RUBIO LARGO (XXXX - 1920)
Fue un picador peruano que trabajó como tal a principios del siglo XX, y que a consecuencia de los golpes recibidos en la cabeza, perdió la razón y estuvo internado hasta su fallecimiento en el Hospital Larco Herrera (Manicomio de esa época) en Lima Perú. (Fuente: Crónica de don Dikey Fernández Vásquez)
El nombre del más conocido hospital para enfermos mentales de Lima se debe al empresario agrícola, político y filántropo trujillano Víctor Larco Herrera (Trujillo 1870-Santiago de Chile 1934). Larco tuvo a su cargo la dirección de la hacienda Chiquitoy, en el valle de Chicama. Cuando fue alcalde de Trujillo (1913), obsequió a su ciudad el edificio que ocupa hasta hoy la Municipalidad. Se incorporó a la Sociedad de Beneficencia de Lima y se encargó de la inspección de hospitales para enfermos mentales. De esta manera, dio su pleno apoyo al médico psiquiatra Hermilio Valdizán para desaparecer los métodos inhumanos a los que eran sometidos los pacientes en su tratamiento. En pocos años, donó más de un millón y medio de soles para la construcción de un nuevo hospital psiquiátrico, que hoy lleva su nombre. Fue inaugurado el 1 de enero de 1918 con el nombre “Asilo Colonia de la Magdalena”; desde 1930, se le llamó “Víctor Larco Herrera” en honor a su benefactor.
El nuevo hospital recibió a los pacientes del antiguo Hospicio de la Misericordia (conocido como el “Manicomio del Cercado”) que albergaba, desde 1859, a los enfermos mentales, luego de que fueran trasladados de los antiguos servicios custódiales (“loquerías”) que existieron desde antes como anexos de los hospitales de San Andrés (varones) y Santa Ana (mujeres). Su primer director fue el doctor Hermilio Valdizán. Le sucedieron en el cargo Baltasar Caravedo, Juan Francisco Valega y Honorio Delgado. El hospital dependió de la Beneficencia hasta 1966, cuando pasó a ser administrado por el Ministerio de Salud. Es importante mencionar que este hospital tuvo el prestigio de ser el primer centro psiquiátrico en América Latina en aplicar los más modernos tratamientos de la época. En nuestro país, fue el único hospital de su especialidad hasta 1961, año en que se inauguró el hospital “Hermilio Valdizán”.