El burel tomó por la espalda al improvisado novillero y a raíz del desigual impacto, se proyectó de cabeza contra la base tubular de la plaza, hecho que le provocó un traumatismo craneoencefálico.

Cortesía del Diario El Correo de Guanajuato

Un hombre murió el 30 de diciembre de 2007 después de que un toro lo embistiera al momento en que se desarrollaba un jaripeo en la comunidad de Rancho Seco perteneciente al municipio de Celaya, Guanajuato, México; el suceso se originó al momento en que el ahora occiso intentaba subir al graderío después de realizar algunos pases.  El burel tomó por la espalda al improvisado novillero y a raíz del desigual impacto, se proyectó de cabeza contra la base tubular de la plaza, hecho que le provocó un traumatismo craneoencefálico. La Sub-Procuraduría de Justicia de la Región "C", indicó que el suceso ocurrió aproximadamente a las 20:00 horas, cuando personal del Centro Médico Quirúrgico (CMQ), notificó el deceso de Francisco Mandujano Centeno, de 51 años de edad, con domicilio en la comunidad de Congregación de Cárdenas perteneciente al Municipio de Apaseo el Alto,  Guanajuato, México, quien presentaba un traumatismo craneoencefálico. Según la versión que testigos oculares de los hechos emitieron a las autoridades ministeriales, tras realizar "varias suertes de aficionado" el ahora occiso le dio la espalda al astado guardando bajo el brazo el improvisado capote que portaba y justo cuando intentaba subir al graderío, el animal se abalanzó en su contra y lo embistió por la espalda; tras recibir el impacto, el hombre fue proyectado varios metros por el aire hasta detener su curso en la base tubular que resguarda la tribuna, donde se golpeó fuertemente la cabeza; Francisco aún fue trasladado con vida pero murió a escasos minutos de que ingresara al nosocomio. (Fuente: Diario El Correo de Guanajuato/ Alfredo Pantoja/ 31 de diciembre de 2007)