Los toros dan y quitan

MARCELINO GONZÁLEZ (1910 - 1983)

MARCELINO GONZÁLEZ

Solo para efectos ilustrativos
Iglesia de Alpajes o de la Virgen de las Angustias en Aranjuez, Madrid, España
http://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_de_Alpaj%C3%A9s#/media/File:Aranjuez_IglesiaAlpajes1.jpg

El acreditado diario español "El País", del miércoles 31 de agosto de 1983, publicó que La viuda de Marcelino González, vecino de Aranjuez, de 73 años de edad, muerto el domingo en dicha localidad madrileña en el transcurso del primer encierro de los que se celebran con motivo de las fiestas locales, recibirá una indemnización de 500,000 pesetas, que proviene de la póliza de seguro suscrita por el Ayuntamiento en previsión de casos como el ocurrido, según informó el alcalde de Aranjuez, Eduardo García, quien añadió que el Consistorio proporcionará toda la ayuda necesaria a la viuda de Marcelino. El alcalde afirmó que se suscribirá una nueva póliza por una cuantía mayor para el caso de que sucedan nuevas desgracias personales, y anunció que no se suspenderán los encierros previstos para los días 2, 3, y 5, pero que antes de que se inicie el primero se guardará un minuto de silencio. La muerte de Marcelino González se produjo el pasado domingo (28), pasadas las 9 de la mañana, cuando salieron de los corrales cuatro novillos de la ganadería Ortega, de Aranjuez. Uno de los novillos se quedó rezagado respecto a sus compañeros. Marcelino González vivía frente a los corrales y a esa hora cruzó tranquilamente la calle, con la intención de comprar el pan, pese a que los vecinos le avisaron del peligro, según declaraciones de testigos presenciales recogidas en la alcaldía. Cruzó la calle y, al encontrar la panadería cerrada, se dispuso a regresar a su domicilio, momento en el que fue atropellado y golpeado por la res, que le hizo caer contra el suelo, donde se golpeó en la nuca. Los encierros de Aranjuez han registrado un éxito notable de asistencia. El primer día se calcula que participaron unas 14,000 personas. Las medidas de seguridad consisten en unas empalizadas metálicas a lo largo del recorrido provisto de múltiples salidas para que los corredores puedan abandonar el circuito cuando lo deseen. Los tres cohetes que anuncian el inicio del encierro no se disparan hasta que existe constancia de que no hay peligro en el recorrido.
Fuente:
http://elpais.com/diario/1983/08/31/madrid/431177059_850215.html