SERAFÍN URÍA MAURIZ "BARBERO " (1890 - 1916)
Banderillero de novillos, de modesta calidad, nacido en Madrid el 10 de julio de 1890 y que falleció el 27 de septiembre de 1916, cuando contaba con 25 años de edad, actuando el 23 de septiembre de 1916 en la novillada que celebró el pueblo de Hoyo de Pinares con motivo de las Fiestas de San Miguel, donde un novillo de Robles le cogió, produciéndole diversas contusiones e intensísima conmoción visceral, de la que no pudo reaccionar, muriendo a las diez de la noche de ese mismo día. (Fuente: Crónica de don Juan José Zaldívar Ortega)
Relata el cronista Juan José de Bonifaz que << el modesto Serafín Uría Mauriz (Barbero) participa en un festejo económico que con novillos de Robles se celebra en Hoyo de Pinares (Ávila). En su transcurso es cogido, sufriendo tan fuerte conmoción visceral que el óbito se produce a la primera hora de aquella misma noche. La fecha de la cogida y muerte es la del 28 de septiembre de 1916. "
Me he topado con varias notas periodísticas en la hemeroteca de página de Internet http://.telefonica.net, donde refieren << Novillero Muerto (Ávila, 30 de septiembre de 1916, 9 de la noche): En Hoyos de Pinares se lidiaba ayer (se refieren al 29 de septiembre) una corrida, en la que figuraba como matador “Palmerito”. Serafín Uría (el Barbero) fue alcanzado por el primer novillo. Según referencias, en los primeros momentos no se dio importancia al percance; pero a las pocas horas murió (el Barbero) de un colapso cardiaco. Era natural de Madrid. Tenía veinticinco años, y deja madre anciana y cuatro hermanos pequeños a quienes mantenía. "
Otra nota periodística, coincidente en la fecha del fallecimiento, relata que << En Hoyo de Pinares, donde se celebraba una novillada lidiándose toros de Robles, que resultaron difíciles, al dar un capotazo al primer bicho el banderillero Serafín Uria, "Barbero", fue alcanzado, derribado y pisoteado horriblemente. Conducido a la enfermería, se le apreció una fuerte conmoción visceral que determinó un colapso cardíaco. Como la gravedad del diestro aumentaba por momentos, se le administraron los Santos Sacramentos a las nueve de la noche. Una hora más tarde el infortunado banderillero dejó de existir, rodeado de los médicos, de sus compañeros "Palmerito", Gea y "Joselillo", de su amigo Garcés y otras personas.En el pueblo ha producido la muerte del "Barbero" penosísima impresión. "
LA MUERTE DE BARBERO
Carlos Javier Galán.
1916 sería un año trágico en la historia de nuestra feria taurina: muere en El Hoyo de Pinares el banderillero Serafín Uría Mauriz, Barbero. El diario La Acción narraba de esta forma el desgraciado suceso: “Ávila. En Hoyo de Pinares, de esta provincia, se celebró esta tarde una novillada en la que se actuaba de matador Francisco Martínez (Palmerito). Cuando más entusiasmado estaba el público y más aplaudía a Palmerito y al novillero Serafín Uría (Barbero), dos muchachos que trabajaban de firme, un novillo empitonó a Serafín y le corneó aparatosamente. Pasó Barbero a una casa particular, donde los médicos le reconocieron, sin dar importancia a las contusiones que presentaba. Creyóse que no había que temer por el diestro y que tardaría poco en poder ponerse en camino de Madrid, pero era tan grande la conmoción visceral que había sufrido, que un colapso cardíaco que le acometió le privó de la vida. El infeliz moría pocas horas después de haber sido recogido por caridad en una casa y, mientras agonizaba, en la plaza celebrábase un baile en el que mozos y mozas del pueblo danzaban, bien ajenos a que a pocos pasos de allí se escapaba la vida de un hombre joven que se arriesgó a exponerla temerariamente por conquistarse unas palmas y un puñado de pesetas que ofrecer luego a su madre y cuatro hermanos que mantenía. El infortunado era natural de Madrid y contaba veinticinco años de edad”. También Heraldo de Madrid se hace eco de la terrible noticia: “En Hoyo de Pinares, donde se celebraba una novillada lidiándose toros de Robles, que resultaron difíciles, al dar un capotazo al primer bicho, el banderillero Serafín Uría, Barbero, fue alcanzado, derribado y pisoteado horriblemente. Conducido a la enfermería, se le apreció una fuerte conmoción visceral que determinó un colapso cardíaco. Como la gravedad del diestro aumentaba, se le administraron los Santos Sacramentos a las nueve de la noche. Una hora más tarde el infortunado banderillero dejó de existir, rodeado de los médicos, de sus compañeros Palmerito, Gea y Joselillo, de su amigo Garcés y otras personas. En el pueblo ha producido la muerte del Barbero honda impresión”. Otras publicaciones, como La Correspondencia de España o La Lidia también se ocuparon de la triste noticia.
Serafín Uría, que había nacido en Madrid el 10 de julio de 1890, fue enterrado en el propio cementerio de El Hoyo de Pinares, donde todavía se conserva su sepultura. Cuando yo era niño, algunas jóvenes del pueblo acostumbraban a dejar flores sobre la misma el día de Todos los Santos, para que el banderillero no yaciera en completo olvido.
Es de suponer que la familia no pudiera afrontar los gastos del traslado. De la precaria situación económica en que quedó nos da idea el hecho de que, en octubre de 1916, los toreros que toman parte en una corrida en la Plaza de Toros de Tetuán en Madrid, y otros que estaban de espectadores y se unen de paisano, realizan, después del tercer toro, una cuestación entre el público a favor de la madre y hermanos de su compañero Serafín Uría, Barbero, recolectando 145 pesetas de entonces, gesto del que dan cuenta las revistas La Lidia y Toros y Toreros.
Fuente:
Don Pedro Julio Jiménez Villaseñor