FRANCISCO MONTES REINA "PAQUIRO" (1805 - 1851)

Matador afamado nacido en Chiclana de la Frontera  en la provincia de Cádiz el 13 de enero de 1805. Toma la alternativa en Madrid el 18 de abril de 1831de manos de Juan Jiménez "Morenillo" atestiguando Manuel Romero, con toros de Gaviria. Escribió en 1836 el libro “Tauromaquia Completa” ayudado por el médico militar gaditano Manuel Rancés Hidalgo (Otros cronistas como el Excmo. don Benito Canto Díez,  refieren que su amigo el Literato Santos López Pelegrin redactó la obra), donde fijó su concepción del toreo y las normas para establecer un orden de combate; asimismo modificó el “traje de luces” y que aún se resguarda hasta nuestros días. Impuso el uso de la gorra de torear, y que en honor a su apellido se comenzó a llamar “montera”. Fallece el 4 de abril de a resultas  de una cornada en la pierna propinada por "Rumbón" de la dehesa de Manuel de la Torre Rauri el 21 de julio de 1850 en Madrid, fecha en la que intentaba regresar a los ruedos después de su despedida en 1948, y la cual, junto con su fracaso de esa tarde, lo alejó definitivamente de los ruedos y le ocasionó una larga y dolorosa convalecencia de la cual no habría de recuperarse, muriendo en casa en su ciudad natal a los 46 años de edad víctima de unas fiebres malignas llamadas “tercianas”. “Rumbón”, que fue el primer toro de la tarde, salió abanto, y tan poco bravo, que tuvieron que de ponerle banderillas de fuego, llegando a la muerte descompuesto y defendiéndose peligrosamente a tarascadas. Francisco Montes “Paquiro” le dio un pase natural y otro cambiándole, teniendo que safarse de él a la mayor brevedad, pues buscaba el cuerpo con maligno sentido. Al intentar otro pase, se le coló, derribándole y dándole una cornada grande en la pantorrilla izquierda de 22 centímetros de longitud, levantándole por dos veces y pisoteándole el pecho y la cabeza, remata José Redondo “El Chiclanero” el peligroso astado. Tiene un monumento en su honor en su ciudad natal. (Crónica de don Juan José Zaldívar Ortega).

Otros críticos refieren, que viviendo retirado en su casa de Chiclana, el 4 de abril de 1851 fallece agobiado por sus penas íntimas, de las que pretendía evadirse con el alcohol. 


El Toro Rumbón
Cortesía de don Pedro del Cerro (Vazqueño)
http://dominguillos.blogspot.mx

JOSÉ FERNÁNDEZ DE LOS SANTOS "BOCANEGRA " (1824 - 1852)

Solo para efectos ilustrativos

“Antes de los toros o Galanteando”

De la pintora estadounidense Mary Stevenson Cassatt (1844-1926)

Rehiletero de la cuadrilla de José Redondo “El Chiclanero”  que fue cogido por un  toro de nombre “Maragato”  de la dehesa de Durán, el 3 de mayo de 1852,  y que falleció el día 5 del mismo mes a resultas de las heridas. Maragato”, retinto y ojo de perdiz, cuarto de la tarde, que al ser banderilleado por José Fernández de los Santos “Bocanegra”, nacido en Chiclana de la Frontera (Cádiz) el 20 de agosto de 1824), falleció el 5 de mayo de 1852 a consecuencia de las cornadas recibidas el día 3 de mayo de 1853, a los 28 años de edad. Recortes” dijo del suceso: "El profesor de cirugía encargado de esta enfermería, señaló que el banderillero José Fernández de los Santos “Bocanegra” ,  tiene tres heridas: una en la región lumbar derecha, transversal, que interesa la cavidad del vientre, con lesión probablemente de alguna víscera, y fracturadas las costillas décima y undécima; otra en la parte externa del muslo izquierdo, de más de tres pulgadas, y la tercera en la parte superior de la pierna, que interesa parte de los músculos. El pronóstico de la que tiene en la región lumbar es de mucha gravedad.-Doctor Manuel Andrés y Soria." De la enfermería de la plaza fue trasladado al Hospital General, donde murió a las cuatro de la mañana del día 5 de mayo de1852.

El cronista don Juan José Zadívar Ortega refiere de este lidiador que fue un <<banderillero, nacido en Chiclana de la Frontera (Cádiz) el 20 de agosto de 1824, y que falleció el 5  de mayo de 1852 a consecuencia de las cornadas recibidas el 3 de mayo de 1852, a los 28 años de edad. El cuarto toro de Durán, llamado “Maragato”, retinto, ojo de perdiz, tomó 14 varas, matando seis caballos. Juan Chico le clavó tres pares, y al poner uno “Bocanegra”, se quedó en la cara del toro, siendo enganchado y volteado aparatosamente, corneándole el toro en el vientre sobre suelo. "

Don Juan José de Bonifaz Ybarra, el erudito taurino, refiere en su obra “Víctimas de la Fiesta” de este banderillero, que << en el Hospital General, de Madrid, dejó de existir, el 5 de mayo de 1852, José Fernández de los Santos (Bocanegra), quien, tras haber figurado en las cuadrillas de Manuel Jiménez (el Cano) y Francisco Montes (Paquiro), actuaba a las órdenes de José redondo (el Chiclanero), paisanos suyos los tres. La cogida tuvo lugar  en dicha capital el anterior día 3, producida por un cornúpeta de la ganadería de Durán. Todavía no había llegado a cuajar en el gran peón que prometía ser. " 

Citan en el libro "Necrología Taurina", de Tomás Orts Ramos, "El Niño de Dios" (1866-1939) publicado en 1889: José Fernández (Bocanegra).- Distinguido banderillero que perdió la vida en Madrid, a consecuencia de una cogida sufrida en la plaza de aquella capital el 3 de mayo de 1852. Un toro de Durán, retinto, ojo de perdiz y bravo, que se llamaba "Maragato", y era el cuarto de la tarde, fue el autor del desaguisado. Tomó ocho varas de Trigo y seis de Puerto, matando dos caballos. Mudada la suerte salieron a parear Rico y "Bocanegra". El primero puso tres pares y al ir éste a poner uno fue enganchado por el muslo, volteado y arrojado al suelo. Incorporóse el diestro y secundó el toro atravesándole el pecho de una cornada y interesándole los riñones. Dos días después falleció el infeliz banderillero.
Fuente:
http://bibliotecadigital.jcyl.es/i18n/consulta/registro.cmd?id=14529

CARLOS PUERTO Y SANTO (1813 - 1852)

Foto cortesía  de “La Garrocha”

Picador de toros que aunque naciera en Alicante el 4 de diciembre de 1813, siendo aún niño, se trasladó con sus padres a El Puerto de Santa Maria, siendo el motivo de que fuese considerado como hijo de esta ciudad. Fue discípulo de los varilargueros Pinto y Juan Mateos Castaño.

En 1836 se marchó en la cuadrilla de Manuel Domínguez a Montevideo, regresando de hecho en 1849. Ese mismo año, se presentó como picador en Madrid.
También figuró en la cuadrilla de José Redondo "El Chiclanero". El 25 de junio de 1852, el toro “Medialuna”, cornialto, de pelo colorado, bermejo, careto, algo salpicado y ojo de perdiz, de la ganadería de D. Anastasio Martín, lidiado en la plaza de toros de El Puerto de Santa Maria, sale abanto y con muchos pies, consiguiendo parárselos “El Salamanquino”, con cinco lances de capa, y emprende una faena dura con la gente montada, dejando seis caballos en la arena á cambio de nueve puyazos. Se aploma un tanto el toro, y Puerto trata de obligarle citándole muy en corto. En ese crítico instante, el gobernador civil de la provincia, da orden a un salvaguardia para que arree al caballo del picador, momento en que el toro arremete con espantosa violencia y saca al picador de la silla, clavado en su cuerno derecho. La herida es verdaderamente horrible. El cuerno derecho ha penetrado por la ingle, y le ha atravesado todo el cuerpo, hasta salir por un costado, destrozándole el vientre y algunas costillas. A las cuatro y media de la tarde del día 29 de junio de 1852 dejaba de existir  Carlos Puerto con apenas 32 años de edad en la casa ubicada en la calle portuense de San Francisco No 3, y donde vivía Erasmo Olvera (también picador), amigos desde la infancia. Refiere don José María de Cossío: Debemos agregar que a Erasmo Olvera  le unía una gran amistad con su infortunado compañero y paisano Carlos Puerto, que cogido de muerte en nuestra Plaza, fue trasladado a la casa de Erasmo Olvera –en la calle de San Francisco- donde expiró en brazos del amigo de su niñez.

Refiere el maestro don Juan José Zaldívar Ortega respecto de este lidiador, que fue un << picador de toros, nacido en Alicante el 4 de diciembre de 1813, y que falleció a los 39 años de edad y 22 de profesión, por asta del toro, llamado “Medialuna” -cornialto, colorado, bermejo, careto, algo salpicado y ojo de perdiz-,  a las cuatro y media de la tarde del 29 de junio de 1852, por cogida sufrida el 24 de junio de 1852, en la Plaza de Toros de madera -en la que se construyó tras ser derribada la que estuvo en funciones hasta 1842-, de El Puerto de Santa María. Salió el toro abanto y con muchos pies, pero él se estrechó de un modo magistral con la fiera, cuando el gobernador civil de la provincia, que en mal hora presidía la corrida, indicó a uno de sus agentes que arreara al caballo, y castigado el animal con los latigazos en los cuartos traseros se cruzó ante el toro y éste le entró con tal violencia que lo sacó de la silla y lo enganchó, llevándoselo clavado en el cuerno derecho, y campaneado por espacio de varios segundos, lo arrojó con furia sobre la arena. La herida del diestro era verdaderamente horrible. El cuerno del toro penetró por la ingle derecha, y le atravesó todo el cuerpo, hasta salir por un costado, destrozándole el vientre y algunas costillas. Heroica fue la serenidad de Carlos Puerto en tan espantoso trance. Marchó por su pie a la enfermería, teniendo que sujetarse con ambas manos los intestinos. "

El erudito taurino,  don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere de esta víctima de la fiesta, que << también alcanzó gran renombre Carlos Puerto Santo, que figuró en las cuadrillas de los más destacados espadas de mediados del siglo XIX. Actuaba en el coso de Santa María (Cádiz), el 25 de junio de 1852,  a las órdenes de Julián Casas (el Salamanquino), cuando, por una imprudencia manifiesta de la primera autoridad civil de la provincia, el toro “Medialuna” de la ganadería de Anastasio Martín, le propina una profunda cornada en el vientre, que le ocasionó la muerte al día siguiente. "

