Los toros dan y quitan

JOSÉ EDUARDO PONCE IBARRA (1997 - 2016)

JOSÉ EDUARDO PONCE IBARRA

Fallece el joven montador de toros José Eduardo Ponce Ibarra alias "La Picha"
Cortesía de http://nnc.mx/policiaca/1460916953.php

El diario "El Sol de Nayarit", del domingo 17 de abril de 2016, informó con tristeza la muerte de un joven en trágico accidente durante jaripeo en Ahuacatlán.- La noche del día de ayer tuvo lugar un espantoso accidente durante un jaripeo en el municipio de Ahuacatlán, cuando un joven que montaba un toro perdió la vida al atorarse una de sus piernas en los tubos de la jaula del toro, lo que ocasionó que luego de que ésta se abriera el toro saliera jalara al joven y enseguida provocarle la muerte. En un comunicado oficial se indica que alrededor de las 9:00 de la noche del día sábado 16, elementos de la Policía Nayarit arribaron a la localidad de Santa Isabel, municipio de Ahuacatlán, Nayarit, donde se encontraron el cuerpo sin vida de José Eduardo Ponce Ibarra, alias "La Picha" de 19 años de edad, originario y vecino de El Ahualamo (en el municipio de Santa María del Oro), el cual presentaba una herida cortante en la pierna derecha con expulsión de vísceras. El comunicado detalla que el joven Eduardo se encontraba montando toros durante el festejo de un jaripeo en la localidad, Eduardo monto al toro cuando éste se encontraba en la jaula, sin embargo justo al momento de salir del encierro, su pierna derecha quedo atorada en los tubos de la jaula, el toro comenzó a tirar del joven, desmembrándolo y ocasionando los resultados ya descritos.
Fuente:
http://www.elsoldenayarit.mx/nota-roja/42946-muere-joven-en-tragico-accidente-durante-jaripeo-en-ahuacatlan

Todo indica según el periódico Express de Nayarit, que José Eduardo Ponce Ibarra, alias "La Picha", había acudido al jaripeo junto con otros chavalos con la idea de montar algún torete, dado que era muy aficionado al jineteo. El evento estaba en todo su apogeo, siendo entonces que se llamó a Eduardo para que montara un toro; pero al salir del encierro una de sus piernas se atoró entre los tubos, ocasionando con ello que el animal jalara de la misma causándole una larga herida, con la expulsión de sus vísceras. De tan solo 19 años de edad, Eduardo fue auxiliado en primera instancia por sus compañeros jinetes y por otras personas, pero lamentablemente nada pudieron hacer, suscitándose su fallecimiento minutos después. Anochecía ya cuando a Santa Isabel arribaron los elementos de la Policía Nayarita -pertenecientes a la División de Investigaciones, adscritos a Ahuacatlán-, junto con los Agentes de la Policía Municipal y un Agente Ministerial, para dar fe de los hechos. Los aficionados al jaripeo que ahí se encontraban salieron del evento con un amargo sabor de boca tras haber atestiguado el fallecimiento de este malogrado jinete, quien además deja un profundo luto y dolor a sus padres y demás familiares. DESCANSE EN PAZ.
Fuentes:
Don Francisco J. Nieves- Reportero
http://www.periodicoexpress.com.mx/nota.php?id=304562


José Eduardo Ponce Ibarra, alias "La Picha"
http://www.regionaldelsur.com/muere-jinete-en-jaripeo-de-sta-isabel/

Ni duda cabe que semejante escena de horror y fiereza, donde un toro desmiembra a un cristiano, no se recuerda desde los tiempos del Circo Romano, por lo que cada día se hace más palmaria la necesidad de reglamentar a nivel nacional, que los jinetes de toros de reparo deban contar con al menos 21 años de edad, y que estén equipados con casco y chaleco protector, lo mismo que los cajones de suelta o toriles, tengan una medida reglamentaria que evite que sucedan estas desgracias. Hago hincapié en regular la edad mínima de los montadores de toros, porque es una barbaridad de jovencitos menores de 21 años que mueren en cada rincón de México, los que, casi en su mayoría, por hambre o carencias propias de la extrema pobreza, buscan participar como jinetes en este rudo deporte de la monta de toros de reparo, donde deshumanizados organizadores, los exponen a estos peligros de muerte para bajar sus gastos, amén de que no cuentan éstos mercaderes de la ajena desgracia, con pólizas de seguro para cubrir gastos médicos mayores cuando resultan heridos los jinetes, ni de vida para dejar protegidos a sus deudos más cercanos en caso que mueran. Asimismo porque con carencia de equipales de seguridad en estos organizadores de jaripeos trashumantes, y en los equipos de montadores amateurs o profesionales que abundan, es común verlos montar estas bestias desmandadas en carnes (que llegan a pesar más de 1 tonelada), usando solo su camisita vaquera, su pantalón de mezclilla, sus botas, espuelas, acaso chaparreras, y un sombrero tejano, cuando que sabemos que aún trayendo esos equipales de seguridad y si es tierno el jinete (menor de 21 años), y si el toro lo pisa en el estómago, pecho, espalda, cuello o cabeza, seguro lo revienta. Para colmo de desgracias, pasa también, que los organizadores no contratan ambulancias con equipo médico para el auxilio inmediato de estos jinetes en los festejos de pueblo, luego la ayuda que se les da en el ruedo es inadecuada e ignorante, y para colmo se les transporta en autos, camionetas o camiones cortos donde van rebotando y sufriendo las de Caín hasta que logran llegar a un hospital gratuito y distante donde mal se les atiende y seguido mueren por la complejidad de las lesiones que llevan. Dios los ayude a todos ellos y quiera que amainen las muertes de menores de edad en los jaripeos.