Los toros dan y quitan

ULISES A.B. (1991 - 2012)

ULISES  A.B.

Solo para efectos ilustrativos
Cortesía de http://mitaurored.blogspot.mx/

El acreditado medio español en la Internet "El Mundo", publicó el miércoles 24 de octubre de 2012, una nota informativa de la agencia Efe desde Valencia, donde refieren que muere un joven tras once días ingresado por una embestida de toro en Valencia.- Un joven de 21 años que permanecía ingresado desde la noche del sábado 13 de octubre en el hospital La Fe de Valencia como consecuencia del fuerte golpe que sufrió, tras ser embestido por un toro en la plaza mayor de la localidad, durante el último festejo de la Semana Taurina de Llíria (Valencia) ha fallecido este miércoles (24). El Ayuntamiento de Llíria ha informado en un comunicado del fallecimiento del joven vecino de la localidad, Ulises A.B, por quien se han decretado dos días de duelo. El joven fue ingresado en La Fe de Valencia después de que sufriera un fuerte golpe en el último festejo de la Semana Taurina de Llíria celebrado la noche del sábado día 13 de octubre. Según informaron entonces a Efe fuentes municipales, el toro arrancó y el joven no calculó bien la distancia y lo golpeó, volteándolo en el aire y cuando cayó al suelo se golpeó la cabeza y quedó inconsciente, por lo que fue trasladado al Hospital La Fe de Valencia, donde fue intervenido durante cerca de cinco horas del traumatismo y quedó ingresado con pronóstico reservado. El alcalde de Llíria, Manuel Izquierdo, en nombre del Ayuntamiento y de la Junta Local Taurina de Llíria, ha manifestado su "consternación por la dolorosa pérdida" y ha trasladado a la familia "sus más sinceras condolencias".
Fuente:
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/10/24/valencia/1351091884.html

Será por la perfidia de éstas descaradas condolencias de los alcaldes, que cuentan los desinformados, que el pasado 12 de octubre de 2012, durante el desfile de las fuerzas armadas de España, el rey don Juan Carlos comento algo trascendente con don Mariano Rajoy. Incluso publican algunos, sin sostén, que el rey le increpó por la pretendida "españolización" de los escolares de Cataluña, y que por ello se les veía serios y tensos en dicho coloquio, como si cualquiera de los dos pudiesen llegar a ver en vida, que los nuevos catalanes se olviden de su lengua nativa -un verdadero bastión de su identidad colectiva-; pero como colegimos muchos, que tal maquinación de imbécil, no es más que una necedad de un ministro de educación que padece de anemia cerebral, piensan los más enterados taurinos, que lo que en verdad ocurría ese día, es que el rey advertía al desentendido Mariano de la mala calidad de las talanqueras que están instalando los ediles en las festividades taurinas (con la soflama que no tienen presupuesto siquiera para comprar "pan de ayer", las vallas están de marras, hechas de puro ocote con nudos, o de cimbra vieja de deshecho, de esa que se usa en la edificación de casas de interés social), siendo por ello que los toros están dándose un verdadero festín de cogidas contra los corredores, amén que ahora, con la recesión económica, tienen que entendérselas con los bichos, con una menor cantidad de mozos, pastores y sayones que les protejan en sus trayectos, por lo que el año de 2012 esta resultando particularmente sangriento, no obstante ser menor el número de festejos y la cantidad de reses bravas que se corren por las calles.