Abundando en la vida de este afamado personaje de la Fiesta, el erudito taurino Juan José Zaldívar Ortega consigna en su libro "Víctimas del Toreo"- Apartado de Picadores (Páginas 74 a la 76) que Carlos Puerto y Santos, picador de toros, nacido en Alicante el (04-12-1813) era hijo de Domingo Puerto y de Francisca Santos, y éstos se trasladaron, cuando Carlos tenía quince meses de edad, a El Puerto de Santa María, de ahí que sea considerado como natural de esta bella y mítica ciudad. Aprendió el oficio de carpintero de carruajes, cuando tuvo edad para ello, y cuando, ya a los 17 años era un buen oficial en su oficio descuidó su trabajo para ocuparse en faenas de acoso y derribo, en novilladas -con las que la ciudad de El Puerto obsequió al infante don Francisco de Paula y su esposa Mª Carlota, durante los años de 1830 al 1832, y labores de campo, decidiéndose a subir a caballo en público. En 1833 se presentó en el ruedo de El Puerto como picador, procurando ganar en su nuevo oficio para el sustento de su madre, recientemente enviudada. En 1833 murió su padre y desde entonces se tomó más en serio, y además ya profesionalmente, su labor de varilarguero, presentándose esa temporada en la Plaza de Toros de El Puerto, procurando ganar en su nuevo oficio para el sustento de su madre, recientemente enviudada; alternando con los más famosos piqueros de su tiempo, tales como Juan Pinto, Bernardo Botella o Juan Mateo Castaño, al que vio morir la tarde en que picaban juntos en la Plaza de Toros de nuestra ciudad, en la temporada de 1844. De todos ellos recibió Carlos lecciones y consejos. El (04-01-1837) se embarcó en Cádiz hacia Montevideo como piquero en la cuadrilla de Manuel Domínguez, junto con otros diestros de la misma. Allí hizo fortuna y adquirió algunos bienes, no regresando a España hasta el mes de abril de 1841. Aquí logró resonadas actuaciones, una de ellas en la Plaza de Toros de Jerez de la Frontera, en la cuadrilla de Francisco Montes (Paquiro), que alternaba aquella tarde en un mano a mano con Juan Yust, quedándose admirados ambos diestros de la destreza y arte de Carlos Puerto, quien regresó seguidamente a Uruguay junto a su madre. Ocho temporadas (1841-1849) trabajó por Plazas de Toros americanas y, tras perder una gran fortuna por culpa de las revoluciones políticas, decidió por fin regresar a su patria y afincarse definitivamente en El Puerto. Al volver Carlos a El Puerto traía consigo poco dinero, pero una gran fama de excelente picador, por lo que la misma temporada de 1849, se presentó en la Plaza de Toros de Madrid, en la 16ª corrida de la temporada, junto con el famoso Trigo, en una corrida en la que actuaron en un mano a mano Francisco Arjona Herrera (Cúchares) y su hermano Manuel, picando Puerto los seis toros, pertenecientes a las ganaderías de Aleas, Elías Gómez y Suárez. En 1850 ingresó en la cuadrilla de José Redondo (Chiclanero), a las órdenes del cual picó en Madrid seis corridas a satisfacción del público. El (16-09-1850) le ocurrió a Puerto en el circo madrileño un percance digno de mencionar: «Salió en cuarto lugar el toro, llamado Ballenato -describe Bruno del Amo (Recortes) al ocuparse del famoso piquero-, de pelaje negro azabache, de don Luis María Durán. Puerto le ponía la séptima vara casi pegado a la puerta del toril; el toro recargó, elevando el derrote más de lo regular, y enganchó al piquero por la juntura de la armadura de hierro, cerca de la rodilla. De tal modo enganchó el asta, que no podía el animal desasirla de la juntura. En esta disposición llevó arrastrando al jinete hasta los medios, en donde al fin pudo sacar el pitón. El picador sólo sufrió leves contusiones al ser arrastrado, y fue objeto de una ovación de simpatía.

MANUEL JIMÉNEZ MELÉNDEZ "EL CANO" (1814 - 1852)

Solo para efectos ilustrativos

“ENTRANDO A MATAR”

Daniel Perea y Rojas (Madrid, 1834-1909)

Torero que nació en Chiclana de la Frontera (Cádiz) el  25 de abril de 1814, muriendo el 23 de julio de 1852 en su domicilio madrileño a resultas de una cornada recibida el 12 de junio del mismo año en Madrid por el toro "Pavito", un berrendo en colorado, meleno, ojalado y chato, de la ganadería de Veragua. Según sus coetáneos, sus facultades físicas, su sobriedad y, su eficacia y poderío en la muleta fueron sus principales activos de cara al toro, además de que recibió la provechosa instrucción  de su afamado compatriota “El Chiclanero” y también del experimentado Juan de León. Primera corrida de toros en Madrid el 22 de junio de 1833. Su doctorado se inicia  en Madrid el 31 de julio de 1848, cuando alterna con "Cámara" y "El Salamanquino, previamente había tomado su alternativa en Sevilla el 27 de septiembre de 1846 de manos de “Paquiro”.

El 12 de julio de 1852 en la Plaza de Toros de Madrid, esa tarde toreaba con “El Chiclanero” y  “Pucheta”,   sale el cuarto de la tarde “Pavito” de nombre, de la vacada del señor Duque de Veragua, berrendo en colorado, botinero, gacho, voluntarioso y blando.   “El Cano” incitado por el bullicio del publico, que ocupaba el famoso tendido 5 de la plaza vieja, le citó para recibirle, encontrándose al toro terciado, a pesar de las advertencias de “El Chiclanero” para que enmendara, de improviso el matador habiéndose embraguetado en exceso fue enganchado fuertemente por el muslo derecho, de cuya cogida le resultó destrozada la arteria femoral. Por el momento se le pudo contener la hemorragia en la cirugía que le practicaron, pero un golpe de tos durante su convalecencia en su domicilio de la Villa y Corte,   lo terminó de desangrar el día 23 del mes de julio de 1852  sin que nadie pudiera auxiliarlo en el trance de su triste muerte. (Crónica de d. Juan José Zaldivar Ortega).

Por su parte el erudito taurino, don Juan José de Bonifaz Ybarra refiere que << de buen cartel en la plaza de Madrid, en la que actuó sin interrupción los últimos años de su vida, el chiclanero Miguel Jiménez Meléndez (el Cano) hizo el paseíllo sobre su arena el 12 de julio de 1852. Al entrar a matar a “Pavito”, de la divisa del duque de Veragua, es herido de consideración en el muslo derecho, a cuyas resultas falleció en la Villa y Corte el día 23 de los mismos mes y año. "

En el "Inventario de Matadores de Toros de 2005" del cronista Martín Ruiz Gárate, refiere que Manuel Jiménez Meléndez (El Cano) nació en Chiclana de la Frontera (Cádiz) el 25/04/1814. Confirmó la alternativa en Madrid el 31/07/1848, de manos de Julián Casas, siendo testigo Antonio Luque. El toro era de la ganadería de Justo Hernández. Falleció en Madrid el 23/07/1852, a consecuencia de la cornada que le produjo en la plaza de Madrid unos días antes, el 12 de julio, el toro Pavito, de Veragua, 4º de la tarde. En la Tauromaquia de "Guerrita" figura que el toro asesino fue el 6º, y que la cogida se produjo al intentar recibirlo. Si fue así, la ganadería sería la de don Ildefonso Rozalem, nuevo, y no la de Veragua.

Citan en el libro "Necrología Taurina", de Tomás Orts Ramos, "El Niño de Dios" (1866-1939) publicado en 1889: Manuel Jiménez (El Cano).- Un toro de Veraguas, berrendo en colorado, botinero, gacho y de nombre "Pavito" cogió a este torero en la plaza de Madrid el 12 de julio de 1852. Tomó ocho puyas y se le pusieron dos pares de banderillas. "El Cano" tras una inteligente brega, se fue al toro con tanta codicia que se embraguetó, siendo cogido por la fiera que le propinó una gran cornada en un muslo. Sacóle el chiclanero coleando al toro, sin más avería, pero con la suficiente para causarle la muerte días después.
Fuente:
http://bibliotecadigital.jcyl.es/i18n/consulta/registro.cmd?id=14529

MANUEL TRIGO (1812 - 1854)

Cortesía de
http://www.cultoro.com/cultorizate/ayer/2016/8/23/muere-asesinado-sevilla-matador-toros-jose-trigo-1854-19092.html

Nació este diestro en Sevilla el 19 de julio de 1812 e hizo su aprendizaje torero en el matadero de dicha ciudad. Fue a Madrid en 1845 como banderillero de (el Chiclanero), y para los efectos de su antigüedad como matador de toros se cuenta la fecha del 20 de septiembre de 1847, en cuyo día toreó en la expresada capital, con (el Salamanquino), una corrida con división de plaza. Aseguran que fue matador valiente y sereno y hombre de costumbres morigeradas. En Madrid tuvo muy buena actuaciones durante los años 1852 y 1853. Al salir una noche de una licorería en Sevilla, unos guapos de profesión lo confundieron con Manuel Domínguez y le hirieron gravemente con un estoque, y convaleciente de tal agresión halló la muerte, víctima del cólera, el 14 de agosto de 1854. (Fuente: Crónica de don Abel Murillo Adame/ http://.historiadeltorero.com)

Por su parte el erudito taurino J. Sánchez de Neira, lo menciona en su obra "El Toreo: Gran Diccionario Tauromáquico", al referir que, " TRIGO (Manuel). - Fue un regular matador de toros, de buena escuela y aplicado. Natural de Sevilla, aprendió el oficio de sombrerero, que dejó a los diez y seis años de edad, para dedicarse al arte de torear con decidida vocación, y en el cual no fue muy bien recibido por sus paisanos, ignoramos por qué causa. En el año de 1838 entró a servir al ejército como soldado procedente de la célebre quinta de Mendizábal, siendo licenciado en 1840, a la conclusión de la guerra, y en seguida se dedicó nuevamente a torear en plazas de segundo órden, pasando más tarde a Portugal, hasta que en 1845 se presentó en la plaza de Madrid, donde se le calificó como el mejor de los medias cucharas, reconociendo en él que valía, había disposición, afición, deseo de lucir, y que trabajaba con voluntad. Formó luégo cuadrilla y trabajó en algunas plazas de España y Portugal, especialmente en los años de 1852 a 1854, con bastante aceptación, hasta que, hallándose gravemente herido en Sevilla, atravesado por un estoque, fuera de la plaza, le acometió el cólera-morbo, y falleció en agosto de aquel año. Su padre, que no fue torero, murió también atravesado por un estoque, y su abuelo de un tiro que le disparó un guarda de campo. Era Trigo muy formal, y si bien no fue buen mozo, llevaba muy bien la ropa; y los trastos de matar, con aire y desenvoltura. "

Don Daniel Tapia, el erudito taurino, en su "Breve Historia del Toreo", hace a Manuel Trigo, natural de Sevilla, nacido en el año de 1818 y muerto el 14 de agosto de 1854, a consecuencia de una cuchillada recibida días antes en una taberna sevillana, donde departiendo con su amigo de la juventud, Manuel Domínguez, fueron agredidos por dos miembros del grupo criminal conocido como "los guapos sevillanos".

