JUAN RIPOLL OROZCO "JUANERILLO" (1875 - 1898)
Novillero nacido en Altea (Alicante) el 27 de junio de 1875, que falleció de una profunda cornada en el vientre el día 27 de marzo 1898, a los 23 años de edad y apenas tres años de profesión. Trabajó el año 1894 en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. A los tres meses de regresar a España (tras participar en la guerra de Filipinas) fue contratado para una corrida en la desaparecida Plaza de la Barceloneta de la capital catalana, en la que el toro, negro zaino y algo bizco del izquierdo, llamado “Fierabrás”, del ganado de Arribas Hermanos, lidiado en quinto lugar, el 27 de marzo de 1898, fue el causante de la muerte de “Guanerillo”.
“Fierabrás”, llegó muy poco castigado al último tercio y con más nervio y peligro de los convenientes para torero tan desentrenado. Tras una faena embarullada, un poco más afuera de los tercios de la puerta de arrastre y estando el toro algo adelantado, al entrar a matar agarró una estocada delantera y contraria casi a un tiempo, quedando el diestro en la cara por no marcar la salida con la muleta. Fue cogido por la entrepierna con el pitón derecho, penetrándole la cornada en el abdomen, con destrozos en las vísceras. Intentó “Guanerillo”.levantarse, llevándose las manos a la herida y cubriéndosela con el capote para frenar la salida de la sangre, cayendo entonces en brazos de su compañero, falleciendo a los treinta minutos de ingresar a la enfermería del coso. No accedió el presidente a la petición del público a que se suspendiese la novillada al circular la noticia del fallecimiento. En el Imparcial Taurino, se lamentaba Segundo Toque de la actitud del despiadado “presidente” y escribía "...si es cosa de poca monta digamos como en la popular zarzuela "Pan y Toros": "No es nada; un soldado muerto, puede el baile continuar". Tan excesiva temeridad, sumada a su desproporcionado y ciego valor, frente a una falta total de destreza, fueron las causas principales de su muerte, dándose con él el primer caso en la historia del toreo de que tras su desgraciada muerte se practicaran diligencias judiciales en averiguación de la responsabilidad que podía caber a la empresa por haber contratado a un torero falto de los más indispensables conocimientos para la profesión y totalmente desentrenado en su práctica. Fuente: Zaldívar Ortega Juan José/ Víctimas del Toreo.
El erudito taurino, don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere que << el alicantino Juan Ripio Orozco (Guanerillo) tomó parte en la corrida celebrada el 27 de marzo de 1898 en la desaparecida plaza de la Barceloneta, de la capital catalana, a poco de ser repatriado tras su participación en la guerra de Filipinas. Al entrar a matar al novillo “Fierabrás”, de la divisa de Arribas, es empitonado por el vientre de tal consideración que el óbito se produciría a la media hora de haber entrado a la enfermería del coso. "