Los toros dan y quitan

SILVINO ZAFÓN RODRÍGUEZ " NIÑO DE LA ESTRELLA " (1908 - 1963)

Cortesía de Don Andrés Verdeguer Taléns
(http://cornadasparatodos.blogspot.com) 

Torero de mérito heróico que se hacía anunciar “Silvino Rodríguez” porque éste era su segundo apellido, y en verdad que no era manco el hombre cuando actuaba como novillero, pues además de valiente toreaba con buen arte cuando daba con ganado de dócil condición. Por eso toreó de 25 a 30 funciones en cada una de las temporadas de 1932 a 1935. El 16 de mayo de 1937, durante el período rojo, tomó una alternativa de ocasión en la plaza Monumental de Barcelona, con “Pedrucho” de padrino, Jaime Noain de testigo y toros de Pellón. Su presentación en Madrid como novillero se había efectuado, en una función nocturna sin caballos, y acompañado de Eliseo Capilla, el 28 de junio de 1930. Terminada la guerra volvió a las filas novilleriles, pero ya no tuvo la circulación de antes. Se borró su nombre, se perdió su pista y no se supo nada más de él hasta que la prensa dio cuenta de que había muerto a consecuencia de un accidente de automóvil, en Orange (Francia) el 14 de marzo de 1963. Había nacido en La Estrella (Teruel) el 12 de septiembre de 1908. (Fuente: Crónica de don Abel Murillo Adame/ http://www.historiadeltorero.com).

Refieren otros distinguidos estudiosos de la vida de este torero << que en la Guerra Civil formó parte de un batallón de toreros republicanos, que toreó en Madrid con Juanita Reina (también republicana), y que después de la guerra estuvo preso. " Joan 

Por su parte el respetado cronista español, don Rafael González Zubieta (El Zubi), refiere que " Silvino Zafón el Niño de la Estrella, era natural de Estrella, una aldea de Mosqueruela (Teruel), donde nació en 1902. A los 12 años se traslada a Barcelona donde aprende la profesión de panadero. Allá fue donde se envenenó del ambiente taurino y donde aprendió a usar la capa y la muleta. Torea como novillero en Vinaroz en 1928 anunciándose como Silvino Rodríguez. Tras unos años toreando por los pueblos debuta en Madrid el 28 de junio de 1930, alternando con Eliseo Capilla. Su carrera como novillero va ascendiendo en actuaciones y va toreando en las principales plazas españolas. En 1936 forma parte de la junta directiva de su Asociación presidida por Marcial Lalanda, teniendo junto a los demás un fuerte protagonismo en el "pleito con los toreros mexicanos". Toma la alternativa el 16 de mayo de 1937 en Barcelona, ya metidos en plena guerra civil, de manos de Pedro Basauri Pedrucho, con ganado de Pellón y alternando de testigo Jaime Noaín. Toreó dos corridas mas en Barcelona y pasa a incorporarse a la 96 Brigada entrando en combate en el frente de Teruel, donde al parecer tuvo el grado de comisario político. Al acabar el conflicto armado vuelve a su profesión pero ya no le reconocen la alternativa que tomo en 1937 en Barcelona y regresa al escalafón de novilleros. Reaparece el 8 de junio de 1939 en la plaza de las Arenas de Barcelona, pero su estrella como torero se va apagando paulatinamente a causa de la marginación que los públicos y empresarios le someten por haber participado en la guerra en las filas republicanas. En 1945 es detenido por colaborar con el maquis de las provincias de Teruel y Zaragoza. En 1947 es puesto en libertad y torea en la plaza de Linares. Decide finalmente emigrar a Francia presionado por los servicios secretos españoles, donde fija su residencia aunque sigue vinculado al mundo taurino. Muere en Orange en un accidente de moto el 14 de marzo de 1963 cuando contaba 54 años. " Fuente: http://rafazubi52.blogspot.com/2010/05/republica-guerra-civil-y-toros-v.html


Cortesía de don Rafael González Zubieta, "el Zubi"

Don Israel Márquez Ruiz, publicó en el Blog "El Patio de Mamá", que un 14 de marzo de 1963 Silvino Zafón "Niño de la Estrella" falleció en accidente de tráfico conduciendo una mobylette en Orange (Francia), fue enterrado en Arlés. Nacido en La Estrella (Teruel) el 12 de septiembre de 1908 debutó como novillero en Vinaroz el año 1928. Se presentó en Madrid el 28 de junio de 1930, alternando con el valenciano Eliseo Capilla. La temporada de 1932 fue la más pródiga en cuanto a novilladas toreadas a lo largo de su carrera, sumó 31 festejos. El 16 de mayo de de 1937 Pedro Basauri Paguaga "Pedrucho" le dió la alternativa en Barcelona, como testigo actuó el gallartino Jaime Noaín González, con toros de Pellón. Tan solo fueron dos las corridas de toros que toreó tras el doctorado, acabada la contienda civil retornó a las filas novilleriles.

