en que el animal se fijaba en el galán, un mozo del pueblo lanzó un dardo para llamar la atención del animal. El toro se volvió para perseguir a quien le había herido y el pobre mozo intentó escapar como pudo, perdiendo en su huida el sombrero, revelando la hermosa melena de una mujer. El aristócrata, que reconoció a su amada, saltó de su caballo pero no pudo llegar a tiempo para salvarle de una gravísima cornada en el costado. El Mozo tan solo logró que el mismo toro le hiriese mortalmente. Llevaron a los dos amantes a una casa cercana a la Plaza Mayor madrileña, donde esperaron, abrazados, el desenlace final. Así acaba la triste y romántica historia que relata la condesa francesa D´Aulnoy en su libro "Relación del viaje de España en 1691".


Madame d'Aulnoy en un grabado de Basan.
Texto e ilustración cortesía de http://es.wikipedia.org/wiki/Madame_d%27Aulnoy

Marie-Catherine le Jumelle de Barneville, Baronesa d'Aulnoy (Barneville-la-Bertran, 14 de enero de 1651 – París, 13 de enero de 1705) fue una escritora francesa conocida por sus cuentos de hadas y por su relato del viaje a España. Nacida en Barneville-la-Bertran, cerca de Bourg-Achard (Eure), pertenecía a una familia noble (era sobrina de Marie Bruneau des Loges) y en 1666 se casó con un parisino treinta años mayor que ella y de extracción dudosa, François de la Motte, barón de Aulnoy. El barón era un librepensador y un conocido jugador que perdió una gran parte de su fortuna. Tuvieron cinco hijos. En 1669 el barón de Aulnoy fue acusado de traición, pero las acusaciones se demostraron falsas y dos hombres implicados en las mismas fueron ejecutados, entre ellos el amante de la baronesa de Gudanne, la madre de Marie-Catherine. Huyó del país refugiándose en Inglaterra e hipotéticamente en 1675 se fue a España, donde habría podido reunirse con su madre y permaneció hasta 1685, año en el que pudo regresar a Francia gracias al perdón concedido por Luis XIV habida cuenta de los servicios que prestó a la corona. De Madame d'Aulnoy no se sabe mucho, pero se supone que también viajó por Inglaterra; si estuvo en España es cuestión discutida, puesto que su Viaje por España pareció falso e inventado a Raymond Foulché-Delbosc, gran especialista en literatura de libros de viajes, aunque otros críticos como Arturo Farinelli, Storer, Mazon, el duque de Maura y Agustín González de Amezúa lo consideran cierto, por más que la baronesa exagerase con frecuencia, inventase en otras ocasiones, adornase en otras lo que recordaba con bastante lejanía y en no pocas ocasiones reelaborase informaciones indirectas ya de por sí sesgadas y testimonios de otros viajeros. En sus escritos sobre España ennegrece de forma enfermiza todos los logros españoles en las artes y en las ciencias, se refleja su odio por todo lo español y para ello no duda en inventar y mentir. Los relatos de Madame d'Aulnoy forman parte de los que se consideran dieron lugar a la leyenda negra. El caso es que gran parte del tiempo lo pasó escribiendo historias inspiradas en estos destinos, historias que se convertirían en sus obras más populares. En 1681 quedó viuda. Madame de Aulnoy fijó su residencia de nuevo en París en 1690, donde su salón literario se convirtió en uno de los más populares de su tiempo, siendo visitado por los principales aristócratas y príncipes. Durante los siguientes trece años publicó tres pseudo-memorias, dos colecciones de cuentos de hadas y tres novelas históricas. Se ganó una reputación como historiadora y recopiladora de cuentos de fuera de Francia y fue admitida como miembro de la paduana Accademia dei Ricovrati con el sobrenombre de la musa de la historia, Clío. Ciento cincuenta años más tarde historiadores mejor documentados denunciaron sus escritos como fraudulentos. En la Francia y la Inglaterra de la época sus libros eran considerados como un simple entretenimiento, un sentimiento reflejado en las críticas de este periodo. El intento de hacer una historia seria de las guerras con los Países Bajos de Luis XIV de Francia no tuvo tanta fortuna. Sus obras más populares fueron sus cuentos de hadas y sus historias de aventuras en Les Contes des Fées (Cuentos de hadas) y Contes Nouveaux ou Les Fées a la Mode (Cuentos nuevos o las hadas de la moda). A diferencia de los cuentos populares de Charles Perrault, d'Aulnoy contaba sus historias de una forma más coloquial, tal y como se hubieran contado en un salón. Estas historias no eran en absoluto adecuadas para niños y estaban destinadas, más bien, a los lectores adultos de la sociedad galante; muchas de las ediciones inglesas eran distintas del original. En la mayoría de sus cuentos figuran protagonistas femeninas activas.