JESÚS ESPERABÉ DE ARTEAGA PERALTA (1951 - 2011)
El medio de comunicación virtual “Terra Noticias/Agencia EFE” informó el miércoles 8 de junio de 2011 que el ganadero Jesús Esperabé de Arteaga Peralta, de 60 años de edad, había muerto en Tejeda y Segoyuela (Salamanca), a las 4 de la tarde del martes 7, al resultar corneado dentro de su finca por un novillo inválido al que intentaba abatir con un arma de fuego por resultar inservible para la lidia. En un momento dado, el novillo se arrancó y corneó al criador hasta quitarle la vida, según ha explicado el ganadero Moisés Fraile, propietario del hierro de “El Pilar” y amigo del fallecido, cuya ganadería se encuentra en venta. El accidente se ha producido dentro de una finca situada en la carretera que une la población de Tamames con la de Tejeda y Segoyuela, en las estribaciones de la Sierra de Francia. Al parecer, el astado arrolló a Jesús Esperabé de Arteaga hasta una pared y le dio varias cornadas en la zona de la cabeza. El Servicio de Emergencias Castilla y León 112 recibió la alerta del suceso en torno a las 16.35 horas, y dio aviso del incidente a la Guardia Civil (COS) de Salamanca y a Emergencias Sanitarias - SACYL, que envió al lugar del siniestro un helicóptero medicalizado y una ambulancia de soporte vital básico, además de un equipo médico del centro de salud de Tamames. Una vez en el lugar, los facultativos de SACYL sólo pudieron confirmar el fallecimiento del herido. El ganadero, titular del hierro “Hijos de Jesús Esperabé de Arteaga” -adscrita a la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia- tenía setenta vacas de vientre y ofrecía durante el año varias novilladas en plazas de segunda categoría. Residía entre la capital salmantina y su finca de San Miguel de Asperones, estaba casado y tenía una hija y un hijo. Por su parte, los agentes de la Guardia Civil tuvieron que encargarse del toro, totalmente desbocado y arremetiendo contra todo. Tras varios minutos de contención del animal, finalmente tuvo que ser abatido a tiros para evitar que pudiera ocasionar alguna víctima más entre el personal de la finca. La muerte de Esperabé de Arteaga se suma a la de otros ganaderos de bravo que han perdido la vida en lo que va de año, como han sido Juan Pedro Domecq, Luis Núñez Moreno de Guerra y su hijo Luis Núñez, en estos casos, víctimas de accidentes de tráfico, como el que ha sufrido recientemente otro criador, José Ortega Cano, que sigue hospitalizado en estado muy grave.
Fuentes:
http://noticias.terra.es/2011/sucesos/0607/actualidad/un-toro-mata-en-su-finca-de-salamanca-al-ganadero-jesus-esperabe-de-arteaga.aspx
http://veterinariostaurinos.blogspot.com/
http://www.enriqueromero.tv/blog/?p=23653
http://www.rtvcyl.es/noticia/6B40A417-912E-EEBE-837D0D81C7617CC9/20110607/muere/hombre/ser/embestido/toro/salamanca
Abundando en los detalles de la tragedia, el Boletín Taurino "La Puya" del martes 7 de junio de 2011 refiere que un novillo de Esperabé Arteaga ha matado a su propietario, Jesús Esperabé de Arteaga Peralta, en la localidad de Tejada y Segoyuela, en la provincia de Salamanca, dentro de la finca de "San Miguel de Asperones", hoy 7 de junio a las cuatro de la tarde. El ganadero, que acompañado por su amigo Moisés Fraile, de la ganadería de El Pilar, intentaba acabar con el novillo, inservible para la lidia, con un arma de fuego… y liquidar un negocio. Los ganaderos se interesaban por la compra-venta de una de las ganaderías y el mayoral no estaba en casa. Precipitado por la urgencia de atender la transacción del nuevo negocio, Esperabé decidió ajusticiar él mismo al burel, así que tomó un arma de fuego para balear al bravo de la ganadería. Abandonando en su acción precipitada su burladero de protección, se sentía seguro con el arma empuñada y se mostraba enojado con el mal rodar de las cosas en la ganadería, determinó ir al toro. Fue entonces que decidió asegurar los tiros, aproximándose a su víctima, metiéndose con su caminar en los terrenos del burel. El novillo al verlo y espantado por el estruendo del disparo embistió al empresario, atropellándolo y estrellándolo contra una barda. Teniéndolo tendido en el suelo, a merced, empezó a tirarle cornadas con su pitón certero, estrellándoselo al ganadero en la cabeza, como si de romper una nuez se tratara, dándole una y otra vez en la cabeza, que fija se apoyaba en el piso resistiendo, hasta destrozársela… como al matador Manuel Granero, se la destrozó un siete de mayo el toro "Pocapena" del Duque de Veragua, aquella tarde en que corría entonces el año 1922 en la Plaza de Madrid… La muerte más espeluznante del toreo. Cuando llegaron las emergencias sanitarias a la finca sólo alcanzaron a dar testimonio de esta muerte hija de la impaciencia e imprudencia, que produce el enojo y el dinero. Como en aquella tarde de "Pocapena" en ésta, las asistencias sólo tuvieron el dilatado tiempo para mirarle la muerte al ganadero, fija en sus ojos, como la del torero valenciano y untarle los santos óleos. El Santo Crisma, el aceite de la unción santa, con sus linimentos de mirra, canela, acacia -suave olor a tabernáculo- y su hin de aceite de oliva. José Perdigón, es el mayoral de la dehesa, un hombre entendido y competente, hombre de confianza en la ganadería, de buen talante y corazón… pero con un apellido de miedo y mala entraña. El bueno de don José llegó paciente a las 4 de la tarde a tratar de auxiliar, en el percance, que ya sólo requería una sábana y al amortajador.
Fuente:
http://www.facebook.com/notes/bolet%C3%ADn-taurino-la-puya/ganadero-corneado-de-muerte/228016643891328