JOSÉ MONTÍN DÍAZ (XXXX - 1963)

Solo para efectos ilustrativos

Valverde del Camino (Huelva) España

Cortesía del Sitio Web: http://www.devalverde.es

Un novillo de la ganadería de Rincón infirió mortal cornada al empleado de la plaza de toros de Valverde del Camino (Huelva) José Montín Díaz, en un festejo celebrado en tal ciudad en el mes de septiembre de 1963. (Fuente: Don Juan José de Bonifaz Ybarra, de su obra “Víctimas de la Fiesta”, Capítulo7, Página 199)

Fuente: Don Juan José de Bonifaz Ybarra, de su obra “Víctimas de la Fiesta”, Capítulo7, Página 199.


Momento en que ingresaban a la clínica al herido ante la curiosidad de las gentes.
Semanario Gráfico de los Toros "El Ruedo"
Fotos Almeida y Roque

Refieren en el Semanario Gráfico de los Toros "El Ruedo", número 1007, del 10 de octubre de 1963, página 12. "Entierro de un mozo de plaza#.- Ya en nuestro número anterior nos hicimos eco del trágico suceso. E1 mozo de la Plaza de Valverde del Camino, don José Montin Díaz, resultó alcanzado por un toro de don Francisco Rincón, y tan mala fue la cornada, que José falleció a las pocas horas, a pesar de los esfuerzos de la ciencia por salvarle. Ahora nos llegan tres estampas del drama de Valverde, un drama que puso en conmoción al pueblo entero, entre el que José Montin tenía grandes cariños. El toro que corneó de muerte al mozo se llamaba "Carmencillo".


Caetano matando a "Carmencillo", toro al que cortó las dos orejas y el rabo.
Semanario Gráfico de los Toros "El Ruedo"
Fotos Almeida y Roque.

Fuente:
Don Rafael Gómez Lozano
http://torerosmexicanos.blogspot.mx/

JOAQUÍN PALOMAR (XXXX - 1963)

Solo para efectos ilustrativos

Municipio de Agustín Codazzi, Departamento del Cesar, Colombia

Cortesía de http://agustincodazzi-cesar.gov.co

Matador de novillos, tal vez colombiano, cuyo nombre aparece por primera y única vez en carteles de la Plaza de Toros de Codazzi, en Colombia, que en la temporada de 1963, actuando como tal, recibió una cornada en el cuello, con rotura de la arteria carótida, a consecuencia de la cual falleció. (Fuente: Crónica de d. Juan José Zaldívar Ortega, de su obra “Víctimas del Toreo”.)

 

En la obra del erudito español d. Juan José de Bonifaz, “Víctimas de la Fiesta”, refiere que << en fecha indeterminada del año 1963 fue mortalmente herido en el ejercicio de su profesión torera el novillero colombiano Joaquín Palomar. El hecho tuvo lugar en el municipio de Codazzi, de su patria natal. "

JOAQUÍN TORRES (XXXX - 1963)

Solo para efectos ilustrativos

Poblado de Villanueva, Departamento de Casanare, Colombia

Cortesía del sitio Web: http://www.villanueva-casanare.gov.co

Novillero colombiano, cuyo nombre no es registrado por don José María de Cossío, del que sólo tenemos la referencia de su trágica muerte en la temporada de 1963, cuando actuaba como tal en la Plaza de Toros de Villanueva (Colombia), debido a que uno de sus enemigos le infringió una mortal cornada en la ingle, con rotura de la femoral y grandes destrozos en la zona. (Fuente: Crónica de don Juan José Zaldívar Ortega, de su obra “Víctimas del Toreo”.) 

FRANCISCO MOLINA MARTÍNEZ << EL FRASQUI >> (1882 - 1963)

http://wikanda.cordobapedia.es/wiki/Archivo:El_Frasqui.jpg

Francisco Molina Martínez "El Frasqui" nace en Córdoba el 7 de noviembre de1882 en el Barrio del Matadero Viejo. Hijo de famoso banderillero Juan Molina Sánchez , sobrino de Rafael Molina Sánchez "Lagartijo" y hermano del Rafael Molina Martínez "Lagartijo Chico". Siguió la trayectoria torera de la familia al incorporase en 1898 en la Cuadrilla de Niños Cordobeses con el nombre de "Lagartijillo" en la que también formaba parte como banderillero Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete" (Padre), presentándose ambos en Barcelona el 27 de agosto de 1899 con novillos de Flores. Al desaparecer la cuadrilla, "El Frasqui" intento seguir en solitario, pues tenía facilidad en la suerte suprema, pero no le acompañaba el mismo estilo en el capote y muleta, por ello decide dedicase al arte de las banderillas incorporándose a las órdenes de su hermano "Lagartijo Chico", al fallecer éste, fue admitido en la cuadrilla de su paisano y compañero "Manolete". "El Frasqui" no pudo alcanzar la fama de sus familiares en el arte del toreo, pero llevó la sangre de los "Molina" durante toda su vida. Se le veía de mayor en su barrio -al regentar un estanco en la taberna Casa Paco Acedo- como un auténtico clásico del torero unido al casticismo cordobés, llegando a formar tertulia con antiguos colegas y amigos -entre ellos el Marqués del Cucharón, otro clásico cordobés- en dónde contaba anécdotas de la familia torera y de aquel mundo tan particular de la tauromaquia como fue el siglo XIX y principios del XX. Fallece en Córdoba el 25 de enero de 1963 a consecuencia de haber sido atropellado por un automóvil.

