JACINTO CABALLERO "EL ALFARERO" (1866 - 1891)
Novillero español natural de Córdoba, que fue corneado el 15 de septiembre de 1891 y muerto el 17 del mismo mes por el toro “Pajarito”, de la vacada de López Conde, quien le infligió dos mortales cornadas. “El Alfarero”en su oportunidad, realizó su presentación en el coso madrileño cuando ya llevaba varios años en el oficio.
Jacinto Caballero “El Alfarero”, sufrió en el trance de su muerte, la doble rotura de la espina dorsal. Ese día asistía como espectador a una corrida celebrada en la Plaza de Alcalá de Guadaira (Sevilla); durante la lidia del sexto toro se echó al redondel para auxiliar al diestro encargado de estoquear al cornúpeto citado; unos instantes después fue cogido y atropellado contra una pilastra de la barrera, resultando con la espina dorsal rota por dos partes. El 17 de septiembre del mismo año, es decir, dos días después de horrible percance, falleció. (Fuentes: Don Juan José de Bonifaz Ybarra y don Juan José Zaldívar Ortega)
Jacinto Caballero Daza nació en Sevilla un 30 de mayo de 1866, en su empeño por ser torero Y tras una carrera muy irregular se estrenó en Sevilla como matador de novillos el 21 de julio de 1889. Su deambular por los pueblos de Sevilla y Cádiz nunca le dio la fama ni la experiencia necesaria para presentarse en la capital del reino.
El 13 de septiembre de 1891 se celebraba en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira una novillada con reses de la ganadería López Conde del Viso del Alcor (Sevilla), se lidiaba el novillo (Pajarito) que salió manso y con peligro que acabó por coger al novillero de turno.
El Alfarero, que así se anunciaba Jacinto Caballero, estaba en el tendido de espectador. Pidió permiso a la presidencia para finiquitar a este (pajarito) echándose al redondel. En una vuelta fue alcanzado por el cornúpeta y golpeado contra la pared pues en esta plaza de toros no había barreras, con tan mala fortuna que sufrió fractura en dos partes de la columna vertebral. El Alfarero falleció en aquella población dos días después de resultas de sus heridas.
Foto antigua de la plaza de toros de Alcalá de Guadaira.
Fuente:
Don J. Antonio Román Romero/Blog/ De hombres, toros y caballos