RAFAEL ATIENZA RUIZ (1936 - 1994)
Refieren en el portal taurino en Internet de "Mediaveronica.com" que un 29 de mayo de 1994 el picador Rafael Atienza muere en accidente de tráfico cuando se dirigía a Cáceres para intervenir en un festejo a las órdenes de Javier Vázquez.
El diario "El País" del 30 de mayo de 1994 informó de la pluma de Emilio Martínez, que el picador Rafael Atienza muere en un accidente de tráfico en la N-VI.- Rafael Atienza de 58 años, miembro de la cuadrilla del torero Javier Vázquez falleció ayer a las seis de la mañana cuando su vehículo, un Audi, chocó de frente contra otro coche que circulaba en sentido contrario a la altura del kilómetro 35 de la carretera de la Coruña, en las proximidades de Parquelagos. En el accidente también falleció Nicolás Morán Marcelo, conductor del otro vehículo, que se equivocó de acceso al entrar en la autovía de la Coruña, según informó la Dirección General de Tráfico. Según la versión de la guardia civil, Rafael Atienza iba correctamente por el carril de la derecha, en dirección a Madrid, cuando se encontró con el coche que circulaba frente a él. "No se trata de un kamikaze, sino que el coche que se coló en sentido prohibido en la autovía tuvo que sufrir un despiste", comentó un portavoz de la Dirección General de Tráfico.
Atienza, vecino de Villalba, se había citado en Madrid con su cuadrilla para participar en una corrida en Caceres. El fallecido nació en Dos Hermanas (Sevilla) el 5 de abril de 1936. Durante su carrera había toreado con grandes figuras de todas las épocas, como Curro Romero, Julio Aparicio, José Luis Segura, Curro Vázquez, Luis Miguel Dominguín, Dámaso Gómez, Manzanares, El Soro y Ortega Cano.
El portal taurino en Internet "Mundotoro.com" publicó el 19 de junio de 2001 un excelente reportaje de Estrella Álvarez, titulado: "Los Atienza, una dinastía única en la historia", que por su importancia se transcribe a continuación.- Los Atienza componen la dinastía de picadores más larga y con el árbol genealógico más frondoso de la historia del toreo. Hasta 16 miembros de esta familia han ejercido profesionalmente con la vara. Y, curiosamente, fue el último, Julio Atienza Berrocal quien rompió con la tradición de sus antepasados, pues tras una corta carrera como novillero, pasó a las filas de los subalternos de a pie en 1992, cuando su amigo Alberto Elvira le animó para actuar juntos. Julio Atienza, fallecido en la madrugada de hoy, explicaba en su día su decisión. "Cuando decidí dejar la muleta mi padre me propuso hablar con Salcedo para iniciarme con los caballos, pero estaba más familiarizado con las banderillas que con el palo de picar, ya que nunca había montado y hubiese supuesto empezar de cero. Mi padre nunca antes había querido que me dedicase al toro e intentó apartarme, por eso empezó a atraerme tarde", comentaba en 1995. Hasta su padre, el también fallecido en accidente de tráfico (en 1994) Rafael Atienza Ruiz, uno de los del castoreño más notable de los últimos años, todos los Atienza descienden de Pepe Atienza García, que fue mayoral en Jerez, y que posteriormente se trasladó a Salamanca, a la ganadería de Graciliano Pérez Tabernero. Partiendo del doble matrimonio de Pepe Atienza García surgen los Atienza Caro y los Atienza Ruiz. Miguel Atienza Caro (1902) es considerado el fundador de la dinastía y fue uno de los picadores más sobresalientes de su época, que destacó por su valentía con el toro y con el público, imponía su criterio en la plaza por encima de la opinión popular. Si había que salirse al los medios para provocar la acometida de un animal manso hacía oídos sordos a las reprimendas del respetable. Así inventó la carioca. Hombre de gran personalidad, era disputado entre las más prestigiosas cuadrillas. Actuó a las órdenes de Domingo Ortega, Manolete, Julio Aparicio, Rafael Ortega, José María Martorell y César Girón, retirándose en 1957. Su hijo Miguel Atienza Burgos (1930), también tuvo una carrera muy intensa y destacó sobre todo en compañía de Manuel Benítez, El Cordobés. Los hermanos de Miguel -padre-, el fundador, también fueron buenos picadores: Juan (1904), Ramón (1912) y Florencio Atienza Caro (1913), todos ellos nacidos en Trebujena (Cádiz). El último, Francisco Atienza Caro, fue mayoral y padre de los actuales Atienza a caballo. En algún pasaje del Cossío se habla de José Atienza Caro (1907) como un hermano más de los anteriores, que nació en Torrejón (Madrid). Francisco Atienza Caro, el único que continuó en el campo, en la profesión de tan prolífico progenitor, es padre de José Luis Atienza García (1933), que toreó a caballo a las órdenes de Domingo Ortega, Antonio Bienvenida, Pedrés y Gregorio Sánchez; además, Francisco Atienza García -fue mucho con Manuel Cano, El Pireo y con Vicente Barrera-, Miguel y Manuel Atienza García, picadores que han figurado en cuadrillas de espadas de las últimas décadas. Pero volvamos al primero de los Atienza reseñado, Pepe Atienza García, ya que de su segundo matrimonio son Antonio Atienza Ruiz, que acompañó en 1975 a Curro Vázquez, y Rafael Atienza Ruiz -padre del actual Julio Atienza-, natural de Dos Hermanas (Sevilla), quien ha sido el que más ha toreado fuera de nuestro país. Perteneció a las cuadrillas de diestros destacados como Curro Romero, Julio Aparicio -con él actuó en Líbano (Beirut)-, José Luis Segura, Curro Vázquez, Luis Miguel Dominguín -junto al cual picó en Belgrado-, Manzanares, y durante doce temporadas fue con Ortega Cano. Cuando falleció en el verano de 1994 a causa de un accidente en carretera, había comenzado el año con El Soro, hasta que éste resultó lesionado en Benidorm.
Por último, queda mencionar a los hijos de Juan Atienza Caro, picadores también, que asientan su residencia en Pozuelo de Alarcón (Madrid): son Juan Atienza Vega (1931) y Fernando Atienza Vega (1943). Durante los 60 estuvo en activo Juan Atienza Losas, otro miembro de tan dilatada dinastía que se afinca en Pozuelo. De 1946 es Manuel Atienza del Campo, hijo de Ramón Atienza Caro, que vive en Collado Villalba (Madrid). Como queda comprobado, la lista de picadores que han paseado por los ruedos el apellido Atienza es larguísima, por ello se podría hablar de un caso único en la historia. Hoy, la familia ha perdido a un miembro destacado que prefirió la plata.