Los toros dan y quitan

MANUEL DÍAZ HERRERA "MINUTO CHICO" (1884 - 1911)

MANUEL DÍAZ HERRERA "MINUTO CHICO"

Cortesía de
http://gestauro.blogspot.mx/2013/09/manuel-diaz-vargas-minuto-chico.html

Matador de toros que nació en Sevilla el 15 de febrero de 1884, era sobrino de Enrique Vargas (Minuto). El 3 de septiembre de 1911 se produjo la única cogida mortal ocurrida en la Plaza de Toros de Alicante. El novillo “Faccioso”, de la ganadería de D. Samuel Flores, acabó con la vida del torero sevillano Manuel Díaz “Minuto Chico” siendo muerto al día siguiente a los 27 años de edad. Fue el tercer toro de la tarde, y al darle “Minuto Chico” los primeros lances, en un capotazo fue enganchado por la entrepierna y sufrió una gran cornada que tuvo fatales consecuencias, ya que la herida contusa en la cara antero-interna, del tercio medio izquierdo hacia arriba, tenía 25 centímetros de profundidad e interesaba la piel, tejido celular, músculos, así como el desgarro de la arteria femoral, terminó con su vida a las siete de la mañana del siguiente día, 4 de septiembre de 1911. Esa tarde compartía cartel con Andrés Nebot "Esparteret”.


Refiere el cronista coetáneo D. Juan Moreno Castro, que “El Cossío” le considera novillero, pero que en algún lado ha leído que recibió la alternativa concedida por su tío Enrique Vargas "Minuto". Al respecto del suceso, d. Manuel Ledesma (Matador de Toros y cronista) refiere a forma de contar sobre el suceso,  que no le tocaba esa suerte tan negra,  sino que su destino llevó sus pasos al desenlace:" Cuando Andrés Nebot, "Esparteret" pasaba de muleta a "Faccioso" de la ganadería de Sabino Flores, a Manuel Díaz Herrera, "Minuto Chico", le pareció oportuno darle un capotazo, con tan mala suerte que resultó corneado en el triángulo de Scarpa del muslo izquierdo con rotura de la femoral. El hecho tuvo lugar el día 3 de septiembre de 1911en la Plaza de Toros de Alicante, en cuya enfermería fallecería a primeras horas del siguiente día."

 

Por su parte don Juan José de Bonifaz Ybarra, el erudito taurino español,  refiere así su trágica singladura taurina en su obra “Víctimas de la Fiesta” << no le correspondió en el sorteo a Manuel Díaz Herrera (Minuto chico) aquel astado de la divisa de Sabino Flores llamado “Faccioso”, lidiado en tercer lugar en el festejo celebrado el 3 de septiembre de 1911 en la plaza de Alicante. Le había tocado a Andrés Nebot (Esparteret), quien le estaba pasando de muleta cuando a “Minuto Chico” le pareció oportuno darle un capotazo, con tan mala fortuna que resultó corneado en el triangulo de Scarpa del muslo izquierdo, con rotura de la arteria femoral. En la misma enfermería del coso dejaría de existir cuando comenzaba el siguiente día. "

El historiador contemporáneo, José Antonio Román Romero refiere de este trágico personaje de la fiesta que: MANUEL DÍAZ HERRERA, "MINUTO CHICO", nació en Sevilla el 15 de Febrero de 1884. Hizo su debut como matador, en Constantina el 25 de, Julio de 1905. Vistió el traje de luces por vez primera en Cartagena el Domingo de Pascua de 1906, alternando con "Parraito". Sin haber toreado en Madrid y Sevilla, era muy conocido de la afición, pues en plazas de segundo y tercer orden toreaba muy poco. Era valiente y habilidoso. No tuvo más que una cogida en Albacete el 8 de septiembre de 1908, en que un toro de Flores le dio una cornada en el muslo derecho. El 3 de septiembre de 1911, fue a estoquear en unión de Esparteret, cuatro novillos de D. Higinio Flores á la plaza de Alicante. En el tercer toro llamado «Faccioso», retinto y muy grande, al dar un capotazo para ayudar a Esparteret, cuando le toreaba de muleta, es cogido Minuto chico, resultando con una tremenda cornada de unos veinticinco centímetros, en el muslo izquierdo con rotura de la femoral, lo que fue causa de su fallecimiento al día siguiente. Era sobrino de "Minuto", y usaba el apodo de "Minuto Chico", la herida, aunque al pronto creyó el desventurado diestro que no tenía importancia, era mortal, tan mortal, que el pobre torero no salió de la enfermería, donde, á pesar de los solícitos cuidados con que fue atendido, pereció antes de las veinticuatro horas de la cogida. . El entierro constituyó una manifestación de duelo imponente.


Cortesía de don José Antonio Román Romero
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