Y es que ¡Carajo!, ya hasta los toros de cuerda están matando aficionados, ¡Y cómo no!, si los miembros de las peñas taurinas están tan desnutridos y sin fuerzas - por la crisis-, para bogar a tiempo a los toros, que como perros hambreados, arremeten resabiados contra quienes se muevan -como montaraces navarros, o endemoniados cartujos, a los que les sacan la vuelta los matadores modernos-; pero lo que resulta inaceptable, es que los ediles no hagan más que llorar en los velatorios de las víctimas, en vez de contratar un seguro para apoyar a los deudos con los gastos funerarios y de alimentación y educación cuando el fallecido sea el sostén de la familia; luego no es posible, que con la sangre de los carentes, medren los comerciantes, el clero, y los propios ayuntamientos. Incluso he de deciros, que ha llegado a tanto la presión de las víctimas de las fiestas sobre el rey, que estimo que tendrá que apersonarse muy pronto con los jerarcas de la clerecía española, para que en habiendo un difunto en las fiestas donde se rememoren Vírgenes y Santos, se destine una fracción de las limosnas recaudadas en esos días en la iglesia del pueblo, por decir un diez por ciento, para apoyar económicamente a la viuda e hijos del fallecido. ¡Basta ya!, que solo le oficien misa fúnebre de cortesía y se reserven las colectas para enviarlas a Roma, habiendo tanta necesidad en los deudos del fallecido - recordemos que no ha muchos siglos atrás, en las carnestolendas religiosas, se obsequiaban las reses a los lidiadores y al pueblo, para apacentar la hambruna y ánimos encontrados, en cambio ahora los párrocos solo comparten rezos y bendiciones, que por impalpables, se los lleva el viento del desdoro-, y así después, su majestad, "el rey sin presupuesto", marchará a solicitar apoyos para los fallecidos a las cofradías de comerciantes, de hoteles, de restaurantes y bares, de cada pueblo, y de todos aquellos que obtienen ganancias económicas con las Fiestas de Toros, para que se humanicen las comunidades, lo que le implicará a su majestad salir de viaje cada vez que ocurra una tragedia, y para esto requiere pesetas, de ahí las caras largas que le hacía Rajoy -imaginando lo necesario para sufragar los gastos del rey de la legua-.

En estos laudables afanes se encontraba el rey de España en pleno desfile, y no en soñar que se olviden de hablar catalán quienes deseen hacerlo. Y es que eran las palabras vehementes del rey de tal hondura, fondo y carácter, en favor de resguardar a los carentes y sus ancestrales tradiciones, que la reina misma quiso enterarse de que platicaba, pero a Dios gracias fue distraída hábilmente por el ministro de defensa -sacándole plática boba acerca de sus empeños por encontrar los peligrosos bariones perdidos de la galaxia-, porque si se entera que su cónyuge anda promoviendo la subsistencia de las Fiestas de Toros, y el proteger la vida de sus naturales, y por ende andar del tingo al tango por los rincones de España , entonces si que se divorcia, porque a ella no le gustan los toros, y menos los cuernos que le prosperan -como las flores a las magnolias en mayo- cada vez que se le escapa el rey de paseo.

Bienaventurados quienes tengan por soberano, a un buen cristiano que se prodige en humanizarlos. ¡Larga vida al Rey! … ¡y presupuesto para toros!; que al pueblo ¡Pan y Circo!, sino se torna el desánimo por el embute de Rajoy en una renovada desamortización Mendizábal contra el clero y contra los banqueros y políticos corruptos, que viven como potentados; así que a devolver al pueblo lo que es del pueblo, y a ayudar a las víctimas de la Fiesta, porque en habiendo Fiesta hay paz y ánimo para seguir luchando por un progreso que deseamos todos. Luego siendo el rey "el capitán que mantiene unida España", según la ensoñadora Blanca Rosal (y no uno de los reyes de papel de la baraja de Lorca -como lo piensa el gobierno civil-), justo es que le asignen presupuesto para estos viajes, y no pretenda el avaro Rajoy, que las velas de la embarcación real solo las impela la cálida brisa del sueño de don Juan , y en estelas en la mar quede tan preclaro objetivo; aunque para nada piensen Ustedes que el rey anda animado con las esperanzas que le da Rajoy, en contrario yo le siento frío y receloso, como el toro de piedra del puente de Salamanca, pues recientemente, el 27 de octubre para ser preciso, el rey, andando en la India, en viaje de promoción del jamón serrano para las fiestas navideñas de los raquíticos hindués, comentó que "desde fuera España se ve mejor, pero desde dentro, dan ganas de llorar", y pidió a los españoles sobrellevar las penas y seguir luchando por salir de la crisis. "Claro, cuando la espita se cierra, cuesta, pero hay que seguir para adelante porque va a haber resultados", aseguró al culminar su visita oficial a la India, en una conferencia de prensa en Nueva Delhi, donde se reunió con autoridades locales, y donde los muy infelices escondieron al empobrecido rey cuanto elefante chico o grande tuvieren, por aquello que se quisiera escabechar alguno para dar de comer a su comitiva. Como sabéis todos, los elefantes, por tromudos y colmilludos, no son del agrado de su majestad, pero con algo había el pobre de aplacar el hambre de una comparsa harta ya de comer ejotes hervidos con clavo, ajo, y cebollines, soñando todos ellos con viajar a Las Vegas por cuenta del estado e ir a hospedarse en el Hotel Bellagio y atracarse de las mil viandas que dan en sus buffets por cuarenta dólares, pero que hacen los pobres sino aguantar penurias como Primo Levi en Auschwitz; es que ya no hay presupuesto para viajes a paises del primer mundo, así que les esperan tiempos difíciles y hostales de dos y tres estrellas, pero apagadas. "Considerad si es un hombre… Quien lucha por la mitad de un panecillo" (Primo Levi).