ANTONIO FERNÁNDEZ OSUNA "OLIVA " (1825 - 1855)

Solo para efectos ilustrativos

“LA STATUE” (1966-67)

Salvador Dalí

Novillero y banderillero español natural de Madrid y nacido el 12 de octubre de 1825. El 29 de abril de 1855 se celebró en Madrid una corrida con 6 toros de don Félix Gómez,  para Francisco Arjona Herrera “Cúchares”, Manuel Arjona, y José Muñoz “Pucheta”. Cuando hubo acabado la lidia de los seis toros reglamentarios, el público pidió uno de gracia y se le concedió, apareciendo al ruedo “Pantalones”, retinto claro, cornilargo y bizco del izquierdo, de don Manuel Bañuelos y Salcedo, que tomó cinco varas de Francisco Calderón, Juan de Fuentes,  y de Juan Martín García. Saltaron al ruedo Gonzalo Mora, Victoriano Alarcón “El Cabo” y Antonio Fernández “Oliva”, que acababan de entrar en la plaza, y pidieron permiso a la presidencia, el primero para estoquear, y los otros dos como peones y garapulleros. Concedido aquél, ni “Cúchares” y menos el presidente advirtieron el estado de embriaguez en que “Olivase encontraba. Puso “El Cabo” dos soberbios pares; “Oliva” agarró un par, y descuidado de entrar por su terreno, se dirigió a la cabeza del toro, que le tiró un derrote y le dio una espantosa cornada en la ingle derecha, de unos 20 centímetros de extensión, penetrando en el vientre con salida de los intestinos. Retirado del redondel y administrada la Extremaunción al herido, de sus resultas a  las siete de la tarde el día siguiente, 30 de abril de 1855, en el Hospital General de Madrid a los 30 años de edad.  Fuentes:* Sánchez de Neira/Diccionario El Toreo. * Varilargueros del Puerto de Santa María, * Dr. Juan José Zaldívar Ortega/Víctimas del Toreo, * Juan José de Bonifaz/ Víctimas de la Fiesta) 

JUAN ÁLVAREZ BUENO " CHOLA " (1819 - 1856)

Cortesía del Sitio Web: http://www.madridhistorico.com

Tras la construcción en el reinado de José Bonaparte de los dos primeros cementerios de Madrid; el Cementerio General de Norte (1809) y del Sur (1810), diversas Archicofradías y Sacramentales de la ciudad empezaron a construir paulatinamente sus propios cementerios para enterrar en ellos a sus afiliados. Uno de estos fue el de la Sacramental de San Ginés y San Luis, construido en 1831 en las afueras de la Puerta de Fuencarral. Fue clausurado el 1 de septiembre de 1884, su lugar lo ocupan hoy diversos edificios de viviendas situados entre las calles de Magallanes, Fernández de los Ríos y Fernando el Católico.

Juan Álvarez Bueno (Chola) se hizo buen jinete  sirviendo en el ejército. Trocó después la lanza por la garrocha, y era un picador animoso y trabajador, que alguna vez formó parte de la cuadrilla del Chiclanero. Murió de un tiro en la frente en el año 1856, cuando las jornadas de julio en la  corte, hallándose cerca de la calle de Peligros, frente al café Suizo. Era natural de Manzanares, provincia de Ciudad-Real, casado, y de treinta y siete años. Yacen sus restos en el cementerio de la sacramental de San Luis y San Gines de Madrid, nicho número 9, galería sexta izquierda. (Fuente: El Toreo: Gran Diccionario Tauromáquico/ J. Sánchez de Neira- Edición de 1870) 

FRANCISCO MÍGUEZ (XXXX - 1856)

Asalto al Palacio de María Cristina de Borbón por los revolucionarios de 1854

Museo Municipal de Madrid

 Cortesía del Sitio Web: http://www.artehistoria.jcyl.es

 

Hijo o sobrino del célebre (picador) Sebastián Míguez. Fue valiente hasta la temeridad, y se puede decir con un antiguo aficionado << que en su pequeño cuerpo todo lo que había era veneno>>. Toreo por los años 1850 en adelante, y tenemos entendido que murió en 1856 en las jornadas de julio. Parece que otro hijo de Sebastián se halla establecido en Barcelona, siendo veterinario. (Fuente: El Toreo: Gran Diccionario Tauromáquico/ J. Sánchez de Neira- Edición de 1870) 

JOSÉ MUÑOZ << PUCHETA >> (1817 - 1856)

José Muñoz "Pucheta"
De la hemeroteca de don Rafael Gómez Lozano
http://torerosmexicanos.blogspot.mx/

MUÑOZ (Pucheta) José.- Valía poco como matador, pero era valiente y bravo. Trabajó alternando con “Cúchares” en Madrid. Sin duda para coseguir su ajuste en 1855 le valió la preponderancia que sobre las masas populares adquirió en los sucesos de Julio de 1854. Fue empleado por el gobierno, y en 1856, el 16 de junio, asesinado en las afueras de la Puerta de Toledo, cuando se retiraba de Madrid después de desesperada lucha en las calles. (Fuente: Crónica de don J. Sánchez de Neira, de su libro “El Toreo: Gran Diccionario Tauromáquico-Tomo II)

Refiere don Víctor, historiador y propietario del afamado Blog Taurino “A los toros”,  sin especificar la fuente de información, que << el 16 de julio de 1856 José Muñoz “Pucheta” fue muerto a tiros en Villaverde (Madrid) cuando era perseguido por soldados de Caballería en el alzamiento del general O’Donnell, era un conocido agitador político de izquierdas. Nacido en Madrid el 18 de noviembre de 1817 se dedicó tan pronto como pudo al oficio de puntillero hasta que empezó a matar novillos en 1845. Luchó en las barricadas de la “Revolución de Julio” del año 1854 y aprovechando el triunfo de los progresistas tomó la alternativa en Madrid el 21 de agosto de dicho año, Juan Jiménez “El Morenillo” le cedió el toro “Saleroso” del marqués de la Conquista. Se vistió por última vez de luces en la capital citada el 28 de octubre de 1855, “Cúchares” y Manolo Arjona fueron sus compañeros de cartel. >>

ANTONIO VERDES "CHILAILAS " (XXXX - 1857)

Solo para efectos ilustrativos

José María Tuser Vázquez (Barcelona, 1919)

Banderillero que fue cogido el 24 de junio de 1857 y que falleció el mismo día a resultas de sus heridas. De él refiere d. Juan José Zaldívar Ortega, en su obra Víctimas del Toreo, que fue un << banderillero de toros, que no logró sobresalir de entre la medianía, y de él la mayor memoria que ha quedado ha sido la de su muerte acaecida en la Plaza de Toros de Tolosa el 24 de junio de 1857, al ser cogido por el primer toro cuando lo toreaba a la verónica. Pero nada sabemos del tipo de cornada que le infringió el astado.

Al respecto, el erudito taurino, don Juan José de Bonifaz, en su obra “Víctimas de la Fiesta”, comenta  que <<al capotear a una res de ganadería no determinada fue herido y muerto el modesto Antonio Verdes (Chilailas), el 24 de junio de 1857, en el coso de Tolosa (Guipúzcoa), según la versión del minucioso historiador Ventura Bagûés (Don Ventura). Otras fuentes sitúan la efeméride en la capital alavesa. "

Citan en el libro "Necrología Taurina", 2da edición, página 67, de don Tomás Orts Ramos, "El Niño de Dios" (1866-1939), publicado en 1889: Antonio Verdes (Chilailas).- Este diestro murió en la plaza de Vitoria, cogido por un toro de Carriquiri, primero de la tarde, del día 24 de junio de 1857.
Fuente:
http://bibliotecadigital.jcyl.es/i18n/consulta/registro.cmd?id=14529

GREGORIO LOJA Y JURADO (1818 - 1858)

Solo para efectos ilustrativos

“Manada de Toros”  (1837)

Jenaro Pérez Villaamil

Museo del Prado

Banderillero de novillos, nacido en Granada el 5 de febrero de 1818, falleció en 1858, a los 40 años de edad. No logró los éxitos que deseaba, y si ha llegado hasta nosotros su recuerdo se debe a su desgraciado fin, ya que el 14 de noviembre de 1858, al poner un par de banderillas, en la Plaza de Toros de Valencia, recibió una tremenda cornada en el muslo izquierdo, falleciendo a consecuencia de ella el día 21 de noviembre de 1858, en un hospital. (Crónica de don Juan José Zaldívar Ortega)

 

Al respecto de su rodaje taurino, don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere que << En el coso valenciano fue corneado, al prender un par de banderillas, el granadino Gregorio Loja Jurado, el 14 de noviembre de 1858, y a sus resultas fallecería el posterior día 21 en un hospital de la mencionada ciudad levantina.>>

MANUEL DÍAZ CANTORAL << EL LAVÍ >> (1811 - 1858)

Solo para efectos ilustrativos

“Par de Banderillas” (2004)

Obra del deslumbrante pintor madrileño Fidel Molina

Manuel Díaz Cantoral “El Laví”, torero andaluz nacido en Cádiz el 11 de marzo de 1811 y fallecido en Perú el 9 de diciembre de 1858. Tiene una de las personalidades más marcadas entre los toreros de la época. Gitano por los cuatro costados, fue banderillero de su hermano Gaspar (1807-1871), sin lucir con los rehiletes ni con la brega. Se presentó en Madrid, sin mediar alternativa, el 17 de abril de 1843, con toros de Gariva y Sandoval, destacando mucho, así como en otras plazas de Castilla, Aragón y el norte. Llama la atención su manera de comportarse en el ruedo. Habla con los toros, divierte y no da la impresión de tomarse la vida en serio. En otras ocasiones es todo lo contrario, demostrando un miedo inconcebible. Sus actuaciones estaban en razón directa con cualquier detalle que en el toro o en la plaza implicaran una exacerbación de su espíritu supersticioso. Y este detalle, por nimio que fuese, hacía que sus verónicas no tuviesen la plasticidad requerida y, por tanto, que la muchedumbre no llegara a enardecerse, pues el toro no se mordía el rabo. También su actuación en quites era muy deficiente, aunque la suerte de varas hubiese calmado al toro. También, según parece, su faena de muleta era bastante pobre.  “El Laví”, en sus tardes negras, hablaba con los toros con un gran deje de amargura: "No seas ladrón, aplómate y déjate matar. ¿No ves que tengo cinco hijos?". Hubo veces en que lloró ante la suerte adversa, dolido por las muestras de desagrado del público. Odiaba a los toros zainos. También a los que su hierro fuera un círculo. Entonces no reparaba en la estridencia de su fracaso, porque por encima estaba la vida. Entre 1848 y 1858 se mantiene en el favor de los públicos aureolado por anécdotas jugosas. Actuó en La Habana Cuba y en plazas mexicanas. Volvió entusiasmado con aquellos públicos que, según contaba, si se hubiera quedado más tiempo le habrían hecho rey o "emperaó" de aquella tierra. Marchó contratado a Lima Perú en 1858 y allí falleció a los diez días de su llegada por razón de una fiebre maligna, un negro destino que diez años más tarde, en 1868, sufriera al enorme diestro Francisco Arjona Herrera “Cúchares”  que falleció víctima del vómito negro en La Habana, Cuba.

Fuentes:

María Celia Forneas: Serafín Estébanez Calderón, "El Solitario", periodista taurino.

Juan Egea Rodríguez: Figuras Gaditanas. Caja de Ahorros de Cádiz. Cádiz. 1974.

http://wikanda.cadizpedia.eu/wiki/El_Lav%C3%AD

DOMINGO RIVERA MAYO "EL TUERTO" (1823 - 1859)

Solo para efectos ilustrativos
“Kikirikí”
Obra del extraordinario pintor madrileño José López Fernández (Canito)

Rehiletero que fue cogido por un novillo el 2 de enero de 1859 y que falleció a resultas de los golpes recibidos el día 7 del mismo mes. Al respecto de la vida y andanzas de este infortunado lidiador el Dr. Juan José Zaldívar Ortega refiere que fue un <<banderillero de toros, nacido en Madrid el 30 de mayo de 1823, y que falleció el 7 de enero de 1859, a los 36 años de edad. El 2 de enero de 1859 se celebró en Madrid una novillada, en cuya primera parte se había de simular la escena de los locos de jugar con fuego. El Tuerto, luego de picar sobre un borrico, intentó imitar a los pegadores portugueses y citó al novillo, lo volteó, dándole un tremendo golpetazo en el pecho y el vientre del que falleció el 7 de enero de 1859), desamparado y sin compañía de nadie.

