PEDRO BENJUMEA DURÁN " PEDRÍN " (1945 - 2000)
Nació en Herrera (Sevilla) el 29 de noviembre de 1945, mudándose a vivir muy niño a Palma del Río (Córdoba) donde su padre consigue trabajo como mayoral de la dehesa de Enriqueta de la Cova. Debuta de luces el 11 de junio de 1964 en Arévalo (Ávila), y con picadores en ese mismo año en San Sebastián de los Reyes (Madrid) y más adelante realiza una exitosa presentación como novillero en la Plaza de Las Ventas en Madrid, el 12 de septiembre de 1965, junto a José María Sussoni y Rafael Astola con novillos de Moreno de la Cova, y donde corta tres orejas y sale a hombros.
Antes de tomar la alternativa era ya carne de toro. En 1965 fue corneado en Ecija por un novillo de Honorato Jordán; en 1966, le hirieron un astado de Juan Gallardo en Puerto de Santa María y otro de Matías Bernardos en Barcelona. Un novillo de Enriqueta de la Cova, ganadería de la que su padre había sido mayoral, le dejó marcada la cara y, además, le corneó en los glúteos en Gijón. Vuelve a irse al hule en Aranda de Duero a finales de temporada, por culpa de un novillo de Sánchez Arjona.
Toma su alternativa el 27 de febrero de 1967 en Castellón de manos de Julio Aparicio, estando de Testigo “Palomo Linares” con el toro “Saleroso”, de Antonio Pérez de San Fernando. Vuelta al ruedo y dos orejas y rabo al toro de Montalvo; de ahí a su confirmación en Las Ventas: 19 de mayo en 1967, siendo su Padrino: Julio Aparicio y de Testigo: “El Viti”, con Toros de Baltasar Ibán. Ese mismo año protagoniza la película Cicatrices y para la cual no requirió de “maquillajes”. Pedrín Benjumea, en competencia con Manuel Benítez El Cordobés en momentos de máximo esplendor del diestro de Palma del Río, fue un extraño fenómeno que alcanzó, a costa de su sangre, una considerable notoriedad. La temporada de su alternativa rebasó los 80 festejos pese a la cornada que le infirió en los sanfermines un toro de Martínez Elizondo. Esta estela de sangre le siguió hasta Cali (Colombia) donde en Navidades pagó de nuevo su arrojo y su valentía.
Si sangrienta fue la temporada de 1967, la del año 68 no se queda atrás, pues las cornadas, sobre todo la de Palma de Mallorca en junio, y la de San Sebastián a principios de agosto, mermaron sus facultades y el número de festejos, empero resurge para la temporada de 1969 con 30 corridas, y merman sus actuaciones para la temporada de 1970 a 20 corridas toreadas al ser cogido el 17 de mayo de 1970 por el toro “Colladero”, de la dehesa de d. Celestino Cuadri.
Realmente 1970 marca su declive definitivo al sufrir 2 cornadas gravísimas en Madrid. Tras algunas temporadas oscuras y sin relieve, un infausto suceso ocurre en 1974, donde Benjumea se tiró al ruedo de espontáneo en “La Maestranza” en un toro de “Palomo Linares”, por lo que le retiraron el carné de matador por 2 años y puede decirse que aquello fue el levante del desastre, pues el aporreado torero todavía pagó cuota de sangre en 1978 en San Sebastián.
Cuando parecía terminada su carrera y a manera de brillante despedida, reaparece el 3 de agosto de 1986 en Palma de Mallorca, junto a Juan José García y Freddy Villafuerte, frente a toros de Villafuerte, y donde corta tres orejas. Benjumea, quien durante algún tiempo a costa de arrojo y de cornadas estuvo en los primeros puestos del escalafón hispano, radicaba en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes, donde tenía una finca de naranjos en Andalucía, y estaba casado y con cuatro hijos. El 20 de noviembre del año 2000, el aguerrido espada aparece ahorcado en un chamizo abandonado, sin razón aparente, sino por los golpes recibidos en su inquieto cerebro, en el poblado del Real Automóvil Club de España (R.A.C.E.) de San Sebastián de los Reyes. Díos le tenga en su gloria a este valeroso torero.
Refieren los enterados, que se quitó la vida colgándose de una viga. Hacia unos meses había sufrido una grave lesión de las vértebras cervicales irreversible a causa de una voltereta que le propino un becerro el día 18 de septiembre. Su cadáver fue incinerado en el tanatorio de Alcovendas (Madrid) siendo sus cenizas esparcidas en la finca que poseía en Lora del Rió (Sevilla) Le faltaban 9 días para cumplir 55 años de edad.