Se escuchó el rumor en el viaje, que algunos atormentados cismáticos, cercanos al suicidio - de los que llevaba el rey de lameplatos, en ésta entristecida tournée por las tierras del pesar y del ayuno - comentaron por lo bajo, en rincones y retretes, sin mayor malicia que el rascarse la sarna de la malaventura que les persigue, que más bien su majestad se instruía en éste país tercermundista, para lograr pervivir en 2013 a base de vegetales y modos de faquir, porque con los ajustes de Rajoy a los peculios para viajes, la amputación obligada de la mesada real, la subida del IVA y otras roñas de perros flacos, ya doña Sofía ha tenido de plano que entrarle a las acelgas y a la sopa juliana tres veces por semana, porque reses, pavos y cerdos, solo se destinan para el mercado de exportación, y para acabarla, en las contadas fiestas que invitan a los monarcas, solo les ofrecen viandas de pollo y arroz con menudencias, con lo que ya casi aletean; así que con esta hambruna que no respeta nivel, ni aunque salgas en la cremosa revista "Hola", se nos esta poniendo la familia real como Mahatma Gandhi en tiempos de huelga de hambre, y su famélica corte, agobiada por la rebaja de prestaciones por desempleo, se la pasan protestando, como en los tiempos postreros de Fernando II "El Católico", donde los pocos criados que le seguían, comían los sobrantes de las criadillas de toro que le guisaban al rey, con lo que se colige, indubitablemente, que estos tiempos modernos están peor que los de antes, porque ahora, el estofado de cola de res y el guisado de criadillas de toro son manjares exclusivos de banqueros y potentados; bástenos ver los brazos o zancarrones de la princesa de Asturias, para mensurar las graves carencias de una población española que ahora tiene limitado hasta el número y horarios de los doctores que les atienden, para el caso de enfermedades, llegando los despiadados aprietes del ministerio de sanidad hasta el grado de negar el servicio a inmigrantes que no paguen impuestos, a imagen y semejanza de los biafranos…¡que extremos y que tiempos tan aciagos!, ésta la cosa de veras para llorar, como atinadamente comentó el Rey a los hindúes, quienes ni el pésame le dieron porque estan igual o peor, así que se regresó a España sin pena ni gloria, con dos kilos menos de grasa en la barriga por la dieta, y apurado por llegar a poner unas flores en la tumba de don José Miguel Domingo Águila, quien se ahorcó hace días en su domicilio familiar, en Granada porque iba a ser desahuciado de su vivienda, tras no poder afrontar el pago de la hipoteca que, según fuentes de StopDesahucios Granada, el fallecido contrató con Caja Rural en 2007, por un valor de 240.000 euros. Domingo, así lo llamaba todo el mundo en su barrio, el de la Chana, tenía 53 años de edad, estaba soltero y no tenía hijos. Fue incinerado en el tanatorio de Granada. Una bandera republicana cubrió el féretro de ésta víctima de los banqueros, quienes matan más que los toros. Unas 300 personas acompañaron a la familia en este último adiós y un aplauso cerrado despedía a Domingo, que durante prácticamente toda su vida regentó un quiosco de prensa y librería en el popular barrio granadino de la Chana, donde era muy conocido.