Fuente de la crónica:

http://wikanda.cordobapedia.es/wiki/Francisco_Molina_Mart%C3%ADnez_%22El_Frasqui%22

SEBASTIÁN GIL HERNÁNDEZ (1927 - 1963)

Solo para efectos ilustrativos
Cogida en un festejo taurino de Ciudad Rodrigo
Cortesía de don Juan Tomas Muñoz Garzón

El 11 de julio de 2014 recibí una amable carta del docto periodista e investigador español Juan Tomas Muñoz Garzón donde me cuenta: "Vuelvo a ponerme en contacto con usted para darle cuenta (ver nota editorial anexa) de una nueva víctima del toreo, una cogida ocurrida durante las fiestas tradicionales de 1963 -Franco prohibió que se utilizase el vocablo carnaval durante su dictadura- en Ciudad Rodrigo. Se trata del mirobrigense Sebastián Gil Hernández, que fue cogido por un toro en el desencierro del ganado en la tarde del Domingo de Carnaval, 24 de febrero de 1963, falleciendo el 3 de marzo siguiente, como consecuencia de la fractura de la base del cráneo que le provocó el morlaco en la avenida de Foxá. Le adjunto también una fotografía de la época, una cogida en un festejo taurino de Ciudad Rodrigo a efectos de ilustración, así como la portada del folleto que se confeccionó con motivo de estas fiestas. Agradeciéndole de nuevo sus atenciones, reciba un afectuoso saludo. Juan T. Muñoz."


Folleto de Fiestas de 1963 en Ciudad Rodrigo
Cortesía de don Juan Tomas Muñoz Garzón

SEBASTIÁN GIL HERNÁNDEZ
(19/02/1927 – 03/03/1963)

La tragedia se presentó en la tarde del Domingo de Carnaval, 24 de febrero de 1963. Se acercaba el desencierro y Sebastián Gil Hernández, natural de Ciudad Rodrigo, jornalero de 37 años, acompañado de Álvaro Hernández –conocido por Bernadé-, un albañil de 61 años con el que mantenía buena relación, a la sazón arrendador de la Huerta de la Esperanza –ubicada en la margen izquierda de la carretera a Sanjuanejo, a la altura de la Huerta del Piojo, en donde tenía su domicilio Sebastián-, enfilaban la vía que ese mismo año se había dedicado al escritor falangista Agustín de Foxá, ambos camino de sus respectivas moradas. También con el propósito de ver, no sabían muy bien desde dónde, el paso de los toros en el desencierro. Sebastián, según refieren las diligencias judiciales 1 , iba alegre, espiritoso por los abundantes caldos trasegados durante la densa jornada carnavalesca, tal vez para soportar y encarar los sinsabores de una vida conyugal que habían trascendido. Por eso Álvaro estaba pendiente de lo que pudiera hacer Sebastián, intentando que no se expusiera al peligro visto el estado que presentaba.

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1 ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL. Expedientes judiciales de Ciudad Rodrigo, núm. 22/63: Lesiones que sufre Sebastián Gil Hernández al ser alcanzado por una res en la tarde de ayer (24 de febrero de 1963), instruido por el juez Hilario Muñoz Méndez.