El célebre historiador, don Juan José de Bonifaz, autor del libro “Víctimas de la Fiesta”,  abundando en los detalles de la tragedia, refiere que << diferentes cornadas habían terminado con las facultades físicas, mínimas para poder enfrentarse a las reses, del madrileño Domingo Rivera Mayo (el Tuerto). Pese a ello,  y de vez en vez,  actuaba en espectáculos de ínfima categoría, como el que se celebró en Madrid el 2 de enero de 1859, en el que recibió un fuerte porrazo en el pecho y vientre propinado por una res. No ingresa en la enfermería, pero aquella noche, ya en su domicilio, se presenta una hemorragia por boca, nariz y oídos, por lo que es ingresado en un hospital, donde moriría el día 7 del mismo mes. "

Refiere el historiógrafo "Don Víctor", propietario del visitado Blog Taurino "A los Toros" que Domingo Rivera y Mayo (el Tuerto), recibió sus primeras lecciones de manos de Ángel López "Regatero", empezó a torear por provincias amparado por Gregorio López Calderón y Gonzalo Mora. En 1856 sufrió en Béjar (Salamanca) una grave cornada cuando ayudaba a Francisco Martín "el Corneta", tardó mucho tiempo en curar y al final quedó casi inútil de su pierna derecha. Como desgraciada se puede considerar la vida de Domingo ya que tras una existencia miserable de pobreza murió desamparado y sin compañía

Citan en el libro "Necrología Taurina", 2da edición, de don Tomás Orts Ramos, "El Niño de Dios" (1866-1939), publicado en 1889: Domingo Rivera (El Tuerto).- El 9 de enero de 1859, y en una novillada celebrada la tarde de aquel día, sufrió este banderillero tan fuerte golpe causado por el toro, que murió siete días después.
http://bibliotecadigital.jcyl.es/i18n/consulta/registro.cmd?id=14529

MANUEL PAYAN JIMÉNEZ (1819 - 1859)

Solo para efectos ilustrativos: Fotografía,  de la revista “Terres Taurinas”, en la que vemos un toro de Veragua lidiado en Madrid a principios del SXX,  donde es de asombrar el tamaño del toro comparado con el del  caballo

Picador nacido en Coria del Río (Sevilla) el 23 de octubre de 1819, falleció el 27 de junio de 1859, a  consecuencias de varias cornadas. El 24 de junio de 1859 se dio en El Puerto de Santa María una corrida de ocho toros, al entrar Payán al cuarto toro, de la ganadería de Francisco Arjona (Cúchares), derrotó el bicho, dando al picador un puntazo en la rodilla derecha y derribándolo del caballo; ya en el suelo, hizo de nuevo por él y le dio una gran cornada en la ingle, con salida de los intestinos. (Crónica de d. Juan José Zaldívar Ortega).

Respecto de su rodaje taurino, el erudito taurino, don  Juan José de Bonifaz refiere que << nuevamente la plaza de El Puerto de Santa María fue escenario de una cornada mortal, la inferida por un cornúpeta de la divisa de Francisco Arjona (Cúchares), el 24 de junio de 1859, a Manuel Payán Jiménez, que ocasionó su óbito el inmediato día 27. "

"Don Víctor", el cronista contemporáneo avecindado en Madrid y propietario del Blog taurino "A los Toros", cita en sus leídas efemérides que: el 24 de junio de 1859 se celebró en el Puerto de Santa María una corrida de ocho toros, para Antonio Sánchez "El Tato" y Gonzalo Mora los seis primeros, y los dos últimos para el sobresaliente Mariano Antón. El picador Manuel Payán Jiménez se dispuso a picar al cuarto, de la ganadería de Francisco Arjona "Cúchares", con tan mala suerte que el toro le dio un puntazo en la rodilla y le derribó del caballo. En el suelo fue corneado en la ingle con salida de los intestinos. Nada se pudo hacer por el infortunado que falleció tres días después. Había nacido en Coria del Río (Sevilla) el 23 de octubre de 1819, comenzó a actuar en las plazas andaluzas en 1842. Perteneció a la cuadrilla de Manuel Trigo hasta el fallecimiento de éste en 1854. (Al salir una noche de una licorería en Sevilla fue confundido con Manuel Domínguez, le hirieron gravemente con un estoque y estando convaleciente de la agresión falleció víctima del cólera el 14 de agosto del citado año). Actuó como picador de reserva junto a Francisco Arjona "Cúchares", fue entonces cuando toreó mayor número de corridas.

El erudito taurino Juan José Zaldívar Ortega consigna en su libro "Víctimas del Toreo"- Apartado de Picadores (Página 72) que Manuel Payán, picador de toros, nacido en Coria del Río (Sevilla) el (23-10- 1819), falleció en 1849, a los 30 años de edad. El (24-06-1849), resultó cogido de muerte. Sobre él nos dice Cossío: «Modesto picador de toros y novillos, a quien en los comienzos de la profesión se le anunció en los carteles con los nombres de Manuel Pagán y Antonio Payán. Comenzó a trabajar en plazas de segundo orden en Andalucía el año 1842 y en 1846 y 1847 actuó en las corridas de la Real Maestranza como primer reserva, presentándose a picar en tanda en dicha plaza el (01-08-1847). Figuró en la cuadrilla de Manuel Trigo, y muerto éste, en la de varios matadores, siendo Francisco Arjona Guillén (Cúchares) quien le proporcionó más trabajo en las corridas de provincia como picador de reserva. Abandonó algún tiempo la profesión para dedicarse a contrabandista. Volvió al toreo, figurando como agregado, durante unas temporadas, en la cuadrilla de Cúchares, con el que toreó en provincias. El toro, llamado General, procedente de la ganadería del marqués de la Conquista, le cogió en la corrida celebrada en la Plaza de Toros de El Puerto de Santa María el día al principio señalado, hiriéndole de tal gravedad que murió tres días después», el 27 de junio. Todavía más explícito, el mismo Cossío, nos detalla la cogida: «Al entrar Payán al cuarto toro, derrotó el bicho, dando al picador un puntazo en la rodilla derecha, derribándolo del caballo; ya en el suelo, hizo de nuevo por él y le dio una cornada en la ingle, con salida de los intestinos. En la enfermería, reconocido, resultó tener otras heridas en la pierna derecha y en la espalda.»También Cossío cita que aquél día se lidiaban ocho toros, siendo los seis primeros para Antonio Sánchez, Tato y Gonzalo Mora, y los dos restantes, para el sobresaliente o media espada Mariano Antón. Por referencias encontradas en los Archivos Municipales sabemos también que en esa corrida, lo mismo que en la celebrada al siguiente día, fueron presenciadas por Sus Altezas los Duques de Montpensier, que especialmente se había desplazado a El Puerto, desde su residencia de Sanlúcar, invitados por el entonces Alcalde, D. José Valderrama. Durante su estancia de dos días en El Puerto, asistieron a Misa en la Prioral y en el Monasterio de la Victoria, concedieron audiencias en casa de los Sres. Morgan y Osborne; ella, María Manuel Osborne y Bohl de Faber, donde se alojaron, y asistieron por las noches al Teatro Principal. Hicieron abundantes obras de caridad, atendiendo con generosidad a las numerosas personas instanciadas que les fueron dirigidas por personas menesterosas. «Pero nada hemos encontrado -nos dice don Manuel Martínez Alfonso- referente a la aludida cogida del picador Payán, por lo que hubiera sido lógico que se interesaran Sus Altezas, y aún que hubiesen determinado socorrerle con algún donativo a su familia. Sin embargo, en el libro de Pazos, se recoge también la noticia de la mortal cogida del infortunado picador, coincidiendo en fecha y circunstancias con los datos aportados por «La Fiesta Nacional» y Cossío, y hasta se incluyen, para mayor abundamiento, unos versos que el periódico «El Constitucional», de Cádiz, publicó en su suplemento con motivo del trágico accidente. Los versos refieren con minucioso detalle la escena de la cogida, y resultan sin duda un documento histórico de gran valor para la reconstrucción de este triste suceso.

ANTONIO NAVARRETE "TRIQUIÑUELAS " (1825 - 1859)

Solo para efectos ilustrativos

Cortesía del Sitio Web de Manuel Madrid Delgado: http://4.bp.blogspot.com

Picador de toros que murió en Sevilla el 11 de diciembre de 1859, por conmoción cerebral a consecuencia de una caída. (Fuente: Crónica de don Juan José de Bonifaz Ybarra, de su libro “Víctimas de la Fiesta”.) 

Abundando en la vida de este personaje de la Fiesta, el erudito taurino Juan José Zaldívar Ortega consigna en su libro "Víctimas del Toreo"- Apartado de Picadores (Páginas 76 y 77) que Antonio Navarrete (Triquiñuelas), picador de toros, nacido hacia 1825, falleció en 1859, a los 34 años de edad. La tarde del 11 de diciembre del citado último año, actuando en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, un toro, de nombre "Tabardillo", le dio batacazo que le produjo una fuerte conmoción cerebral, que le produjo la muerte. Tomó la alternativa en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla el (15-08-1847), después de haberse dado a conocer en otras plazas andaluzas, toreando hasta el año de su muerte. Figuró algún tiempo en la cuadrilla de Antonio Sánchez (Tato). En aquella corrida sevillana actuaron los diestros Francisco Arjona Herrera (Cúchares), Juan Lucas Blanco, Manuel Arjona Herrera, Manuel Domínguez (el Nili), Antonio Sánchez (Tato) y José y Manuel Carmona, en festejo a beneficio de los heridos de la guerra de África, organizó el Ayuntamiento sevillano una sensacional y atractiva corrida, en la cual tomaron parte los diestros citados.

PEDRO PÁRRAGA HERNÁNDEZ (1818 - 1859)

Imagen y pintura propiedad de la Real Maestranza de Caballería de Ronda

Banderillero y matador de toros que nació en Madrid el 5 de noviembre de 1818, siendo su primera corrida el día 26 de diciembre de 1845. Fue arrollado por un toro  el 12 de octubre de 1859,  y falleció el día 15 del mismo mes.

Pedro Parraga comienza su carrera como banderillero en las cuadrillas de Manuel Lucas Blanco, Juan León, Roque Miranda y “El Morenillo”. Es esta última la que lo alienta a convertirse en matador. Se alterna en Madrid por primera vez como matador de toros, sin "la transferencia de trastos" (es decir, no había otra alternativa de ceremonia) el 28 de diciembre 1845, en compañía de “Noteveas” y “El Salamanquino”, frente a toros de las ganaderías de Pedro Nautet y Martínez Enrile.


El 12 de octubre 1859 en Toro, provincia de Zamora, alternando con Juan Rodríguez "Cadenas", y  haciendo un quite a un peón en peligro, fue literalmente arrollado por un astado  de la ganadería de Zalduendo. Él no sufre ninguna herida en sentido estricto, pero si un grave magullamiento general,  al que no le da la importancia debida. Después de dos días de atenciones en el hospital, decidió, en contra de la opinión de los médicos, unirse a sus compañeros para regresar en galera a Madrid, donde probablemente,  a consecuencia del traqueteo del viaje y de algún exceso alimenticio,  le sobreviene un paro cardiaco,  a las siete de la tarde del día 15 de octubre de 1859 en el camino de regreso a Madrid.

"Juzgándole desapasionadamente –escribió de él Sánchez de Neira en su diccionario-, como venimos haciéndolo con todos, no adquirió por su saber ni por su valor grandes laureles. Procuraba cumplir bien y hacía esfuerzos para ello; pero ni de banderillero se le vieron cosas de primer orden, ni de espada pasó de regular. En lo que más se le distinguió fue en correr los toros por derecho siempre, buena costumbre que se va perdiendo, y en los pases de muleta, que, especialmente los primeros que daba a cada toro, eran limpios y de buena escuela. Como todos los toreros, tuvo su época, si bien como hemos indicado, no ocupó nunca un primer puesto, y eso que en muchas Plazas de Toros de capitales de provincia era querido y apreciado. Su trato afable, jovial y rumboso contribuía a ello no poco, tanto como la buena dirección de las plazas, cuando la tenía a su cargo."

