Los toros dan y quitan

REGINO VELASCO (XXXX - 1921)

REGINO VELASCO

Solo para efectos ilustrativos
Plaza de Toros de Madrid de la carretera de Aragón
Cortesía del Sitio Web: La Aldea de Tauro/ http://1.bp.blogspot.com

Disfrutaba de extraordinaria popularidad el impresor y jefe de personal de la plaza de toros de Madrid, la llamada de la carretera de Aragón, Regino Velasco, cuando halló su trágico fin en el callejón del mencionado coso, al saltar la barrera un toro del marqués de Melgarejo, la tarde del 4 de septiembre de 1921. Su manifiesta obesidad impidió que tuviera la necesaria rapidez de movimiento para poderse poner a salvo. (Fuente: Crónica de don Juan José de  Bonifaz Ybarra, de su obra “Víctimas de la Fiesta”, Capítulo 7, Página 191)


De la hemeroteca de don Rafael Gómez Lozano
http://torerosmexicanos.blogspot.mx/

Por su parte, la Gacetilla Taurina de la página web,  La Plaza Real, refiere del trágico suceso, que << El (…1921), actuó en Madrid el banderillero Pablo Marcos González (Marquitos); al banderillear de segunda al último astado de la novillada, del marqués de Melgarejo, fue perseguido por el bicho, saltando tras él la barrera y cogiendo en el callejón al popular impresor y a aficionado don Regino Velasco, a consecuencia de lo cual murió en el mismo callejón…, porque corridas hay en que, proporcionalmente, hay más gente ocupándolo,  que en los tendidos de la plaza." Fuente:
http://.laplazareal.net/gacetilla30.htm

Abundando sobre la tragedia, "Don Víctor", el docto cronista madrileño que mantiene en la Internet el visitado Blog taurino "A los Toros", refiere en sus efemérides, que un 4 de septiembre de 1921, se celebró en Madrid una novillada en la que se lidiaron seis reses de don Juan Terrones y dos de don Francisco Trujillo para los diestros Gregorio Garrido, Uriarte, Carralafuente y Dorruti. El festejo resultó aburrido y no hubiese tenido mayor trascendencia de no haber sido porque el último de la tarde, "Hortelano", manso y fogueado, saltó al callejón por el tendido 9, siguiendo hacia el 8. Entre ambos tendidos se encontró con Regino Velasco que fue cogido y empitonado con el cuerno derecho por la región glútea y lanzado contra uno de los pilarotes de la barrera. En la enfermería los doctores Vigueras y Segovia le apreciaron una herida de veinte centímetros de profundidad, con grandes destrozos; otra en la región occipital y fuerte conmoción cerebral y visceral. Le aplicaron inyecciones de suero fisiológico y adrenalina, intentando también la respiración artificial; pero todo ello sin éxito. Don Santiago Carrasco, coadjutor de la parroquia de Covadonga, le administró la Extremaunción; a las ocho y veinticinco dejaba de existir. Contaba setenta y cuatro años y desde hacía más de cuarenta era el jefe de personal de la plaza; su imprenta de la calle Marqués de Santa Ana era famosa en todo Madrid. Sobre las dos de la madrugada se trasladó el cadáver del infortunado Regino al domicilio de la calle en donde tenía ubicada su imprenta.