Dámaso González, responsable de la comisaría de Policía de Ciudad Rodrigo en aquel momento, explica en el atestado realizado sobre el particular que Álvaro Hernández vio los “dos toros que bajaban hacia la avenida o carretera donde ellos se hallaban, en vista de lo cual se ocupó rápidamente de apartarse de la carretera por donde aquellos habían de pasar y ayudó a Sebastián Gil a subir a la pared del patio posterior de las escuelas, ya que el Sebastián Gil no se hallaba en condiciones adecuadas para hacerlo por sí, por encontrarse en visible estado de embriaguez; conseguido su propósito de subir ambos a la citada pared junto a la cuneta de la carretera, pasó en el acto el primero de los toros, pero no así el segundo, que se retrasó un poco por llamarle la atención, como es costumbre, el público que le seguía. No obstante, también este toro llegó a la altura donde los dos amigos se encontraban y cuando apenas había pasado por delante de ellos, el Sebastián Gil se bajó de la pared y como el toro le viera, se volvió y arremetió contra él en la cuneta de la carretera… 2” Algunos detalles más, con ciertas aunque menores discrepancias, ofrece la versión que dio Juan Antonio Martín, de 62 años de edad. Declaró este militar retirado en las diligencias abiertas por tal suceso que “la tarde del domingo 24 del pasado mes de febrero estuvo viendo el desencierro del ganado que se había lidiado por la tarde y a continuación se marchó para su casa y al llegar a la boca de la calle de San Pelayo con la avenida de Foxá, donde hay unas angarillas para que no pueda pasar el ganado, se quedó hablando con una vecina contándole que en El Registro, sitio conocido en la Puerta del Conde, un hombre se había caído y decían que si se había matado, el cual era vecino de Alamedilla; que a los pocos momentos pasó Sebastián Gil Hernández en compañía de Álvaro, conocido por Bernadé, siendo aquel criado suyo (mejor dicho, rentero), el cual iba un poco alegre ya que durante las fiestas siempre se hace algún exceso. Que acaban de pasar, cuando se oyó ruido de que venía más ganado y efectivamente vieron dos toros ya por la avenida de Foxá, viendo cómo Álvaro se subía a la pared de las Escuelas Graduadas [de San Francisco] y el Sebastián saltaba por uno de los portillos pasando los toros, pero debido sin duda a que uno de ellos era de casta y lo habían metido en la plaza enjaulado, no sabía la salida. El caso es que como todo el mundo lo llamaba, se volvió nuevamente por la avenida y al bajar nuevamente se arrimó a la pared y, quizá, cosa que desconozco por la distancia que había, el Sebastián pudo llamar al animal. El caso es que lo sacó de donde estaba, cayendo al suelo, arremetiendo

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2 Ibidem

contra él mismo el toro y lo lanzó contra la pared, dándose un fuerte golpe en la cabeza; que seguidamente volvió el animal a darle, metiéndole el cuerno por debajo de la chaqueta, rompiéndole esta, así como una de las mangas, que se quedó el toro en las astas, y debido a lo resbaladizo del terreno, el toro se cayó, teniendo el Sebastián uno de los brazos junto a las manos de la res; que como el toro no hacía nada por levantarse, se arrimó el declarante en unión de otras personas, recogiendo al herido, pasándole por la pared para evitar que el toro pudiera hacer algo más con el Sebastián. Que cree no ha habido culpa o imprudencia por parte de ninguna persona3 ”. El percance se produjo sobre las seis y cuarto de la tarde. Después de apartarlo del toro, Sebastián Gil fue evacuado en grave estado a la clínica del doctor Francisco Pérez Fernández, en donde quedó ingresado a las siete de la tarde. El diagnóstico era de suma gravedad, al apreciarle el facultativo una fractura en la base del cráneo. El juez Hilario Muñoz ordena instruir diligencias y hace un requerimiento al médico forense –también el doctor Pérez Fernández- para que “tan pronto como esté en condiciones de ser oído Sebastián Gil Hernández lo ponga en conocimiento del juzgado, como asimismo se encargue de la asistencia facultativa o inspección del mismo dando partes de su estado cada cuarto día o antes si necesario fuese hasta su completa curación en que proceda emitir el correspondiente informe de sanidad4 ”. El 28 de febrero, cuatro días después de la cogida, el médico forense comunica que “el lesionado sigue gravísimo. Tiene una hemiplejía izquierda y ha sido necesario trepanarle5 ”. Continúa, lógicamente, sin poder declarar. El 2 de marzo el Dr. Pérez Fernández informa que “dado el estado de extrema gravedad del lesionado Sebastián Gil, a petición de los familiares ha sido trasladado a su domicilio a las 13 horas del día de la fecha6 ”. Al día siguiente, a las siete y media de la mañana, falleció el herido. Poco después, tras conocer el desenlace, se presentaría en el domicilio del finado, en la Huerta de la Esperanza, la comisión judicial para certificar su muerte: “En una habitación se encuentra el cuerpo de un hombre sobre una cama, de 35 o 40 años de edad, en posición de cúbito supino, vistiendo una camisa verde a rayas y sin que presente herida externa alguna salvo en la nariz, teniendo vendada la cabeza”, refiere la instrucción. Además de la comisión judicial, estuvieron presentes “en este acto D. Juan Antonio Martín Vicente, mayor de edad, viudo, militar retirado y vecino de

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3 Ibídem. Declaración realizada el 4 de marzo.
4 Ibídem.
5 Ibídem.
6 Ibídem.
6 Ibídem.

