Cortesía del Diario El Imparcial de Oaxaca

 

Fue un joven montador que cayó de un toro cebú de más de 500 kilos de nombre “El Diablo”, en un jaripeo de la costa de Oaxaca, y que murió en una clínica particular a consecuencia de las lesiones que le produjera el animal. Se trata de Marcos Ediel Mendoza Santana, de 18 años, quien había participado como montador de toros, el sábado 19 de septiembre de 2009, en un jaripeo en la población de Santos Reyes Nopala, perteneciente al Distrito de Juquila, en el mexicano estado de Oaxaca. En una de sus actuaciones, le toco en desgracia  montar a “El Diablo”, que brincó de un lado a otro y Marcos Ediel no soportó más. Se lastimó las manos y cayó al piso. Al estar tirado, fue pisoteado por el enorme animal, que le destrozó el tórax. Se le atendió mediante los primeros auxilios siendo trasladado por la gravedad de las lesiones hacia la clínica particular María de Lourdes de Puerto Escondido,  donde dejó de existir poco después de las 2 de la madrugada del domingo 20 de septiembre de 2009. El forense informó que la causa de la muerte de quien en vida respondiera al nombre de Marcos Ediel Mendoza Santana, de 18 años de edad, se originó por un traumatismo profundo de tórax producido por pisada de animal (toro). La identificación legal del cadáver la llevó a cabo Gilberto Mendoza Santana, hermano de Marcos Ediel. (Fuentes: Marino Montero/ El Imparcial de Oaxaca/ 20/09/2009; Diario El Despertar del 21 de septiembre de 2009)

La tragedia de este humilde montador, se suma a una larga lista de defunciones en los jaripeos, donde organizadores sin escrúpulos les contratan por unos cuantos pesos sin indagar su experiencia previa y menos regular la edad mínima requerida para participar en la monta de tan pesados animales; por lo que harían bien las autoridades en supervisar y regular  más de cerca estos peligrosos espectáculos, donde las muertes de jovencitos ocurren con demasiada frecuencia.