MANUEL PALOMARES FIGUEROA (1930 - 2002)
Refiere el historiador taurino, don Rafael Gómez Lozano (Dientefino), que en la revista (6TOROS6), ejemplar No. 423, del 6 de Agosto de 2002, en nota editorial de Luis Miguel Parrado, menciona que una tragedia ocurrió en Linares, España. Aunque a estas alturas algunos aún no se enteren, la peligrosidad del toro bravo también es palmaria en las fincas. Como muestra, la fatalidad sucedida hace escasos días en las cercanías de Linares, en concreto en la linde de la finca “Cañada Incosa”, donde pastan las ganaderías de Mariano Sanz y Bernardino Sanz Giménez. En sus inmediaciones se encontraba recogiendo hinojos el jubilado linarense Manuel Palomares Figueroa, de 72 años, quien tuvo la mala suerte de encontrarse a un toro “pegado” por sus hermanos y que le hirió mortalmente. La desgracia pudo haber sido aún mayor pues, alertada la hija de la víctima por su tardanza, acudió en su busca acompañada por una prima y tres niñas de corta edad, nietas del finado; éstas también fueron embestidas por el toro, aunque, por suerte, tuvieron tiempo de refugiarse en el coche, cuya parte trasera quedó destrozada por los derrotes del astado. Días después, otro toro embistió a un coche, en otra carretera del extrarradio linarense, aunque este animal fue abatido por la Guardia Civil.