El maestro, don Juan José de Bonifaz Ybarra,  refiere de este personaje de la Fiesta, que << en la corrida celebrada en Toro (Zamora) el 12 de octubre de 1859, un astado de la ganadería de Zalduendo cogió a Pedro Párraga Hernández, sin que le produjera lesión externa alguna. Ingresado en el hospital, allí se observaron diversas mallugaduras a las que el espada no concedió mayor importancia, por lo que, imprudentemente, emprendió con sus compañeros el regreso en galera a Madrid. El traqueteo del incómodo viaje, unido a algún exceso alimenticio, provocó su muerte, ocurrida el inmediato día 15 antes de su llegada a la villa que le vio nacer. "

Cita don Luis Garrido, entre otras interesantes cosas, en una brillante editorial de su autoría titulada: "Portogüelo, el nombre de una tragedia", que en la tarde del trágico suceso se medían dos espadas que, si bien no gozaban del relumbrón de las grandes figuras de la época, sí que tenían buena prensa en plazas menores. Pedro Párraga Hernández y Juan Rodríguez «Cadenas» mantenían un duelo sobre el albero toresano en el que los protagonistas eran seis animales de la ganadería de Zalduendo. En aquel momento, el histórico hierro criaba a sus reses en la localidad navarra de Carrasposo, muy lejos de Cáceres, que es donde se encuentran en la actualidad. De estos toros se decía que eran animales «de pura casta». Saturnino Napal Lecumberri, en su libro «Navarra tierra de toros. Casta navarra», afirma lo siguiente. «Los toros eran chicos por su tamaño y grandes por su bravura, con un temperamento nervioso en extremo capaz de hacer andar de cabeza a toda la torería; que saltaban limpiamente la barrera, no huyendo, sino persiguiendo a la gente», dicta el autor. Poco se sabe de las características de Portogüelo. Sería, si atendemos a las descripciones generalizadas sobre los Zalduendos de mediados del siglo XIX, un ejemplar entre castaño y colorado, con ojos de perdiz, cuernos cortos, blancos, veletos y algo alirados. En la lidia, indican otras fuentes, solían presentar desigualdades, aunque por línea general eran toros bravos, nobles y ligeros.
Fuente:
http://www.laopiniondezamora.es/toro/2013/06/30/portoguelo-nombre-tragedia/689375.html

AUGUSTO MARADAS (XXXX - 1860)

Solo para efectos ilustrativos

“Rejoneador”  (Óleo sobre tela)

Obra de la pintora Mexicana María Angélica González-Dávila

Refieren crónicas de esas fechas, que fue un rejoneador cogido por toro el 22 de septiembre de 1860 y que fue difunto  el mismo día a resultas del incidente.

El ilustre historiador hispano, don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere de este rejoneador portugués, solamente," que el luctuoso suceso acaeció en la localidad lusa de Nazaré, en septiembre de 1860. "

El erudito taurino Juan José Zaldívar Ortega, en su libro "Víctimas del Toreo", Apartado de Picadores, página 47, refiere de este personaje que: Augusto Maradas, rejoneador portugués, muerto a unos meses de comenzar su profesión. Era cuñado del banderillero Caixinha, y fue cabo de artillería. Animado por sus camaradas militares, que admiraban sus dotes de jinete, se dedicó al toreo a caballo. Cuando llevaba apenas seis meses en la profesión, en septiembre de 1860, fue a torear a la Plaza de Toros de Nazareth (Portugal). Un testigo presencial de la corrida, Diamantino Pontes, narró así la muerte del desgraciado Maradas: «Mi pobre compañero entró en el ruedo a picar al primer toro; se veía blanco como la cal. Todo él temblaba; inspiraba dolor. Citó para la suerte de gaiola a un tremendo bicho de la ganadería de don Francisco Bate-Folha. Me di cuenta de que el infeliz mozo estaba fuera de su terreno, y presentí la cogida cierta. Así fue: arrancó el animal con rapidez, derribando a tierra caballo y caballero, que golpeó fuertemente en la cabeza el arzón de la silla, abriéndose una gran brecha en el cráneo, que le causó la muerte en pocos momentos.»

MANUEL EGAÑA (XXXX - 1860)

Solo para efectos ilustrativos

“Citando a Banderillas” (1900)

Obra del pintor José García Ramos (1852-1912)

Museo de Bellas Artes de Sevilla

Comenta don José María Busca Irusi, en un coloquio sobre Tauromaquia Vasca efectuado el 15 de noviembre de 1951, << que en Azpeitia, a la muerte del tercer toro, se interpreta un triste aire vasco, en recuerdo, según refiere don José de Arreche, de la desgraciada muerte en la Plaza de Azpeitia,  del diestro Manuel (a) Eulia (El Tejedor, en castellano), al intentar clavar un par de banderillas.

 

Es muy probable que este Manuel “Eulia” sea el Manuel Egaña, que aparece en el inventario del erudito  Cossío como toreando hacia 1860 por las plazas del norte de España y sur de Francia. Egaña era oriundo de Deva, y cree haber escuchado que de ese lugar era el desgraciado Eulia. "

 

Lo admirable del asunto, es que a 150 años de la muerte de “El Tejedor”, como gracia divina, y como señal admirable  de la gratitud del pueblo Vasco, es el observar  que aún se acompañan  en los tendidos de la plaza,  los sones del “zortziko fúnebre”, en recuerdo a aquel torero que con su arte, valor y entrega, supo perpetuarse en los corazones guipuzcoanos.

MUERE UN SOLDADO EN LA PLAZA TOROS DE ZARAGOZA EN 1860 (XXXX - 1860)

Plaza de toros de Zaragoza
http://portaltaurino.net/enciclopedia/doku.php/plaza_de_zaragoza

Publican en el Blog taurino en la Red: "Capotes, Muletas y Rejones" de D. Hassan González Sosa, una nota de "Cultura Taurina / Efemérides del 26 de agosto" donde consignan: "1860 Muerte en el tendido".- En una corrida de toros celebrada en la plaza de Zaragoza (conocida el coso de Pignatelli o de la Misericordia), el cuarto toro, de la ganadería de “Carriquirri”, saltó al tendido, produciendo la muerte a un soldado. “Curro Cúchares”, que era el encargado de la lidia, subió al tendido dándole una estocada. La corrida se suspendió, para atender a los muchos espectadores heridos de roturas de brazos y piernas.

SANTOS DEGOLLADO (1811 - 1861)

El General Santos Degollado, destacada figura del Ejército Liberal durante la Guerra de Reforma, nació en Guanajuato, Gto., México, en 1811. Desde muy joven fue partidario del federalismo; participó en su primer hecho de armas en 1836, donde fue hecho prisionero y poco después fue liberado.
En 1839, después de incorporarse a otra sublevación armada, fue nuevamente apresado y a su liberación, colaboró con Melchor Ocampo en el Gobierno de Michoacán. Incorporado al ejército, se adhirió en 1854 al Plan de Ayutla, promulgado contra el gobierno de Santa Anna. Al triunfo de dicho movimiento, se le nombró gobernador de Jalisco (1855-56) y en 1858 fue designado Ministro de Guerra y Marina por el Presidente Benito Juárez, así como General en Jefe de las fuerzas republicanas y al triunfo de las fuerzas liberales en la Guerra de Reforma, ocupó el cargo de Ministro de Relaciones. En ese mismo año ordenó requisar un millón de pesos a un grupo de comerciantes que pretendía sacarlos del país, hecho que le costó ser procesado.
En 1861, al enterarse del asesinato de Melchor Ocampo, pidió su reincorporación a las filas del Ejército a fin de perseguir y apresar a sus asesinos, solicitud que le fue concedida. Desgraciadamente, el 15 de junio de 1861 fue derrotado en los Llanos de Salazar, perdiendo la vida a manos de las fuerzas conservadoras.
Fuente:
https://www.gob.mx/sedena/documentos/15-de-junio-de-1861-fallece-el-general-santos-degollado?state=published

El distinguido escritor de Coahuila, Don Armando Fuentes Aguirre "Catón", escribió una editorial muy hermosa y pintoresca de nombre "El diablo de don Santos", donde nos narra en forma sucinta sobre las buenas maneras que tenía este héroe nacional para la monta de toros, amén de su dominio sobre los caballos: Hombre en verdad muy singular fue Santos Degollado. Nacido en Guanajuato en 1811 vivió una niñez de gran pobreza, pues su padre fue insurgente y todos sus bienes le fueron incautados por los realistas. Un tío suyo lo recogió a la muerte de su progenitor y lo llevó a México. Después él fue a Morelia, donde se empleó en la Catedral. Ahí trabajó 20 años.
En ese tiempo se hizo Degollado de una vastísima cultura. Es fama que sabía latín, griego, hebreo y árabe, y que en todas esas lenguas podía leer como en la suya. Era gran conocedor de la Biblia, muchas de cuyas partes sabía de memoria. Las ciencias naturales le apasionaban; poseía conocimientos de matemáticas, química y otras abstrusas disciplinas.
Sin embargo tenía muy bien plantados los pies en la tierra don Santos Degollado. Se lanzó a la carrera de las armas como enemigo de Santa Anna. Simple soldado raso, llegó a ser general. Se volvió hombre muy de a caballo, y adquirió considerable fortaleza física. Cierto día hubo en Zapotlán un jaripeo. A él asistió don Santos vestido de civil. Sacaron un toro bravo y nadie lo pudo montar. Uno tras otro eran derribados los rancheros por la furiosa bestia. En el tendido se oyó una voz fina y atiplada:
-Deben poner más flojo ese pretal.
Otros rancheros mordían el polvo al no poder sostenerse en el lomo de la fiera.
Y otra vez la vocecilla:
-Pónganle más flojo el pretal.
Los pelados voltearon a ver a quien aquello decía. Era don Santos, que lucía traje negro y sombrero de copa. Se rieron todos, y uno dijo:
-Pos bájate tú, roto, si tanto sabes.
Bajó al ruedo Degollado, y sin siquiera quitarse el sombrero montó en el animal luego de arreglarle el pretal. Soltaron a la bestia, y salió el toro tirando coces y reparos. Don Santos se mantuvo firme. Por toda la plaza fue dando el toro saltos y corcovas, y don Santos seguía firme, como si en vez de montar un fiero bruto fuera en un caballito de carrusel. El animal, fatigado, se echó en la arena y don Santos bajó de él como un rey de su carroza en medio de los aplausos y vítores de la concurrencia.
Vivía como un monje don Santos Degollado. En cierta ocasión recibió alojamiento en una casa rica de Sayula. Todos los días las criadas que iban a tender su cama la encontraban en orden. Se asombraron pensando que aquel señor tan importante hacía la cama por sí mismo. Pero más se asombró el jefe de la casa cuando una vez, a media noche, entró en la habitación de don Santos para llamarlo, pues alguien lo buscaba. Lo encontró durmiendo en el suelo, sobre una piel de búfalo que siempre traía entre sus efectos. El asombrado señor le preguntó a Degollado por qué no dormía en la cama, y éste le respondió con una sonrisa avergonzada:
-Es que luego me mal acostumbro.
Vivía como un santo don Santos. Despreciaba los banquetes que se le ofrecían y apenas de vez en cuando probaba un trago de vino, como decía él, “por no desairar”. Sus oficiales decían sotto voce:
-Este don Santitos es como el cura de Apango, que ni chupa (es decir ni fuma) ni bebe ni va al fandango.
En opinión de los historiadores liberales fue Santos Degollado “después de Ocampo y Juárez, el carácter más entero y admirable de la Reforma”. Los conservadores, en cambio, lo describen como a un demonio y lo culpan del terrible saqueo que sufrió la catedral de Morelia, cuyos tesoros, dicen, fueron a dar a manos de los yanquis como pago por la ayuda que los Estados Unidos dieron a los juaristas. Quién sabe...
Fuente:
https://vanguardia.com.mx/articulo/el-diablo-de-don-santos-1

JOSÉ DÁMASO RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ " PEPETE " (1824 - 1862)

José Dámaso Rodríguez Rodríguez (Pepete)

Cortesía de Don Abel Murillo Adame

Sitio Web: http://.historiadeltorero.com

Matador de mérito heroico que nació en Córdoba el 11 de Diciembre de 1824 en el Barrio del Matadero, tomo la alternativa en Sevilla el 12 de agosto de 1850 de manos de Juan Lucas, confirmándola en Madrid el 27 de junio de 1853, llegando a tener en su cuadrilla a futuras grandes figuras del toreo como Rafael Molina "Lagartijo". 