aquí; [y] D. José Manuel Plaza Curto, mayor de edad, casado, labrador y vecino de La Encina, [quienes] previo juramento que hicieron en legal forma, manifestaron que el cuerpo que tenían a la vista correspondía en vida a quien se llamó Sebastián Gil Hernández, nacido en esta ciudad el 19 de febrero de 1927, hijo de Francisco y Victoriana, casado con Rafaela Cruz Cortés y sin que tenga descendencia7 ”. Se procedió al levantamiento del cadáver. Su esposa Rafaela, que contaba con 34 años de edad y también era vecina de Ciudad Rodrigo, declara ante el juez que “no sabe nada sobre cómo ocurrieron los hechos de la muerte de su esposo, más que lo que le han contado, sin que crea haya habido culpa por parte de nadie8 ”. El juez ordena la práctica de la autopsia el 4 de marzo a las 10 de la mañana. Tardan 30 minutos en realizarla e informan que la causa de la muerte es “fractura de la base del cráneo”. El informe, firmado por el doctor Pérez Fernández, refiere que “se trata de un hombre de 35 a 40 años, estatura baja, delgado, vistiendo pantalón de paño oscuro, calzoncillo blanco, camisa verde a rayas, calcetines oscuros y zapato negro. Le cabeza está vendada y al quitar dicha venda se aprecia en la región temporal una herida quirúrgica en forma de colgajo, cuya base está a nivel del pabellón auricular. Esta herida está suturada con puntos entrecortados. En esta región se observa también erosiones y un fuerte hematoma que se extiende a región parpebral de dicho lado. Desprovisto de vestiduras, se abrió la cavidad craneana, apreciándose una fractura en la base del cráneo y un gran edema de meninges y masa encefálica con salida de abundante exudado serosanguinolento. En la región intervenida se observa una trepanación de unos tres centímetros de diámetro. En la cavidad torácica y abdominal, nada digno de mención, si no es la intensa anemia que presenta9 ”. El cadáver de Sebastián Gil Hernández fue inhumado en el cementerio de Ciudad Rodrigo “en una fosa que dista de la pared este 153 metros, la del oeste, 58; la del sur, 167, lindando con el norte con la pared19 ”.

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7 Ibídem.
8 Ibídem.
9 Ibídem.
10 Ibídem.

PABLO BAOS Y COVARRUBIAS "EL SORDO" (1887 - 1963)

Cortesía de
Don José Antonio Román Romero

Refiere el historiador contemporáneo José Antonio Román Romero en su Blog en Internet: "De Hombres, Toros y Caballos", que a Pablo Baos y Covarrubias, el alegre y craso banderillero; se le designó siempre con el sobrenombre de "Sordo" con absoluta propiedad, pues, como diría cualquier personaje de un sainete de Arniches, tiene dañada "la trompa de Ustaquio", y nunca percibió bien los sonidos.

Nació en Villaviciosa de Odón (Madrid) el 6 de abril de 1887, y como cuando solamente contaba seis meses se trasladaron sus padres hasta la capital donde se crió y vivió siempre por madrileño neto puede pasar quien cuenta, con una historia tan intensa como pintoresca. Al ofició de zapatero le dedicaron los autores de sus días, así que estuvo en edad de empezar a ganarse la vida; pero al hacerse mocito empezó a sentir odiosos el tirapié y la lezna, al mismo tiempo que se aficionaba al capote de torear y a tomar parte en todas aquellas capeas a las que podía concurrir. ¡Pa chasco que no lo hiciera! y si podía tomar parte en las faenas camperas de algunas ganaderías próximas a los Madriles, no se quedaba en casa, pues todo lo que fuera hallarse en el ambiente taurino ganaba en absoluto su voluntad., colocado en tal pendiente, y dispuesto a ser torero, vistió por primera vez el traje de luces en Alcalá de Henares, el 29 de junio de 1905, como banderillero de Eduardo Albasanz "Bonifa", en una novillada en la que éste y Antonio García, "Covadonga", estoquearon reses de don Félix Sanz.

En el invierno siguiente marchó a Río de Janeiro, donde tomó parte en algunas funciones, que no cobró, y esta falta de pecunia le puso en trance de aguzar el ingenio de manera tan sutil, que el mismísimo Lázaro de Tormes hubiera envidiado sus recursos, hasta que, para poder regresar a España, hubo de alistarse como peón en un barco. Situado otra vez en Madrid, después de tal aventura, toreó con quien pudo y cuando hubo ocasión de hacerlo, hasta que en el año 1908 obtuvo una plaza de banderillero en la cuadrilla de "Saleri" (Juan Sal), el buen torero madrileño; pero como éste toreaba muy poco, cuando solamente llevaba tres corridas a sus órdenes cambió de matador y pasó a servir a Tomás Alarcón, "Mazzantinito", que también era de Madrid, y toreaba bastante más que "Saleri", porque era más decidido y seguro al matar. Otro espada madrileño fue su tercer jefe, Antonio Boto "Regaterín", a cuya cuadrilla perteneció en 1910; después toreó suelto algunos años, y no le faltaron corridas, debido a que, además de ser un buen banderillero del lado derecho, sabía distinguirse como peón duro y valiente, sin finuras, es cierto, pero eficaz en todas sus actuaciones.

