Los toros dan y quitan

JOSÉ BAYARD CORTÉS "BADILA" (1858 - 1906)

JOSÉ BAYARD CORTÉS "BADILA"

Cortesía de
http://gestauro.blogspot.mx/2013_05_01_archive.html

Famoso varilarguero que nació en Tortosa el 19 de marzo de 1858, era hijo de padre francés y de madre madrileña, pero fue criado en Madrid, donde laboró como sirviente en la casa de “Frascuelo”. Con tan sabia enseñanza a mano, a  los 12 años picó por primera vez en Santander bajo las órdenes de Gonzalo Mora y pronto por sus habilidades y fuerza le apodaron  “Brazo de Hierro”. Por ser muy serio y parco de habla, decían que parecía que se había tragado el palo de una badila, y como  esto le pareció en gracia, decidió cambiar su apodo por el de “Badila”.


El 15 de abril de 1877 resultó cogido de gravedad “Frascuelo”, y “Badila”, que actuaba de mozo de espadas, saltó la barrera y recogió al herido apartándole del peligro. Agradecido, le redimió del servicio militar dándole trabajo como picador de reserva en su cuadrilla, y más tarde le apadrinó al recomendarlo con los espadas, Valdemoro, Ángel Pastor y  Felipe García,  para que lo consideraran  en sus cuadrillas. Con Manuel Martínez “Agujetas” entró a formar parte en la cuadrilla de Ángel Pastor, llegando a ser considerados como la pareja más brillante. El día de la despedida de “Frascuelo”, además de picar los seis toros, banderilleó a caballo al cuarto de la tarde.


Su afición fue más allá de ser picador, ya que actuó de matador en múltiples becerradas. Cuando era derribado del caballo quebraba a los toros a cuerpo limpio y, en ocasiones, cogía por una punta el capote del compañero que le estaba haciendo el quite y aprovechaba para torear al alimón. En cierta ocasión, junto con “Algabeño”, después de torearlo de esa guisa, se plantaron los dos de rodillas de espaldas al toro.  En su afán de adquirir cultura aprendió el francés, y a tocar el piano y actuaba cuando se terciaba como actor dramático. Llegó a cantar ópera haciendo gala de una portentosa voz. Actuó no solo en España sino que también lo hizo en: Cuba, Montevideo, Francia, Méjico, Argelia y Portugal, tanto en su faceta dramática como lírica. Ídolo de los públicos era el punto fuerte en las cuadrillas en que actuaba.  Picó por última vez en el coso madrileño el 24 de septiembre de 1905,  el toro  se llamaba “Señorito”, colorado, y pertenecía a la dehesa de Doña Francisca Bañuelos. En la mañana del 28 de febrero de 1906, a la edad temprana de 48 años,  falleció de una congestión cerebral  seguramente a resultas de golpes en la cabeza mal atendidos en su domicilio de la calle Silva de Madrid, logrando pasar a la historia como uno de los mejores varilargueros. (Crónica del historiador, don Juan José Zaldívar Ortega/ Víctimas del Toreo)


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