MANUEL FUENTES RODRÍGUEZ "BOCANEGRA" (1837 - 1889)
Matador de toros nacido en Córdoba el 21 de marzo de 1837. “Bocanegra” empezó su carrera en una cuadrilla infantil y continuó como banderillero en la cuadrilla de “Pepete” para pasar después a la de Manuel Domínguez. Tomó la alternativa en el Puerto de Santa María el 31de agosto de 1862 actuando como padrino Manuel Domínguez “Desperdicios”, y como testigo Jacinto Machío con toros de la dehesa del Marqués de Tamarón. Confirma su alternativa en Madrid el 5 de mayo de 1864 con “Cúchares” de padrino en esta ocasión. Según sus coetáneos, fue valiente con un gran sentido del honor, pero carece de los recursos para hacer frente a los toros, por lo que fue superado por sus colegas al sufrir numerosas cogidas y, al torear cada año menos corridas que la temporada anterior. Entre 1869 y 1870 la ceguera le impidió seguir toreando y subió mucho de peso, por tanto, privado de toda la agilidad y casi ciego realiza su última corrida en Madrid el 16 de junio de 1869.
Después de tomar parte en la prestigiada corrida de beneficencia de Madrid celebrada el 16 de junio de 1889, asiste el día 20 siguiente, a una modesta corrida de toros en Baeza (Jaén) durante la cual se percata de las enormes dificultades que tiene un inexperto torero con el cuarto toro de la ganadería de don Agustín Sánchez (el erudito Bonifaz la refiere como de d. Agustín Hernández), llamado “Hormigo u Hormigón” , que tomó 11 varas matando a 3 caballos, por lo que “Bocanegra” con el consentimiento de la autoridad saltó al ruedo para ayudarlo, pero de improviso fue embestido y seguido por el toro y, no pudiendo entrar en el burladero, debido a su obesidad, recibió una brutal cornada en el muslo derecho de 40 cms, muriendo en Baeza al día siguiente, esto es el 21 de junio de 1889.
Otros doctos versados en su historia, relatan el trágico suceso de la siguiente manera: Manuel Fuentes murió a consecuencia del gravísimo percance sufrido el día 20 de junio de 1880 en la plaza de Baeza (Jaén), cuando en unión del novillero “Melo”, sobrino suyo, ayudaba en la lidia a una cuadrilla de inexpertos toreros malagueños. El burel causante de su infortunio atendía por “Hormigón”, y provenía de la vacada de don Agustín Hernández. El era hijo del rehiletero Manuel Fuentes “Canuto”. Comenzó entrando en la cuadrilla infantil creada por Antonio Luque “Camará”. Quince años contaba cuando se presentó por vez primera año en Córdoba como banderillero a las órdenes del hijo de Luque y de José Sánchez (Poleo). Al siguiente de organizarse la cuadrilla, en 1853, ascendió “Boca”, como le llamaron sus amigos, compañeros y admiradores, por abreviación del alias, y ocupó el puesto de espada en la cuadrilla. En 1854 se comprometió a lidiar toros de más edad que los erales y utreros. En 1855 y 56 trabajó a las órdenes de José Rodríguez “Pepete”, formando con “Caniqui” la pareja de banderilleros en la cuadrilla del desventurado espada. “Bocanegra” recibió la alternativa en Corrida de Beneficencia celebrada el 31de agosto de 1862 en El Puerto de Santa María y por lesión del padrino, su maestro Manuel Domínguez, hubo de matar cuatro toros, completando el cartel Jacinto Machío, en calidad de sobresaliente, estoqueó los dos últimos tal y como estaba anunciado. Los ocho astados lidiados fueron de la ganadería de señor Marqués de Tamarón, abriendo plaza “Recobero”, colorado y mogón del pitón izquierdo. En Madrid (donde ya se había presentado como media espada el 16 de junio de 1861) Francisco Arjona Herrera “Cúchares” le cedió la muerte de “Romito”, negro ejemplar del hierro portugués de don Rafael José de la Cunha, el 5 de mayo de 1864. Su falta de recursos la suplía con creces a base de valor y tesón, por lo que fue muy castigado por las reses, al extremo de perder la vida en el ruedo.