 

Fue muerto en el coso de Madrid  el 20 de abril de 1862 por el toro "Jocinero" de la dehesa de don Antonio I  Miura, berrendo en negro pero dominando el blanco, el segundo de la tarde, quien derribó al picador Antonio Calderón en la suerte de varas quedando a descubierto, lo que hizo que saltara “Pepete” para apartarlo del sitio, mientras que el toro se hallaba corneando al caballo. Sin embargo, el astado se revolvió vivamente y corneó horriblemente  al valeroso diestro empitonando a “Pepete” en el corazón, empero éste alcanzó a levantarse tranquilamente y se fue andando hacia la puerta principal de la plaza, donde fue a desplomarse ya sin alientos. Entró moribundo en la enfermería, con el corazón y el pulmón destrozado, muriendo a los 10 minutos de haber ingresado. Una copla que le honra cuenta el suceso: "Pepete salió a la plaza / como un toro valiente / por salvar un picador / el toro le dio muerte". “Jocinero” tomó con enorme poder 18 varas de Antonio Calderón, Mariano Cortés (El Naranjero) y Andrés Álvarez. Pasó al segundo tercio crecido y desafiador, dio un puntazo al banderillero Juan Yust y derribó a Cayetano Sanz, que lo mató con desconfianza de dos pinchazos y dos estocadas a volapié. “Pepete”, tío abuelo del inmortal “Manolete”, llega hasta nuestros días como uno de los toreros más temerarios que ha existido, hasta el punto de que cuando estaba en los últimos momentos de su vida, le pregunta a los doctores "¿Que, ha sío argo?". Otros cronistas difieren de esta versión al afirmar que fue corneado al repetir la suerte de la garrocha, puesto que la Reina no había visto bien la suerte por estar distraída, y  por concederle esta gracia, que fue la última de su vida,  murió instantes después en la enfermería de la plaza, ya que entró moribundo. Su muerte fue muy sentida por el pueblo y por la circunstancia en que se dio, toreaba ese día en mano a mano con el diestro Cayetano Sanz. (Crónica de d. Juan José Zaldívar Ortega).

 

El erudito taurino, don  Juan José de Bonifaz Ybarra,  refiere en su libro “Víctimas de la Fiesta”, que << en el mano a mano celebrado en el coso de Madrid el 20 de abril de 1862 entre Cayetano Sanz y José Dámaso Rodríguez Rodríguez (Pepete), al realizar éste un quite fue reiteradamente corneado por el toro “Jocinero”, de la ganadería de Antonio Miura. La importancia de las heridas, en especial de una que le destrozó un pulmón, motivaron su deceso, producido a los diez minutos de ser ingresado en la enfermería de la plaza. Como se comprobará más adelante, no es este el único “Pepete” que figura entre las victimas de nuestra fiesta. "

Refiere el prestigiado historiador taurino "Don Víctor", propietario de la página taurina en la Internet "A los Toros", que en agosto 12 de 1850 tomó la alternativa en Sevilla José Dámaso Rodríguez "Pepete" de manos de Juan Lucas Blanco que le cedió el toro "Gamito", negro, de don Joaquín de la Concha y Sierra. Nació en Córdoba el 11 de diciembre de 1824, era hijo de un tratante de ganado y abastecedor del matadero, fué el primer diestro en usar el apodo de "Pepete", que a la larga se haría famoso por el trágico fin que tuvieron algunos de sus poseedores. Se trataba de un torero con gran arrojo y fuerza muscular pero que era incapaz de asimilar en su cerebro el arte del toreo. Empezó como banderillero en la cuadrilla de su paisano Antonio Luque "Camará" y más tarde se integró en la de José Redondo "El Chiclanero". El 20 de abril de 1862 salió a torear en Madrid con Cayetano Sanz, tres toros de don Agustín Salido y otros tres de Antonio Miura; de ésta ganadería fué el segundo de la tarde, "Jocinero", berrendo en negro y capirote, que cogió a "Pepete" y le infirió una cornada que le destrozó el pulmón y le ocasionó la muerte a los diez minutos de entrar en la enfermería. Hombre curtido y de un extraordinario temple antes de expirar y mientras se encontraba frente a los médicos que le estaban atendiendo les preguntó: ¿Es argo? Fuente: http://alostoros.blogsome.com/2010/08/

JUAN MARTÍN GARCÍA "PELÓN, Hijo " (1823 - 1862)

Solo para efectos ilustrativos: Grabado a caballo levantado que aparece en un cartel de la Plaza Real

Picador que fue cogido por el toro de nombre “Caimán” el 10 de agosto de 1862, falleciendo el mismo día. (Fuente: Accidentes Oculares en la Tauromaquia de 1801 a 1941 de los doctores Puertas y Celis)

En las fiestas de San Lorenzo (Huesca, Aragón), el 10 de agosto de 1862 -otros cronistas refieren que fue el 10 de junio del mismo año-, al poner Juan Martín “el Pelón” una vara a “Caimán”, colorado, de Pérez Laborda, sufrió una caída al descubierto. Al intentar incorporarse le acometió el astado y le clavó en la tetilla el asta, cuya punta salió por el cuello, llevándolo arrastrado unos instantes. La cogida no podía tener tintes y características más dramáticas. Intentaron los espadas Manuel Pérez “el Relojero” y Joaquín Gil “El Huevatero” auxiliar al desgraciado picador, y cuando lograron que la bestia soltara al “Pelón”, fue trasladado a la enfermería del hospital, donde murió a la media hora escasa de ingresar pues la herida era terrible. Para socorrer a la viuda se organizó una suscripción que alcanzó muy pronto gran cantidad, dadas las simpatías con que contaba tan buen varilarguero. “El Boletín de Loterías y Toros” publicó las listas de los donantes, y en ellas aparecen los mejores toreros y aficionados de aquel tiempo. Juan Martín “el Pelón” fue picador de excelente escuela, valiente y entendido, no muy sobrado de facultades físicas. La desgracia que sufrió pudo haberle pasado a cualquiera, pues “el Pelón”  fue de los picadores no se acobardaban ante el peligro de toros ilidiables y marrajos. En la citada corrida, el cornúpeto de la ganadería de Pérez Laborda, de nombre “Nevao”, hizo una gran pelea en todas las suertes y llegó a la muerte en buena forma, a pesar de haber aguantado 20 varas y destripado a  seis caballos. (Crónica del historiador Juan José Zaldívar Ortega)

Refiere don Juan José de Bonifaz Ybarra, erudito taurino y autor del libro “Víctimas de la Fiesta”, que << el toro “Caimán” del hierro de Pérez Laborda, produjo, la muerte de Juan Martín García (Pelón, hijo) en Huesca, el 10 de agosto de 1862. Al caer en la arena, intentó incorporarse, haciendo el astado por él y atravesándole prácticamente de una cornada por la región pectoral. El óbito aconteció a la media hora de ser herido. "

"Caimán" un toro de la dehesa de Manuel del Val, de Tudela, dio muerte a un picador en Huesca en 1862
Fuente:
http://www.festejospopulares.es/Castanavarra/toros_con_historia_de_casta.htm

Abundando en la vida de este personaje de la Fiesta, el erudito taurino Juan José Zaldívar Ortega consigna en su libro "Víctimas del Toreo"- Apartado de Picadores (Páginas 77 y 78) que Juan Martín García (Pelón, nieto), picador de toro, tercero de una famosa dinastía taurina que tuvo sus comienzos en un Juan Martín que picó delante del antitaurino Felipe V. Nació en Jerez de la Frontera (Cádiz), el (06-04-1823) y falleció en 1862, a los 39 años de edad. En las fiestas de San Lorenzo, en Huesca, el (10-08-1862), al poner una vara al toro, de nombre "Caimán", colorado, de la ganadería de Pérez Laborda, sufrió una caída al descubierto. Al intentar incorporarse le acometió el astado y le clavó en la tetilla el asta, cuya punta salió por el cuello, llevándolo arrastrado unos instantes. La cogida no podía tener tintes y características más dramáticas. Intentaron los espadas Manuel Pérez (el Relojero) y Joaquín Gil (el Huevatero) auxiliar al desgraciado torero, y cuando lograron que la bestia soltara al Pelón, fue trasladado a la enfermería del hospital, donde murió a la media hora escasa de ingresar. Para socorrer a la viuda se organizó una suscripción que alcanzó muy pronto gran cantidad, dadas las simpatías con que contaba tan buen varilarguero. El Boletín de Loterías y Toros publicó las listas de los donantes, y en ellas aparecen los mejores toreros y aficionados de aquel tiempo. El Pelón fue picador de excelente escuela, valiente y entendido, no muy sobrado de facultades físicas. La desgracia que sufrió pudo haberle pasado a cualquiera, pues no fue de los picadores que se acobardaban ante el peligro de toros ilidiables y marrajos. En Madrid se presentó el (29-12-1839), en una novillada, cuando contaba dieciséis años de edad. En la misma plaza tomó la alternativa de manos de Andrés Hormigo, el (10-09-1843), en la duodécima corrida de la temporada. Además de los citados años actuó en la corte, los años 1846, y del 48 al 62. Como se ve una larga carrera, ininterrumpida por accidentes de importancia, que lograron sobrepasar pocos picadores de entonces. En la citada corrida del (10-08-1862), el cornúpeto de la ganadería señalada, también de nombre "Nevao", hizo una gran pelea en todas las suertes y llegó a la muerte en buenas condiciones, a pesar de haber aguantado 20 varas y matado seis caballos.

JOAQUÍN GIL PEIRE "HUEVATERO" (1825 - 1862)

Ilustración de la época de Joaquín Gil (Huevatero)
Cortesía de don Rafael Gómez Lozano

Torero español  que nació en Zaragoza el 27 de junio de 1825 y  que fue cogido en la última corrida de la feria del Pilar en Zaragoza por el toro “Gallardo” de la ganadería brava de Juan Piñeiro, el 26 de octubre de 1862 falleciendo al día siguiente.

el cronista y médico veterinario d. Juan José Zaldivar Ortega, al describir un toro famoso de nombre “Caimán” que: << en las fiestas de San Lorenzo (Huesca, Aragón), el 10 de agosto de 1862, -otros dicen que fue el 10 de junio del mismo año-, al poner Juan Martín (el Pelón) una vara a “Caimán, colorado, de Pérez Laborda, sufrió una caída al descubierto. Al intentar incorporarse le acometió el astado y le clavó en la tetilla el asta, cuya punta salió por el cuello, llevándolo arrastrado unos instantes. La cogida no podía tener tintes y características más dramáticas. Intentaron los espadas Manuel Pérez (el Relojero) y Joaquín Gil (Huevatero) auxiliar al desgraciado torero, y cuando lograron que la bestia soltara al “Pelón”, fue trasladado a la enfermería del hospital, donde murió a la media hora escasa de ingresar. "   Luego, por la fecha,  esta debió ser una de las últimas corridas de Joaquín Gil  “Huevatero”.

