SATURNINO ARANSÁEZ MARTÍNEZ (1865 - 1911)
Torero español que figuró en las cuadrillas de Fernando Gómez “Gallo” y “Cara-Ancha” como banderillero en sus inicios, empero inducido y aconsejado por varios amigos se hizo matador de novillos de buenas hechuras alternando con las figuras de su época como “Pepete” y “Gorete”. En 1892 hizo una brillante campaña en América. El 12 de marzo de 1911 fue cogido por un toro, y fue muerto hacia el día 19 del mismo mes.
La crónica de don Diego Ledesma, también matador de toros, refiere que: << en la ciudad venezolana de Valencia, colaborando en tareas de enchiqueramiento de un encierro de la ganadería del General Obdulio Bello, resultó herido en el triángulo de Scarpa el novillero de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), Saturnino Aransáez Martínez. El desgraciado accidente tuvo lugar el día 12 de marzo de 1911, falleciendo dos días después en el Hotel San Rafael de aquella ciudad. Saturnino comenzó su andadura torera como novillero para, pasado un tiempo, ponerse a las órdenes de Fernando Gómez, "El Gallo" y José Sánchez del Campo "Cara Ancha" lo que habla de su categoría como rehiletero en esos tiempos tan competidos. ".
Al respecto de este lidiador, refiere el historiador Nilson Guerra Zambrano de Venezuela, que el libro de "El toreo en Venezuela", de Víctor José López "El Vito", Editorial Aequitas C.A., Caracas, diciembre de 2007, << que el mismo día de la muerte de Saturnino falleció en España su esposa, ignorante del percance de su marido. Está enterrado en el viejo cementerio de Valencia, Estado Carabobo, en Venezuela."
El erudito taurino español, don Juan José Zaldívar Ortega, comenta de este lidiador, que fue un: <<matador de novillos, nacido en Santo Domingo de la Calzada (Logroño) el 11 de febrero de 1865, falleció en corrales de una ganadería venezolana el 12 de marzo de 1911, cuando estaba enchiquerando una corrida, a los 46 años de edad. El mismo día de su muerte en Venezuela falleció, por una coincidencia fatal, en su casa de Madrid, su esposa. Saturnino fue un notable banderillero y un novillero valiente, que se malogró por varias razones, y entre otras por su carácter pendenciero. Su primer oficio fue el de tapicero, del que pasó bien pronto a la lidia de reses, presentándose en las Plazas de Toros de la Rioja, como en la de Calahorra, en la que se hizo popular, y todas las empresas de la provincia contaban con él para darle aliciente a sus espectáculos. Cierta persona unida en amistad a su padre y al empresario de Madrid, le recomendó y lo impuso como banderillero en algunas novilladas, dándole ocasión al joven torero para soltarse con el capote y hacer adelantos con las banderillas. Su primera cuadrilla fue la de Joaquín Sanz (Punteret), y a su lado recorrió las plazas de más importancia de España, entre los años 1884 a 1888. Sufrió algunas cogidas graves a lo largo de su carrera, pero no enturbiaron su valentía. Su conducta particular le llevó a cometer ciertas guapezas -actos de chulería reprobables, que le perjudicaron mucho como torero, y hubo de renunciar al estoque y seguir trabajando como banderillero junto a matadores de toros y novilleros. “El Tío Lagarto”, revistero-corresponsal de “Sol y Sombra” en Valencia (Venezuela), donde Aransáez se hallaba, detalló la desgracia que costó la vida a éste del siguiente modo: "El domingo 12 de marzo de 1911, a las dos y media de la tarde, en momentos en que enchiqueraba los toros ayudando a su compañero “Almanseño”, un toro del ganadero venezolano Obdulio Bello le alcanzó al pretender acogerse a un burladero que existe en los corrales, empuntándole por la parte superior del muslo derecho, en la base del triángulo de Scarpa, y campaneándolo horriblemente, le infirió una cornada que le produjo intensísima hemorragia. “Almanseño” acudió prontamente a hacer el quite a su compañero, y en tanto distrajo al toro, Aransáez tuvo fuerzas para arrastrarse al burladero, en el que también se refugió “Almanseño”, y en el que pasaron quince minutos sin poder moverse, pues el animal estaba frente a ellos y fue preciso enlazarlo para poder socorrer al herido. Como la pérdida de sangre había sido mucha y se tardó en hacerle la primera cura, la cornada resultó mortal; pasó la noche del domingo y el lunes quejándose de agudísimos dolores, y en la mañana del martes, comprendiendo había llegado su última hora, llamó a sus amigos y compañeros, se despidió de todos y entró en la agonía, falleciendo a las once de la mañana del 14 de marzo de 1911." El mismo día de su muerte en Venezuela falleció, por una coincidencia fatal, en su casa de Madrid, su esposa, como ya citamos antes. Saturnino fue un notable banderillero y un novillero valiente, que se malogró por varias razones, y entre otras por su carácter pendenciero. "
Por su parte, el célebre historiador, don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere de este personaje, en su obra “Vícitimas de la Fiesta”, que <<en las tareas de enchiquerar un encierro de la ganadería del general Obdulio Bello en la plaza de la Valencia venezolana, en las que colaboraba el riojano, de Santo Domingo de la Calzada, Saturnino Aransáez Martínez, fue herido en el triangulo de Scarpa derecho por la res que aquella tarde sería lidiada en sexto lugar. De resultas del accidente fallecería, el 14 de marzo de 1911, dos días después de recibir la cornada, en el Hotel San Rafael de la citada ciudad venezolana, donde fue trasladado. Aransáez había comenzado su actividad torera como novillero y como tal había actuado en el ruedo madrileño. Más tarde figuró en las cuadrillas de Fernando Gómez (el Gallo) y de José Sánchez del Campo (Cara Ancha)."