LOS DIFUNTOS DE LA PLAZA DE MADRID (1808)
En la parte superior derecha del grabado (probablemente realizado entre 1814 y 1816) podemos apreciar la terrible cogida sufrida por el Alcalde de Torrejón y que le causó la muerte, empero también ilustra que no solamente el dignatario resulto fallecido, sino que probablemente describe la existencia de más desventuras causadas por cogidas del toro, al apreciarse en el grabado otros cuerpos apiñados en el tendido, así como personas huyendo, de ahí que probablemente hayan sido varios los fallecidos. Para mayor abundamiento, en el libro “Torrejón de Ardoz: Una historia Viva” ( de los autores: José María Merino Arribas, Yolanda Ruiz Esteban, Luis Miguel Gutiérrez Torrecilla, y Fernando García Manzanero, editado por el Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz) precisan que en el año de 1808, según la crónica aportada por el torrejonero don Alberto José Rodríguez Martínez de Escuriaza (para el libro de Gaspar y Roig, Los fantásticos de la imaginación, Madrid: 1876, pp. 60-62), en Madrid se celebró una corrida de toros, en la que el Alcalde de Torrejón (sin precisar su nombre) encontró la muerte al ser empitonado por un toro:
“Dada la señal por la Presidencia, comenzó la lidia. Pedro Romero hizo una de sus tardes memorables, ciñéndose, mandando naturales, pases de pecho, etc. En la suerte suprema dio un estoconazo a volapié, hasta la bola, recibiendo por ello dos orejas, a petición del público asistente. A continuación, soltaron el toro que correspondía a Jerónimo José Cándido “El Chiclanero”, que, emulando a su anterior compañero de terna, hizo una gran faena, pero con tan mala fortuna que al entrar a matar, pinchó en hueso. Fue en la segunda tentativa cuando logró dar muerte al toro, consiguiendo sólo una oreja. Por la puerta de toriles salió el tercero, cárdeno, astifino, corniveleto, de la ganadería madrileña de Colmenar Viejo, de García Aleas, con divisa encarnada y caña (otras fuentes refieren que era de la dehesa de Palacios Rubio), de unos 600 kilos, que le correspondió en sorteo a “Curro Guillén”. Cruzó el toro la plaza a pleno trote, haciendo caso omiso a los reclamos de los capotes, que las cuadrillas desde los burladeros movían, y saltó limpiamente la barrera, llegando hasta las gradas, donde se apiñaban los aficionados. Nuestro alcalde pretendió distraer al toro con su chaqueta, mientras sus parientes, amigos y público huían despavoridos; no dándole tiempo a él, fue empitonado por el pecho y muerto en el acto, quedando colgado del asta del animal. Esta escena quedó inmortalizada por el genio creador de don Francisco de Goya y Lucientes, en la colección de Tauromaquia, en su lámina número 21”
Al respecto de precisar la fecha exacta del trágico acontecimiento, e incuso el validar detalles más delicados, como el confirmar que el dignatario fallecido haya sido Alcalde de Torrejón de Ardoz, y no de otra población con el mismo nombre, hay que guardar cautela, pues hasta hoy en día, destacados historiadores como d. Fernando García Bravo, siguen en la pista de descubrir la identidad del afamado personaje inmortalizado por Goya, según me comenta el respetable erudito español de su puño y letra, en correo que tuve el honor de recibir el 3 de septiembre de 2009, y que al respecto dice: << Estimado don Leopoldo: Esta misma pregunta nos hacemos los investigadores. Decirle que yo, personalmente, he consultado las actas de defunciones en todas las parroquias de las localidades que existen con el nombre de Torrejón, que son varias en Madrid. Por mis trabajos de investigación, le indico que no fue la fecha de 1808 cuando sucedió el percance, sino antes. También hay dudas, más que razonables, de que el difunto alcalde fuese de alguna localidad cuyo nombre no comenzara por Torrejón. Para mi, desde hace varios años, es un reto el dar con la fecha, el nombre y apellidos. No desespero y si algún día puedo despejar la duda tenga por seguro que se lo comunicaré. Reciba un saludo. Fernando García Bravo "
En una editorial de nombre: ¡Que bien se ven los toros desde la barrera!, publicado por el cronista de mote "Cadahalseño" el 14 de diciembre de 2008, en la página de Internet: http://estrapicurciela.blogspot.com, refiere entre otras desgracias que: El peligro también llega más arriba. Muchos toros en la historia han saltado directamente al tendido causando el pánico además de algún muerto y varios heridos. Goya lo pintó en uno de sus grabados de la Tauromaquia. Sucedió el lunes 15 de junio de 1801 en la plaza de Toros de la Puerta de Alcalá de Madrid. En el famoso grabado de Goya se aprecia como el toro, que era de la vacada de Palacios Rubio, mantiene prendido por los cuernos al cuerpo inerte del alcalde de Torrejón de Ardoz, quien resultó muerto.