José Vallejo Zamora al referirse a la “Plaza de Toros Vieja de Tarazona”, cita: "que hasta 1870 en que se inauguró el coso taurino actual, la Plaza del Prado cumplió fielmente los fines para los que se edificó. En ella se vivieron emocionantes tardes de toros; unas veces a cargo de diestros de la tierra como nuestro paisano Manuel Pérez,el Relojero, o el zaragozano Antonio Gil, “Huevatero”; pero, en otras ocasiones, fueron espadas de renombre nacional, como Francisco Arjona “Cúchares, los que mostraron su arte en esta plaza".por lo que se deduce, que se le tenía por un torero modesto o de carácter local. No se sabe a ciencia cierta si tomó o no la alternativa, pero pareciera ser que sí, ya que lidió toros. Las crónicas al respecto de su muerte refieren que sucedió de una cornada al entrar a matar que le destrozó el recto y la vejiga de la orina, cuando toreaba en Zaragoza el 26 de octubre de 1862, por el toro: "Gallardo" de Juan Piñeiro y que tras soportar  terribles dolores durante esa noche, fue difunto al día siguiente. Esa tarde toreaba con “El Relojero”.

Por su parte el erudito taurino d. Juan José de Bonifaz Ybarra refiere de su trágica singladura en los ruedos, que << actuó en las corridas de la feria del Pilar de 1862 el zaragozano Joaquín Gil Peire (Huevatero), y en la última del serial, celebrado el 26 de octubre –un mano a mano con el también aragonés Manuel Pérez (el Relojero) -, recibió una grave cornada en la región anal cuando estoqueaba al toro “Gallardo”, de la vacada de Juan Piñeiro. Tras soportar muy agudos dolores durante aquella noche, dejaría de existir el día siguiente. "

Refieren en las efemérides de octubre 26 de 1862 en la página web: “A los Toros” http://alostoros.blogsome.com), <<que Joaquín Gil Peiró “El Huevatero”, cuando estaba toreando como tercer espada en Zaragoza junto a Antonio Sánchez “El Tato” y Angel López “Regatero” -uno de los más sobresalientes banderilleros de su época que fué en la cuadrilla de Cayetano Sanz que le alternativó en Madrid el 11 de julio de 1858-, fué cogido por el toro “Gallardo” de la ganadería portuguesa de Juan Piñeiro que le infirió dos cornadas, una de ellas gravísima en la región anal, que fueron la causa de su fallecimiento al día siguiente. Había nacido en Zaragoza el 27 de junio de 1825 y se le consideraba como un matador torpe con los engaños pero diestro y seguro en la suerte final, no llegó a torear en Madrid. "

Citan en el libro "Necrología Taurina", de Tomás Orts Ramos, "El Niño de Dios" (1866-1939) publicado en 1889: Joaquín Gil (El Huevatero).- El día 26 de octubre de 1862, se jugó en Zaragoza una corrida, cuyos pormenores no son del caso. Así llegaremos al toro "Gallardo", de Piñeiro, ganadero portugués, de gran trapío, negro, bravo y bien armado. Tomó seis varas y mató tres caballos. Variado el juego, le pusieron dos y medio pares de rehiletes. "El Huevatero" se fue al toro sereno y valiente. Este estaba receloso, y con pocas piernas; después de varios pases sin arte y con recelo, dominado por el toro y queriendo deshacerse de él a todo trance, no aguardó a que quedase igualado y se le arrojó encima con una gran estocada a volapié hasta la mano, que se quedó con el toro, pero dándole tiempo para que éste le recogiese lanzándolo al aire tres veces e infiriéndole dos heridas, una de ellas de tanta gravedad que le hizo morir a las 18 horas. La misma tarde salió herido de gravedad otro espada, el Relojero.
Fuente:
http://bibliotecadigital.jcyl.es/i18n/consulta/registro.cmd?id=14529

JOAQUÍN DEL RÍO Y ROLDÁN (1835 - 1863)

Palacio El Escorial visto desde la urbanización El Bosque (Villaviciosa de Odón),
Comunidad de Madrid, España.
http://es.wikiloc.com/rutas/outdoor/espana/comunidad-de-madrid/villaviciosa-de-odon

Refiere el erudito taurino Juan José Zaldívar Ortega en su obra: "Más de Bernardo Gaviño - Un Matador de Toros Septuagenario" (Tomo II, página 34), que Joaquín del Río y Roldán, matador de novillos, nacido hacia 1835, hermano de Antonio del Río. Fue decidido con el estoque, pero no alcanzó altura en el toreo. El (29-06-1863) toreó en la plaza de Segovia y sufrió una cornada en la ingle. Aun no restablecido del percance, salió de caza en los bosques próximos a "El Escorial" con un amigo. En un desmonte o raya cortafuego muy frecuente en aquellos parajes, probó Joaquín su agilidad, subió un repecho de una arrancada. Su compañero, menos ágil, necesitó la ayuda de Joaquín, que le tendió una faja o correa; al otro, que imprudentemente llevaba la escopeta mirando con el cañón hacia el frente, se le disparó en el esfuerzo, hiriendo en el costado derecho al modesto torero, que expiró en el acto. Contaba entonces veintiocho años de edad.

ANTONIO BLAYA (1829 - 1864)

Solo para efectos ilustrativos

“Corrida de Toros en el Molar en 1880”

Francisco Sanz Jiménez (España)

Banderillero de toros, nacido hacia 1829, y que falleció  el 8 de abril de 1864, a los 35 años de edad, a consecuencia de las complicaciones surgidas del percance sufrido el 28 de marzo de 1864, el trabajaba desde 1850 y siguientes. El erudito Sánchez de Neira recordaba haberle visto en novilladas hacia 1860, y no conservaba de su labor el mejor recuerdo. En 1864 toreaba en cuadrillas de matadores de toros. El 28 de marzo de 1864, en la Plaza de Toros de Zaragoza, al igualar en tablas un toro para banderillearle, fue cogido contra la barrera, sufriendo un puntazo en la parte media de la pierna, junto a la tibia. No se le dio importancia de momento; pero, a causa de posteriores  complicaciones, murió en Zaragoza el citado día. (Crónica de d. Juan José Zaldívar Ortega).

 

Por su parte, el erudito taurino español, don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere en su obra “Víctimas de la Fiesta”, que << tampoco pareció revestir  gravedad el puntazo en la parte media de la pierna que recibió Antonio Blaya, el 28 de marzo de 1864, en la plaza de Zaragoza, pero al presentarse posteriores complicaciones dejaría de existir el siguiente 3 de abril de 1864 en la indicada capital aragonesa. "

MANUEL GARCÍA Y GARCÍA (1832 - 1864)

Solo pare efectos ilustrativos

“Garrochista”  (1791-92)

Don Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828)

Picador cogido por un toro de nombre “Manchego” el 15 de julio de 1864 y que falleció el mismo día. (Fuente: Accidentes Oculares en la Tauromaquia I de 1801 a 1941 de los Doctores Puertas y Celis)

En la obra “4000 Toros Bravos” - del escritor, historiador y editorialista-  don Juan José Zaldívar Ortega, refiere lo siguiente cuando escribe sobre un toro de nombre “Manchego”: El 15 de julio de 1864 trabajó en Victoria como picador, Manuel García y García, en una corrida en que actuaron como matadores Antonio Carmona “Gordito” y Domingo Mendivil, con seis toros de don Raimundo Díaz, y como sobresaliente de espada Rafael Molina “Lagartijo”. Salió el último, “Manchego”, retinto albardado -en otro lugar, don José María de Cossío, dice: "Toro del ganado de don Raimundo Díaz (debutó como tal en la plaza de Madrid el 3 de septiembre de1865), grande, cornalón y negro mulato..."; al prepararse para ponerle una tercera vara Manuel García, se le coló suelto el bicho y le dio tan enorme caída que murió en pocos minutos de un derrame cerebral. Todos los gastos del sepelio fueron abonados por “Gordito”, quien, en unión de Mendivil, encabezó una suscripción para socorrer a la viuda y un hijo ciego, que quedaron en la más aflictiva situación en Burgos, donde últimamente residían. Manuel García fue un picador escaso de condiciones, pero valiente, corajudo y trabajador, virtudes que demostró suficientemente.

 

Por su parte el erudito taurino, don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere de esta víctima de la fiesta, que << el famoso Rafael Molina (Lagartijo) actuaba de sobresaliente de espada en la corrida celebrada el 15 de agosto de 1864 en Vitoria. El cartel unía los nombres de Antonio Carmona (el Gordito) y Domingo Mendívil, quienes estoquearían, mano a mano, seis ejemplares de la vacada de Raimundo Díaz. El que cerró plaza, de nombre “Manchego”, derribó a caballo y caballero – Manuel García y García -, quien se diera tan terrible golpe en la cabeza contra la arena, que dejó de existir momentos después. "

Coincide con el cronista Bonifaz, el erudito taurino J. Sánchez de Neira, al referir en su obra "El Toreo: Gran Diccionario Tauromáquico", que " GARCÍA (Manuel). Era un picador de pocas condiciones, pero valiente y cumpliendo, por el año 60. Murió en Vitoria el 15 de Agosto de 1864, á consecuencia de la cornada que le infirió un toro llamado "Manchego", de la ganadería de Raimundo Díaz, divisa encamada y caña. "

Abundando en la singladura taurina de este personaje de la Fiesta, el erudito taurino Juan José Zaldívar Ortega consigna en su libro "Víctimas del Toreo"- Apartado de Picadores (Página 78) que Manuel García y García, picador de toros, nacido en Puente Gonzalo, el (23-03-1832), falleció el (15-08-1864), cuando contaba 32 años de edad. La tarde de aquel día trabajó en Victoria en una corrida en la que actuaron como matadores Antonio Carmona (el Gordito) y Domingo Mendivil, con seis toros de don Raimundo Díaz, y como sobresaliente de espada Rafael Molina (Lagartijo). Salió el último toro, de nombre "Manchego", retinto albardado; al prepararse para ponerle una tercera vara Manuel García, se le coló suelto el bicho y le dio tan enorme caída que murió en pocos minutos de un derrame cerebral. Todos los gastos del sepelio fueron abonados por Antonio Carmona (el Gordito), quien, en unión de Mendivil, encabezó una suscripción para socorrer a la viuda y un hijo ciego, que quedaron en la más aflictiva situación en Burgos, donde últimamente residían. Manuel García fue un picador escaso de condiciones, pero valiente, corajudo y trabajador, virtudes que demostró suficientemente. Se crió en Alcalá de Guadaira (Sevilla) y comenzó su vida en el oficio de labrador, dedicándose más tarde a la compra y venta de caballerías por las ferias de los pueblos. Apareció como picador el año 1853 en novilladas de poca monta. Al año siguiente se presentó en Sevilla como picador de reserva de novillos también. Fijó en él su atención el diestro Juan Lucas Blanco, a quien agradó su trabajo, y lo introdujo en su cuadrilla, llevándolo consigo por varias plazas, en las que alternó con Mariano Cortés y Francisco Oliver.