El erudito taurino, don Juan José de Bonifaz Ybarra, resume su trágica singladura taurina al comentar en su celebrado libro “Víctimas de la Fiesta”, que << tras tomar parte en la prestigiosa corrida de beneficencia de Madrid, celebrada el 16 de junio de 1889, presencia el inmediato día 20 un modesto festejo en Baeza (Jaén) el ya veterano Manuel Fuentes Rodríguez (Bocanegra). Cunde el pánico entre los incipientes torerillos al aparecer en el ruedo “Hormigón”, novillo del hierro de Agustín Hernández, por lo que Bocanegra solicita y obtiene permiso de la presidencia para enfrentar al morlaco, quien le propina una cornada en el vientre, al tratar el diestro de entrar en un burladero, de tal consideración que el día siguiente, 21 de junio de 1889, dejó de existir. "
El docto cronista Rafael González Zubieta, consigna en su Blog Taurino en la Internet "Larga Cordobesa" que: Manuel Fuentes Rodríguez "Bocanegra", fue un matador de toros que nació en la ciudad de Córdoba el 21 de marzo de 1837, y murió en Baeza (Jaén) el 21 de junio de 1889, a causa de la cornada que le dio un novillo, a la edad de 52 años. Era hijo del banderillero Manuel Fuentes "Canuto". Empezó en esto de torear desde muy joven, como banderillero con "Pepete" junto a "Caniqui" y con el diestro Manuel Domínguez que influyó mucho en su forma de entender e interpretar el toreo. Domínguez fue quien a la postre le dio la alternativa un 31 de agosto de 1862 en el Puerto de Santa María (Cádiz), donde ese día mató cuatro toros al lesionarse Domínguez. El 5 de mayo de 1864 le confirmó la alternativa en Madrid Curro "Cúchares". En esos años emuló en los carteles con el mismo "Lagartijo", que se convirtió en una amarga sombra que oscureció y empequeñeció al valiente "Bocanegra". Ambos tuvieron varias desavenencias a lo largo de sus vidas aunque fueron buenos amigos. Desde 1869 dejó de estar en forma debido a una enfermedad venérea que le afectó a la vista y le apartó cuatro temporadas de los ruedos. Ahí empezó su declive. Comenzó a estar muy obeso y perdió facultades viniendo a menos. Su vida comenzó a ser difícil y azarosa. El 16 de junio de 1889 toreó por última vez en Madrid sustituyendo a "Frascuelo". El último toro que mató se llamaba "Chaparro" de la ganadería de don Agustín Solís. Desde entonces su situación económica fue de mal a peor, llegando a estar en el umbral de la pobreza. Cuatro días después, el 20 de junio de 1889 Manuel Fuentes acudió como espectador a una novillada que se celebraba en Baeza (Jaén) para muchachos principiantes. Salió en cuarto lugar el novillo "Hormigón", un colorao, grande y de mucha cuerna, de la ganadería de Agustín Hernández. El pánico se apoderó de la cuadrilla ante tan descomunal novillo que derribó de mala manera a los picadores. Los novilleros no se atrevían a hacer el quite a los pobres picadores y, "Bocanegra" que estaba sentado en los tendidos, solicita y obtiene permiso de la presidencia para enfrentarse al morlaco. Manuel Fuentes bajó al ruedo con su sobrino Rafael Ramos "El Melo". "Bocanegra" se acercó al novillo y le hizo el quite. El toro le persiguió y como en muchas ocasiones hizo hilo con el torero que no pudo llegar a tiempo al burladero. "Hormigón" lo enganchó por el muslo derecho, cayendo segundos mas tarde desprendido de los cuernos malherido en medio de la plaza. En la enfermería se le apreciaron fuertes varetazos y una cornada de 40 centímetros de extensión por 8 de profundidad que le llegaba hasta la cadera. A las pocas horas le sobrevino una peritonitis a consecuencia de los grandes destrozos intestinales que el novillo le causó. Al día siguiente, el 21 de junio de 1889 murió el desgraciado matador de toros cordobés. Manuel Fuentes "Bocanegra" fue un torero serio, seguro y reposado, nada dado a las filigranas ni florituras de cara a los tendidos. Decían las crónicas de esa época que los toros lo cosieron a cornadas a causa de su falta de agilidad. En todo caso, este torero cordobés siempre fue poco afortunado pues estuvo toreando hasta el último día de su vida y resulta que murió a los 52 años pobre de solemnidad.
Manuel Fuentes "Bocanegra"
Cortesía de don Pedro del Cerro (Vazqueño)
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