MARIANO LÓPEZ "REGIONAL" (1907 - 1931)
Novillero que fue cogido por un novillo en la Plaza de Toros de Tetuán de las Victorias (Madrid) el 9 de agosto 1931, y que fue difunto el día 11 del mismo mes. Abundando sobre su vida taurina el maestro Juan José Zaldívar Ortega refiere que << Mariano López “Regional”, fue un matador de novillos, natural de Bilbao, donde nació el año de 1907, falleciendo en 1931, a los 24 años de edad. Modesto espada que en una de sus escasas corridas, la del 9 de agosto de 1931 en la Plaza de Toros de Tetuán de las Victorias (Madrid), le cogió un novillo de Lerdean, recibiendo un fuerte golpe en la cabeza, de resultas del cual murió a los dos días. "
El erudito taurino, Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere de esta víctima de la fiesta, que << el 9 de agosto de 1931, en la plaza de Tetuán de las Victorias, inmediato a Madrid pero entonces con municipio propio, es cogido el bilbaino Mariano López (Regional) por una res de la ganadería de Lerena. Se le aprecia en la enfermería una contusión medular, de pronóstico grave. Y lo era, ciertamente, pues moriría a primeras horas de la noche del inmediato día 11 de agosto de 1931 en el Hospital General Madrileño. "
Cita el cronista madrileño "Don Víctor", propietario en la Red del Blog taurino "A los Toros", que el 9 de agosto de 1931 se celebró una novillada sin caballos en la plaza de toros de Tetuán de las Victorias en la que con novillos de José Lerena se las entendieron los principiantes Alejandro Izquierdo, Mariano López (El Regional) y José Gómez. Los novillos, abantos y mansos, no se cansaron de tirar continuas tarascadas por lo que la terna anduvo casi toda la tarde en peligro, fueron unos moruchos en toda regla. El segundo de la tarde cogió aparatosamente a "El Regional" al darle los primeros pases, lo llevaron conmocionado a la enfermería sin que nadie pudiese pensar que dos días más tarde iba a perder la vida en el Hospital Provincial de Madrid a consecuencia de los golpes recibidos. Alejandro Izquierdo tuvo que despachar cuatro novillos ya que José Gómez también hubo de ingresar en la enfermería tras la lidia de su primero. El sexto fue un barrabás que en cada acometida se llevaba un lidiador por delante, al darle Alejandro un segundo pinchazo salió perseguido y, al saltar la barrera, cayó de cabeza al callejón, también lo llevaron conmocionado a las dependencias sanitarias.