EL SUICIDIO EN MÉXICO D.F. DE INÉS OLMOS EN 1914
El 12 de julio de 1914, con Pepe Roger "Valencia" y José Sánchez "Hipólito", novillos de Juan Contreras del campo de Salamanca. Día marcado por la desdicha. Por la mañana, en una becerrada para los zapateros, dirigía la lidia el matador Antonio Boto "Regaterín" , y cuando a media lidia, un estoque saltó al tendido y se le clavó en el pecho a un espectador que expiró en el quirófano. Insólito: por su pie llegó a la enfermería, con el corazón atravesado.
Por la tarde Miguel vestido de verde botella y oro, terno confeccionado por "La Maestra". El segundo, "Saltador", fue un manso reservón que desarrolló sentido. Se fue a tablas a defenderse. Miguel lo pinchó en una ocasión. Al segundo viaje, el novillo "Pregonao" le espera, lo arrolla, trompica, y sin derribarle, le hiere en el cuello.
De inmediato Miguel se llevó la mano a esa región. La hemorragia no esperó. Por su propio pie pasó a la enfermería. Pocos se enteraron de la gravedad del percance. Le trozó la yugular. Al finalizar la lidia del cuarto novillo, se conoció la infausta noticia de su muerte. El mismo público saltó al ruedo. Por primera vez en la historia se consiguió la suspensión del festejo en señal de duelo en la Plaza de Toros de Madrid.
Tras la muerte de su novio, el brillante novillero Miguel Freg Castro, y no pudiendo soportar la pena de no verle en adelante, ni vivo ni muerto, pues sería sepultado en el Cementerio de la Almudena en Madrid, se produce el suicidio de la Señorita Inés Olmos en la Alameda Central de México D.F., al darse un balazo en la cien. Así la encontraron la mañana del 15 de julio siguiente.
Fuente:
http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=68530&tabla=deportes
El 11 de julio de 2012 recibí una amable carta de don Rafael Gómez Lozano (Dientefino) propietario del Blog Taurino en la Internet "Toreros Mexicanos" donde me envía foto y texto del libro "Las Cornadas" de Ignacio Solares y Jaime Rojas Palacios (Paginas. 73 y 75), donde citan que: En la madrugada del 15 de julio de 1914, o sea tres días después de la muerte trágica del gran torero, la ambulancia de la Sexta Comisaría de esta ciudad de México, recogió de uno de los prados de la Alameda, el cadáver de una guapa mujer de nombre Inés Olmos, quien se había suicidado pegándose un tiro en la sien derecha. Al registrarse las ropas del cadáver se encontró un bulto de cartas y retratos de Miguel Freg, que la occisa había guardado en su seno, así como una carta escrita por ella a las autoridades, en la cual recomendaba que los retratos de su amado, por el que había vivido y por el que moría al saber su trágico fin en Madrid, fueran enterrados con ella. La voluntad de Inés se cumplió al pie de la letra, pues las cartas y retratos de su amado, fueron a dar a su sepultura. Ella, la que algún día le jurara amor eterno, no pudo vivir si él, sin su amor, y se iba tras de su alma, llevándose como única reliquia, unas pobres cartas y unos retratos manchados con su propia sangre.
El drama que había principiado con un sueño, había concluido... (Puyazos).
Solo para efectos ilustrativos
El novillero Miguel Freg Castro
Cortesía de
http://www.todocoleccion.net/tema-tauromaquia-miguel-freg-ver-dorso~x8981986