En el año 1914 ingresó en la cuadrilla de Vicente Pastor, con quien estuvo hasta que éste se retiró en 1918; seguidamente se enroló con "Cocherito de Bilbao", y al abandonar éste la profesión, "El Sordo" no tuvo matador fijo hasta que trabajó a las órdenes de Pablo Lalanda, exceptuando los años 1926 y 1927, durante los cuales lo hizo a las de Rafael "El Gallo". Su permanencia en la cuadrilla de Vicente Pastor fue la consolidación de su prestigio, el cual era ya considerable desde la tarde histórica del 10 de julio del año 1910, cuando "Bienvenida" se encerró en la Plaza de Madrid con seis toros de Tréspalacios y no pudo matar más que dos por haberle herido gravemente el tercero. El sobresaliente, "Celita", hubo de estoquear cuatro; en tal ocasión, "El Sordo" banderilleó en unión de "Bienvenida" al toro causante del percance, llamado "Viajero", y acompañado de "Recalcao" el sexto, de nombre "Fanfarrón", y tanto clavando rehiletes como bregando se distinguió tan notablemente, que fue objeto de grandes y frecuentes ovaciones. Once viajes realizó a América, y como nunca pasó inadvertido al andar por el ruedo, fue muy conocido de los públicos de México, Perú y Venezuela.

Tres percances graves se registran en su historia taurómaca, a saber: El 27 de agosto de 1912, toreando en Almería a las órdenes de "Relampaguito", le cogió un astado de González Nandín y le produjo una herida en el pecho. El 5 de enero de 1913, en Lima, un toro de Celso Vázquez le infirió una cornada en el muslo derecho, en la que hubieron de darle 27 puntos de sutura. Y el 9 de octubre de 1936, obligado a tomar parte en un festival celebrado en Almadén, sufrió una cornada gravísima que exigió larga curación, percance ocasionado por un novillo de Pablo Romero. Locuaz, vivo, muy despierto y con mucha simpatía personal, los años que ejerció la profesión y lo mucho que corrió dotáronle de grandes conocimientos. A un hombre tan inteligente como él, sus andanzas por el mundo le prestan un arsenal de recursos de todo orden para hacerse notar en todas partes, y "El Sordo" se hizo un filósofo a su manera. Archivo de anécdotas y de sucedidos en los que fue actor, si graciosos en sí, parecen mucho más narrados por él, y a veces dijérase que es un personaje arrancado de una de las novelas picarescas de nuestros clásicos, como Hurtado de Mendoza, Mateo Alemán, Cervantes, Quevedo y Espinel, autores que no se hubieran desdeñado escribiendo de Pablo Baos y Covarrubias. Aunque, en este orden, quizá tenga lugar más adecuado en "Sobremesa y alivio de caminantes", de Juan de Timoneda. Concurrente bastante asiduo a la tertulia que, el famoso empresario don Eduardo Pagés tuvo establecida en cierto café madrileño. Murió el 13 de Febrero de 1963, en un accidente fortuito, al resbalar en la calle en suelo nevado.

JESÚS PÉREZ "RONDEÑO" (XXXX - 1963)

Solo para efectos ilustrativos
Obra del afamado pintor de Santander,
Miguel Macaya

Me comenta don Rafael Gómez Lozano, el historiador que mantiene en la Red el Blog enciclopédico "Toreros Mexicanos", que ha leído en el semanario gráfico de los toros "El Ruedo", del 3 de enero de 1963, número 967, página 17, sobre un novillero español muerto en Alemania. Se trata de Jesús Pérez "Rondeño", joven aragonés que probó fortuna como novillero, marchó a Alemania para trabajar allí durante el invierno. En Frankfurt fue arrollado por un vehículo en la vía pública y falleció a consecuencia de las heridas. Descanse en paz.

ENRIQUE HERNÁN "KIRI" (XXXX - 1963)

