Los toros dan y quitan

BENSLAINAM TAIB (XXXX - 1986)

BENSLAINAM TAIB

Solo para efectos ilustrativos

Iglesia en Fuenlabrada (Madrid)

Cortesía del Sitio Web: http://www.madrid.org

Al tomar parte en el encierro celebrado el 15 de septiembre de 1986 en Fuenlabrada (Madrid), dejaría de existir el aficionado marroquí Benslainam Taib, al recibir un fuerte golpe en la región torácica propinado por un novillo del hierro de Justo Nieto.
Fuente:
Don Juan José de Bonifaz Ybarra, de su obra “Víctimas de la Fiesta”, Capítulo 7, Página 204.

Por su parte el acreditado diario español "El País", del martes 16 de septiembre de 1986 informó que un hombre resultó muerto y, al menos, otras 13 personas heridas, tres de ellas de gravedad, en el transcurso del primer encierro de las fiestas de Fuenlabrada (Madrid), ayer por la mañana. Luis Miguel Álvarez, concejal de Sanidad del Ayuntamiento de Fuenlabrada, de mayoría socialista, informó a la emisora local Onda Fuenlabrada de la muerte de un hombre de nacionalidad marroquí. Se trata de Tayib Ben Sliman, de 36 años y nativo de la ciudad de Larache, quien murió por las heridas causadas por las astas de un toro poco antes de la una de la tarde. Fue trasladado urgentemente al hospital Primero de Octubre, en Madrid. Fuentes del centro sanitario confirmaron que el súbdito marroquí falleció al poco de ingresar. Los encierros habían empezado a las 10.45 de la mañana, con unos minutos de retraso sobre lo previsto. Era el primero de los tres que se celebran durante las fiestas de este año, que terminan mañana. Dos toros y dos vaquillas fueron soltados por las calles de la Arena y de las Navas. Decenas de jóvenes siguieron sus evoluciones durante un par de horas por estas calles paralelas. Según varios testigos, hubo varias cogidas y tropezones, por lo que más de 10 personas tuvieron que ser asistidas por miembros de la Cruz Roja y de Protección Civil. Quedaban pocos minutos para la una de la tarde cuando uno de los toros alcanzó a Tayib Ben Sliman a la altura de la plaza del General Barrón, donde confluyen las dos calles. Según varios testigos, la víctima tropezó en su carrera y se encontró de frente con el toro, que le clavó un pitón por debajo del cuello. La versión oficial señala que el asta entró por el pecho del fallecido y le llegó hasta el corazón. La víctima, según la información facilitada por el concejal de Sanidad de Fuenlabrada, Luis Miguel Álvarez, vivía en el kilómetro 2,100 de la carretera M-423, que une Fuenlabrada con Moraleja de Enmedio (Madrid).

Al siguiente día (17 de septiembre), el mismo diario "El País", de la pluma de su editorialista Carlos Fresneda, complemento las desgracias ocurridas en estas fiestas diciendo: Las fiestas de la localidad madrileña de Fuenlabrada se despiden hoy con un resumen amargo: la muerte de un hombre al ser cogido por un toro en los encierros y una larga lista de heridos. El lunes falleció Tayib Ben Sliman, marroquí de 36 años, y al menos 13 personas resultaron heridas, tres de ellas graves. Ayer fue de nuevo un día gris: dos hombres resultaron heridos, uno de ellos muy gravemente, por las lesiones causadas por los toros. Para hoy por la mañana está previsto el tercer y último encierro de las fiestas de este año. Francisco López Sierra, de 37 años, y Manuel Jiménez Garrido, de 28, resultaron heridos de gravedad en los encierros de ayer. Francisco López Sierra sufrió fractura craneal, con pérdida de masa encefálica, al ser volteado por un toro y caer sobre el asfalto. Fue trasladado urgentemente al hospital Primero de Octubre. Su pronóstico es muy grave. De menor gravedad fueron las lesiones sufridas por Manuel Jiménez, con heridas por asta de toro en una axila y en un glúteo. Está internado en el hospital de Móstoles y se recupera favorablemente según fuentes del centro sanitario. Dos de los heridos graves del primer encierro, Francisco Valdivia y Germán López, han regresado ya a sus domicilios. Otros dos siguen ingresados en el hospital de Móstoles. Se trata de Luis Gutiérrez y Enrique Murguía. Este último ha sido intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones y evoluciona favorablemente de sus heridas. Fuentes municipales señalaron que el Ayuntamiento de Fuenlabrada no puede suspender los encierros debido a la gran demanda popular para que se celebren año tras año. Las mismas fuentes señalaron que la decisión tendría que partir de la comisión de festejos, encargada de la organización. Hace dos años, un grupo de jóvenes del pueblo reaccionó con protestas ante la posibilidad de eliminar los toros de los encierros y dejar sólo las vaquillas.

"Les hacen perrerías":
Todo estaba preparado el pasado lunes para el primer encierro de las fiestas. Faltaban unos minutos para las once de la mañana cuando se soltó a los dos toros y a las dos vaquillas. Las vallas de madera trazaban "el circuito de siempre", según señalaba el programa de fiestas: salida en la calle de Luis Sauquillo, a través de dos calles paralelas -la de la Arena y la de Las Navas-, para llegar a la plaza del General Barrón. Vigas de madera y carros volcados hacían las veces de burladeros a lo largo del recorrido.Ni los toros ni las vaquillas sobreviven al encierro. "Les hacen verdaderas perrerías", comenta una joven. Durante más de dos horas, los toros y las vaquillas dan vueltas y vueltas, aguantando todo tipo de agresiones por parte de los corredores. "Les agarran del rabo, les dan con palos, les arrojan vino desde las ventanas", continúa la joven. "Si no acaban antes con ellos, sale un puntillero y les remata en plena calle". Varios jóvenes que se encontraban en la plaza por la noche recibieron con un encogimiento de hombros la noticia de la muerte de Tayib Ben Sliman. Algunos corrieron por la mañana en los encierros. Nadie se había enterado. Uno de ellos recordó de pronto que "los de la Cruz Roja se llevaron a un hombre con la cara y el pecho ensangrentados". "Lo de esta mañana no han sido encierros ni nada; el primer toro no se tenía en pie después de media hora", comentaba otro. A Jesús Fernández Losada, de 19 años, se le nublan los ojos cada vez que recuerda cómo le cogió un toro hace dos años, también en Fuenlabrada. Estuvo a punto de no poder contarlo. Pasó tres meses en la unidad de vigilancia intensiva (UVI) y aún hoy vive con las inevitables secuelas del accidente. "Me despertaba sobresaltado y siempre me encontraba con el toro ahí, delante de mí". No volvería a correr delante de un toro por nada del mundo. Quien no opina así es su compañero Martín Heras, de 15 años. Él no vio la cogida del lunes. "Bastante tenía con evitar que el toro no me cogiera a mí; aun así me llegó a rozar en un zapato". Poco parecía importarle. Estaba dispuesto a correr las vaquillas esa misma noche, y los toros, al día siguiente.

Fuentes:
http://elpais.com/diario/1986/09/16/madrid/527253866_850215.html
http://elpais.com/diario/1986/09/17/madrid/527340259_850215.html