PEDRO MONTES MORA (1905 - 1930)
Pedro Montes Mora, matador de novillos, nacido el 10 de mayo de 1905, en la población toledana de Portillo, falleció en 1930, cuando contaba 31 años de edad. Esa temporada había participado en 12 corridas hasta la tarde del día 25 de julio, fecha de su mortal cogida en la Plaza de Toros de Escalona. Un toro de don Ricardo Sáez, de nombre “Español”, le infringió una gravísima cornada al rematar un quite. La herida, mortal de necesidad, tenía más de veinte centímetros de profundidad y estaba situada en la región inguino abdominal derecha, penetrando en el vientre, tras seccionar la arteria femoral y otros vasos importantes. Falleció a los pocos momentos de ingresar en la enfermería. Pedro Montes, al igual que su hermano, el matador Mariano, muerto en la Plaza de Toros madrileña de Carabanchel Bajo, tenía que sucumbir en el ruedo. Valiente hasta no poder más, era éste su único recurso para hacerse aplaudir. "Si al valor uniera un poco más de arte ya estaría colocado", decían los cronistas de él. La temporada de 1929 fue la mejor de su carrera; se mostró valiente y con grandes deseos de complacer, toreando 36 festejos con picadores, cifra no rebasada por ningún novillero del escalafón aquel año. En la Plaza de Toros madrileña de Tetuán de las Victorias sufrió una grave cogida que le impidió la participación ya contratada en varias otras novilladas. Alentado por los triunfos de su hermano Mariano, se dedicó desde muy joven a torear. En cierta ocasión se celebraba en el pueblo de Gerindote una novillada, los responsables de estoquear los bichos se asustaron ante el tamaño exagerado de los bureles, y entonces Pedro, con una temeridad que fue característica esencial en su vida taurina, estando sentado en un tendido, bajó al redondel y despachó la corrida. Desde entonces tomó parte en muchas novilladas pueblerinas; los buenos éxitos que obtuvo en ellas hicieron eco en Madrid, cuya Empresa le contrató para el 19 de marzo de 1926. Montes estuvo aquella tarde valiente y escuchó palmas en abundancia, tanto por este motivo como por el efecto sentimental que producía que fuese hermano del valiente diestro que había muerto poco tiempo atrás. Esa temporada de 1926 fue triunfal para él, habiendo actuado en 17 novilladas. La de 1927, aunque siempre se manifestó muy valiente, incluso hasta la temeridad, desmereció un tanto su labor. Trabajó en la Plaza de Toros de Madrid el 13 de marzo de 1927 y en las Plazas de Barcelona y Santander, hasta un total de 20 novilladas. En 1928 bajó el número de festejos toreados. (Fuente: Crónica de don Juan José Zaldívar Ortega)
Refiere el erudito, don Juan José de Bonifaz Ybarra, de esta víctima de la fiesta, que <<Durante la temporada de 1929 había inaugurado el toledano, de Portillo, Pedro Montes Mora la plaza de toros de Escalona, en su provincia natal. Vuelve a tal coso el 25 de julio de 1930 en mala hora, ya que el astado corrido en segundo lugar, “Español” de nombre, de la vacada de Ricardo Sáez, le empitonó por la ingle derecha, seccionándole la femoral, siendo inútiles los esfuerzos que llevaron a cabo los médicos de la enfermería, donde emitió su último suspiro a los pocos minutos de ingresado. Pese a la trágica muerte de su hermano Mariano, espada de alternativa, la nota destacada de Pedro fue siempre su valor, tantas veces contrastado. "