Refieren en el semanario gráfico de los toros "El Ruedo", número 1004, del 19 de septiembre de 1963, página 9, "El Kiri" ha muerto.- El pasado domingo, a un kilómetro de Colmenar Viejo, fue víctima de un mortal accidente de circulación, el novillero, Enrique Hernán "Kiri". La motocicleta era conducida por el infortunado novillero, que se dirigía a Madrid, acompañado de su amigo el doctor don Manuel Marina, con objeto de asistir a la novillada en la que tomaba parte su paisano, Agapito García "Serranito". El vehículo resbaló, saliendo despedido el muchacho, con tan mala fortuna, que en la caída se fracturó la base del cráneo. Trasladado urgentemente a Colmenar Viejo, de donde era natural y residía, murió a las siete de la tarde, sin haber recobrado el conocimiento. La muerte del "Kiri", muy estimado por la afición taurina colmenareña, donde contaba con una Peña de más de trescientos socios y de la que eran presidentes honorarios, don Carlos de Larra (q. e. p. d.) y don Ricardo García "K-Híto", ha causado una profunda impresión. Su bondad y simpatía le convertían en hombre muy querido por todos sus paisanos. Su acompañante, felizmente, sólo sufrió heridas diagnosticadas de carácter leve. A Enrique Hernán, no le sonrió la suerte. Dotado de condiciones para ser torero, no consiguió torear en la Monumental de Madrid, que era su máxima ilusión, a pesar de haber actuado cuatro veces en Vista Alegre. Su carrera, dura, como la de la mayoría de los toreros comenzó por los pueblos de la Sierra. Su toreo, recio y viril, dotado de una fuerte personalidad, sobresalió, y en el mes de septiembre de 1958, toreaba por primera vez con picadores en la feria de su pueblo. Alternaban con él Curro Montes y Paco Medina. Su triunfo fue completo y en los dos toros le otorgaron las orejas y el rabo. El 16 de agosto del año siguiente, hizo su presentación en la plaza de Vista Alegre, en compañía del venezolano Sergio Díaz y el alicantino Roberto Camarasa. Su debut no pudo ser más prometedor. Cortó oreja en sus dos novillos y fue llevado a hombros hasta el Puente de Toledo. Repitió tres veces más en el mismo ruedo, sumando nuevos trofeos. El año siguiente, inexplicablemente, toreó poco. Pero no se desanimó y continuó en la brecha. El "Kiri" tenía una meta fija: torear en el coso de las Ventas. Colmenar Viejo, tierra de toros, no había dado nunca toreros. Enrique fue el primero. Su aparición fue el germen de la promoción que saldría posteriormente. Poca fortuna ha tenido Enrique. Ha caído lejos de los ruedos. Precisamente, cuando se proponía presenciar la actuación de un paisano suyo en Madrid. Lo que él no había conseguido. Su máxima ilusión. Descanse en paz. (F. S. A.)


Enrique Hernán "Kiri" en su debut con picadores en la Plaza de Colmenar Viejo

Fuente:
Don Rafael Gómez Lozano
http://torerosmexicanos.blogspot.mx/

JESÚS FLORES (1930 - 1963)

Cortesía de D. Rafael Gómez Lozano
http://torerosmexicanos.blogspot.mx/search/label/Jes%C3%BAs%20Flores

Refiere el escritor e historiador Héctor Budar Martínez en su libro "Final sin Gloria"-Doscientos Años de Historia, de Jesús Flores, que, fue un matador de novillos que nació en la ciudad de México, D.F., el 29 de mayo de 1930. Muy joven comenzó a dejarse ver por la antigua plaza del Toreo, donde gracias a su carácter afable y simpático se ganó el aprecio de los toreros que diariamente iban a entrenar a dicho coso. Pronto tuvo la fortuna de ser invitado a una tienta en la ganadería tlaxcalteca de Piedras Negras, donde pudo demostrar que el tipo que echaba toreando de salón, también lo hacía en los tentaderos y capeas por el Estado de México y Morelos. El 12 de octubre de 1947 se ciñó el primer terno bordado en la ciudad de Chilpancingo, Gro., con ganado de media casta, actuando en Puente de Vigas, Tlalnepantla y la Morena en varios festejos sin caballos. En 1948 toreó su primera novillada picada en el Rancho del Charro de la ciudad de México con buen éxito, esto le permitió torear dos fechas más en dicho coso, sin que esto le permitiera una campaña continuada por lo que marchó al sureste donde permaneció varios meses, logrando ser un importante protagonista en la temporada de 1951, en el Circo Teatro Yucateco de la ciudad de Mérida, Yucatán. El 7 de septiembre de 1952 hizo su debut en la Plaza México con un novillo de regalo que salió en séptimo lugar. Fue tal su éxito con capote y muleta que lo repitieron el siguiente domingo, con Alfredo Leal y el español "Frasquito" de alternantes y novillos de Miguel Franco, sin que pudiera repetir el éxito anterior. Posteriormente marchó al Perú, donde permaneció varios años y en 1958 todavía recibió una nueva oportunidad en el coso de Insurgentes, sin que ésta le redituara los dividendos esperados. En diciembre de 1963 ya sin aspiraciones taurinas regresó de una fiesta a su domicilio y al estar acostado descansando, prendió un cigarro que al quedarse dormido, éste cayó al colchón incendiándolo sin que el torero despertara, cuando reaccionó, solo fue para dar unos cuantos pasos hacia la puerta que no logró abrir, para caer muerto por asfixia. Fue así como este novillero que tuvo un buen comienzo, encontró un final sin gloria.

