OMAR HERMINIO MAMBUSCAY " EL MAGO " (1942 - 2006)
Por su nobleza y trapío fue indultado un toro de la ganadería de Ernesto González, que fue lidiado por el diestro antioqueño José Gómez "Dinastía". El animal fue llevado con honores a un corral del coso taurino donde fue dejado para embarcarlo, pero la puerta, al parecer quedó mal cerrada y el toro escapó. Omar Herminio Mambuscay, de 64 años, había ingresado a la arena para instalar una tarima con el fin de continuar con las fiestas de este municipio, ubicado a 35 kilómetros al occidente del Cauca. Con lo que no contó es que a sus espaldas, estaba un peligroso toro que en menos de pocos segundos lo empitonó, ante la mirada de cientos de personas que aún permanecían en el tendido y que no pudieron hacer nada para quitarlo de las astas del animal. En menos de tres minutos la víctima murió por las heridas y golpes que recibió del ejemplar indultado el domingo 27 de agosto de 2006. Omar Herminio Mambuscay, era conocido cariñosamente como "El Mago" en la región, y se dedicaba a organizar y animar eventos, como el que estaba preparando para cerrar las ferias de El Tambo, Cauca.
Fuente: Página Web de Radio Caracol del 28 de agosto de 2006/Toro indultado mató a un hombre en El Tambo, Cauca.
Curiosamente el erudito taurino, Rafael Gómez Lozano (Dientefino), me envía una copia de la afamada revista "6TOROS6" (No 636 del 5 de septiembre de 2006), donde refieren una tragedia acaecida con un toro indultado en Colombia y que dice: Nunca antes se había dado un caso como el que ocurrió el 27 de agosto de 2006 en el Tambo, una localidad colombiana situada en el departamento del Cauca. El toro "Sevillano", cárdeno y de astifinos pitones, de Ernesto González Caicedo, fue indultado por "Dinastía". Hasta ahí, todo normal. Lo dramático fue que unas horas más tarde ese mismo toro acabó con la vida de CARLOS PANTOJA, de 27 años, empleado del coso. Los hechos se desarrollaron así: el bravo ejemplar rompió la puerta del toril de acceso al ruedo y embistió a Carlos, que estaba arreglando una de las tablas de la barrera que partió un toro por la tarde. Las gravísimas cornadas que recibió en el tórax y el abdomen le produjeron la muerte a las pocas horas del fatal accidente. Quede pues de tarea, para los historiógrafos taurinos de aquel país, el aclararnos cual de las dos personas, mencionadas por las 2 fuentes, fue el verdadero difunto, porque coinciden en el lugar, fecha, dehesa y torero involucrados, más no así en la edad y nombre del fallecido.