Cita el también historiador taurino y amigo, D. Rafael Gómez Lozano, en su Blog taurino en la Red "Toreros Mexicanos", que, Jesús Flores Quintero, fue un matador de novillos, que nació en San Luis Potosí, SLP, México, el 23 de diciembre de 1930. Se presentó en la Plaza de toros México el 7 de septiembre de 1952. Lidió un séptimo novillo de la ganadería de don Heriberto Rodríguez, el cual vio regresar vivo a los corrales tras escuchar los tres avisos. La tercia de esa tarde la formaron Antonio Gómez, Fernando Brand y José González "Fajerito", con novillos de doña Carmen González y Peñuelas. No obstante el fracaso, repitió en tercia al domingo siguiente alternando con Alfredo Leal y Francisco Sánchez "Frasquito" con astados de don Miguel Franco.

RICARDO MARTÍN LAFFITTE "TRASMONTES" (1908 - 1963)

Cortesía de D. José Antonio Román Romero

Ricardo Martin Laffitte nació en San Martín de Valdeiglesias, el 4 de noviembre de 1908, de padre madrileño y madre francesa, maestra. Del primer tercio de su vida sólo conocemos sus tempranas incursiones taurinas, de las que se cuenta con numerosos testimonios gráficos, en carteles y fotos, de actuaciones suyas como novillero en Salamanca (1930 y 1931) o Tetuán (1933 y 1935), donde torearía con Domingo Ortega y Vicente Barrera. Por el contrario, desconocemos cuándo llega a Jaén. Nos consta que era republicano y de izquierda, y que, por pertenecer a algún cuerpo de seguridad de la República -Agente de Vigilancia, según su libro de Familia-, es destinado a Jaén, en concreto a la Diputación, en los años precedentes a la guerra. Sería allí donde, al poco de comenzar ésta, conocería a Encarnación Barea Siles, la que sería su esposa, por un singular juego de coincidencias. Finalizada la guerra los datos se confunden; su hija me afirma que Ricardo es llevado a un campo de concentración a Francia. De hecho, la familia conserva numerosas "postales" enviadas desde allí. Sin embargo, su diversa procedencia (Perpignan, Toulouse, Burdeos, Marsella...) y el hecho de que en esos años de la postguerra nos consta que "Trasmonte" vuelve a los ruedos, toreando en muchas plazas del sur del país vecino, nos lleva a pensar que allí se encontraba sencillamente exiliado, refugiado. Resulta muy curioso leer en francés las reseñas relativas a sus faenas en tierra gala (En premier lieu, le vaillant matador Ricardo Martin Trasmonteavait á licher deux toros de l'ancienne race d. Salins...)


Cortesía de D. José Antonio Román Romero

Encarnación haría todo lo posible para que su marido volviera, sabía que era inocente y no había cometido delito alguno. Y sus gestiones dan el oportuno fruto. El 29 de junio de 1940 Ricardo le escribe desde Portbou: "Hoy llego a las 12 a nuestra querida España. Con esta fecha salimos para Figueras, donde nos tendrán hasta que Dios quiera, al llegar allí os pondré un telegrama". Martín Laffitte sería conducido al campo de concentración abierto en Algeciras, donde permanecería por algún tiempo. Una vez liberado viaja a Martos donde se encontraba su esposa, y aquí decide residir hasta el final de sus días. Curiosamente, como hemos podido ver, salvo en su época de prisionero en Cádiz, en todo su periplo vital está presente el Ricardo taurino. Su pasión por los toros.

Reanudó su contacto con los toros a partir de 1943, como banderillero, pero, obviamente, este trabajo/afición no era suficiente para sacar adelante a su familia, por lo que hubo de abrirse camino en otros campos. Durante mucho tiempo su principal fuente de ingresos fue una fábrica de capachos que tenía en su propia casa, en la calle Morería, donde llegó a tener contratadas hasta 20 personas. Más tarde vinieron duros momentos pues esta irregular actividad le propició duros reveses, por lo que se aventuró a la búsqueda de otros medios de sustento, como lo fue la representación comercial. Emociona ver sus agendas anuales, en las que, con preciosismo y minuciosidad, va registrando las faenas en las que interviene, fijando el día y la hora de la corrida así como la cuadrilla con la sale al ruedo. De hecho, "Trasmonte", que formaba parte de la cuadrilla de Gitanillo de Triana, uno de los matadores que toreaban en Linares junto con Manolete la aciaga tarde del 28 de agosto de 1947 en la que el toro Islero acabó con su vida, fue uno de los que portó su féretro cuando éste salía del Hospital de los Marqueses para ser llevado a Córdoba.

El cariño de la profesión queda también patente en las numerosas fotografías dedicadas por toreros, banderilleros o ganaderos que conserva su familia. Pero lo cierto es que fue ésta, pese a su honda pasión taurina, el verdadero objeto de sus desvelos. En opinión de Lita, su hija, una cornada mal curada, sufrida por su padre en la boca en sus últimos años de banderillero, fue el origen del cáncer que acabaría con su vida. Murió en Madrid, d 7 de abril de 1963, a los 55 años y, como no podía ser de otro modo, en el Sanatorio de Toreros.

Fuente:
Publicado por Blogger para De Hombres,Toros y Caballos el 12/27/2016
http://gestauro.blogspot.mx/