FRANCISCO CARRASCO TORNEL (1835 - 1866)

Imagen y Pintura propiedad de la Real Maestranza de Caballería de Ronda

Novillero, banderillero, espada, e incluso torero landés, natural de Cartagena y nacido el 4 de octubre de 1835. Fue cogido por un toro el 2 de septiembre de 1866 (Fuente: André López Lorente Nomenclature en hommage aux victimes du toreo, édité par la Société Taurine "La Muleta"2007, quien lo identifica como: Francisco Carrasco "Mathas", novillero muerto a los 29 años de edad en la Plaza de Toros-Anfiteatro de Nimes Francia en una corrida de novillos del país).

 

Refiere el  cronista Juan José Zaldívar Ortega, que <<el 25 de junio de 1866,  toreó en la plaza de toros de Tolosa el banderillero Francisco Carrasco Tornel. Este novillero ejecutaba su oficio con mucha soltura y, sobre todo, disfrutaba de una gran agilidad para los regates y saltos gimnásticos que cultivaban aquellos toreadores de entonces. Estuvo muchos años agregado a la cuadrilla del matador José Antonio Suárez, que actuó el citado 25 de junio. Tuvo la suerte de asistir a la valerosa acción de Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo), que mató de una estocada el sexto toro, el cual, rompiendo la puerta del chiquero, había invadido la plaza provocando serios peligros, cuando estoqueaba el jugado en quinto lugar."

 

Por su parte el ilustre cronista Juan José de Bonifaz Ybarra,  refiere de este personaje, que << el cartagenero Francisco Carrasco Tornell, cuando intervino como matador, en sustitución del anunciado Gregorio López Calderón, en el festejo celebrado en el Coliseo de Nimes (Francia) el 2 de septiembre de 1866. Al intentar poner en práctica la extraña suerte del aro de papel, fue corneado de tal gravedad en la región pectoral que el óbito se produjo en forma prácticamente instantánea. "

 

Abundando sobre los detalles de la tragedia el historiador Juan José Zaldívar Ortega en su obra “Víctimas del Toreo” agrega que << al salir el cuarto toro quiso ejecutar la suerte del "aro de papel", consistente en meter el aro en el cuello del cornúpeto, dando un pase como de pecho, que había llevado a efecto con gran lucimiento en varias plazas; invitó al toro y fue cogido, resultando con una cornada tan grave en el pecho, que a los pocos momentos abandonaba la vida. "

“Don Víctor”, el versado historiador propietario del Blog taurino: “A los Toros”, refiere de este personaje de la Fiesta, que << El 2 de septiembre de 1866, Francisco Carrasco Tornel fue corneado gravemente en el pecho en la plaza de toros de Nimes (Francia) por el cuarto toro de la tarde, instantes después dejó de existir. El percance ocurrió cuando quiso ejecutar la suerte llamada del “aro de papel”, consistía en meter el aro en el cuello del toro simulando un pase de pecho. Esa tarde actuaba en sustitución del novillero Gregorio López Calderón. Nació en Cartagena (Murcia) el 4 de octubre de 1835. Actuó como banderillero a las órdenes de Pedro Aixelá “Peroy”, Basilio González “El Sastre” y Gregorio López Calderón.

MANUEL MARÍA LEDESMA Y MUÑOZ "CORIANO " (1806 - 1866)

Retrato del picador "El Coriano" (1897)

 Ignacio Zuloaga y Zabaleta, 1870-1945 (España)

 Academia Carrara, Bergamo (Italia).

Refiere el cronista don Joaquín Monfil, que este picador y gran jinete, nació en Osuna (Sevilla) en 1806, siendo muy querido y  respetado por los públicos, especialmente por el madrileño. De niño vivió en Coria del Río con sus padres, de ahí el mote, que confundió a la mayoría de sus coetáneos. En sus inicios, se llegaría a anunciar con el apellido Lerma (en vez de Ledesma), según dicen, por tener alguna cuenta pendiente con la justicia. Con esto, y con su cambio de origen parece que consiguió despistarla. Desde muy joven picó en los festejos de Coria y sus alrededores. Estuvo en las cuadrillas de los más importantes espadas de esa época, tales como: Julián Casas “El Salamanquino”, Francisco Arjona “Curro Cúchares”, Cayetano Sanz y Antonio Sánchez “El Tato”. Desde su presentación en el coso de la puerta de Alcalá en 1844, como picador reserva de Juan Martín “El Pelón”, mantuvo una dura competencia con éste y con los afamados varilargueros de entonces, como por ejemplo: José Trigo y Juan Gallardo “El Bravo”, ganándoles muchas veces la partida, y gozando del fervor popular, por su simpatía y las otras muchas dotes que poseía, como su fuerza y buena monta. Cuenta el famoso historiador D. José Sánchez de Neira, uno de sus más grandes admiradores, que muchas veces, con el consentimiento de los espadas, echó pie a tierra y con la mona y el incómodo traje de picar, con la falta de movimientos que ello implicaba, toreó con el capote a muchos toros, haciendo las delicias de los espectadores, especialmente cuando ejecutaba verónicas y navarras, mejor incluso que muchos espadas de los de a pie. Esto le granjeó simpatías y enorme popularidad en Madrid, especialmente cuando paseaba por la calle, vestido con un impecable traje corto oscuro, chaleco bordado, camisa de “chorreras” y tocado con su inseparable sombrero calañés. El 15 de agosto de 1866 se celebró en Zaragoza una corrida, con “Curro Cúchares”, su hijo Francisco Arjona “Currito” y Pablo Herráiz como espadas para estoquear toros de de don Cándido López.  El lidiado en cuarto lugar, de nombre “Molinero”, tomó un puyazo de “El Coriano”,  pero éste sacó el pie derecho del estribo y el toro al derrotarle le atravesó con el cuerno la bota y el pie, derribándole del caballo. No se le dio excesiva importancia a la cogida y fue trasladado a Madrid para ser curado en el Hospital General. Pero “Cúchares”, deseando acelerar su cura, le sacó del centro, y le llevó a su casa y contrató a los mejores y más afamados médicos. Era un verano calurosísimo, y la falta de higiene era general, así la atmósfera era a veces irrespirable, por lo que pronto  le aparecieron fiebres por infección, y tras varias complicaciones, apareció una septicemia generalizada, que acabó con la vida de este esforzado y valiente lidiador el 18 de septiembre de 1866, tras un mes transcurrido desde la cogida. Su entierro fue un acto de duelo popular. Para ayudar a su viuda e hijos, “Cúchares” organizó en la plaza de la Puerta de Alcalá, una corrida extraordinaria el 31 de octubre, en la que se estrenaron  toros colmenareños del Cura de la Morena, y lidiaron sin cobrar pecunia todos los actuantes. Los picadores fueron: José Marqueti y Francisco Oliver y como reservas Manuel Sacanelles, Domingo Granda “El Francés”, Juan Trigo y Luis Torrijos. Banderilleó con lucimiento Juan Sánchez “Noteveas”, pareando también Matías Muñiz, Pedro Fernández “Valdemoro”, Francisco Sánchez Arjona, Mateo Cabrera “Velías”, Vicente Méndez “El Pescadero”, Victoriano Alcón “El Cabo” y Esteban Argüelles “Armilla”. Los espadas fueron “Cúchares”, “Currito” y de sobresaliente Salvador Sánchez “Frascuelo”, que hizo así su debut de matador en Madrid, estoqueando los toros tercero y sexto, aunque sin la brillantez que le daría enorme fama posteriormente. A pesar de todo se lució en quites y en un extraordinario par al cambio al segundo de la tarde, al que citó sentado en una silla. Aunque la afición capitalina le profesaba un gran cariño a “El Coriano” hubo una floja entrada. Es el eterno olvido que a veces los públicos tienen a los que fueron sus héroes. Aunque no hubiese llegado nunca a ser un picador con tanta fama como pudieron tener otros de su época, fue uno de los mejores y más populares varilargueros de la afición de Madrid a mediados del siglo XIX. Un “Coriano” que no era tal, sino Ursaonense, y que manejaba el capote tan bien como la vara de detener. (Crónica de don Juan José Zaldívar Ortega)

 

Por su parte el erudito taurino, don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere de esta víctima de la fiesta, que << el piquero de tronío, Manuel Ledesma Muñoz (Coriano), que figurara en las cuadrillas de Cayetano Sanz, Julián Casas (el Salamanquino), Francisco Arjona (Cúchares) y Antonio Sánchez (el Tato), hallaría su fin el 18 de septiembre de 1866, como secuela de la cornada recibida el anterior 15 de agosto en la plaza de Zaragoza. El toro “Molinero” de la vacada de Cándido López, le atravesó el pie derecho, sin que los facultativos, zaragozanos, primero, y madrileños, después, pudieran evitar su muerte. "

Abundando en la singladura taurina de este personaje de la Fiesta, el erudito Juan José Zaldívar Ortega consigna en otro de sus libros, llamado: "Víctimas del Toreo"- Apartado de Picadores (Páginas 78 a la 80) que Manuel María Ledesma y Muñoz (el Coriano), picador de toros, nacido en Osuna (Sevilla) el (15-10-1806), falleció el (18-10- 1866), a los 60 años de edad, a consecuencia de la cornada sufrida en el pie la tarde del día 15 de agosto anterior. En aquella corrida alternaron Francisco Arjona (Cúchares), llevando de medias espadas a su hijo Francisco Arjona Reyes (Currito) y Pablo Herráiz, en Zaragoza, estoqueando seis toros de la ganadería de don Cándido López -su antigüedad es del (03-07-1861)-, de Egea de los Caballeros. El lidiado en cuarto lugar, de nombre Molinero, de pelaje retinto, tomó un puyazo de Manuel María Ledesma (el Coriano), al que desestribó, sacándole el pie derecho del estribo; al derrotar, el toro le tiró un derrote hacia la montura, le atravesó el pie (*) de una cornada, saliendo la punta del pitón por el empeine, derribándolo del caballo. En grave estado fue traslado de inmediato a Madrid, donde fue atendido en el Hospital General, siendo visitadísimo por los aficionados, demostrándose una vez más su general simpatía. No adelantaba en su curación, y suponiendo su amigo Cúchares obedecía a falta de cuidados y con deseos de adelantar el proceso de curación, lo sacó del establecimiento sanitario y solicitó el auxilio de uno de los mejores facultativos. La medida tomada dio en principios excelentes resultados; pero se le presentaron a poco unas fiebres tan intensas que no pudieron ser dominadas, y el piquero sucumbió a las cinco de la tarde del (18-10-1866). Cúchares costeó todos los gastos de la enfermedad y entierro en la Sacramental de San Luis, organizando una corrida a beneficio de la viuda e hijos del infortunado piquero. Dicha corrida tuvo lugar el (31-10-1866), lidiándose reses de Díaz y la Morena, que estoquearon Cúchares, su hijo Currito y Salvador Sánchez (Frascuelo), estos últimos aún sin alternativa. Todos los lidiadores que actuaron lo hicieron desinteresadamente en obsequio a los beneficiados, acto simpático y digno de encomio, muy frecuente en aquellos tiempos, tratándose de beneficios y obras caritativas. Picaron la corrida Francisco Olivez, Domingo Granada (El Francés); Luis Torrijos, José Marqueti y Juan Trigo. Los banderilleros fueron: Matías Muñiz, Victoriano Alcón (el Cabo), Ángel Fernández (Valdemoro), Julián Sánchez Arjona, Juan Sánchez (Noteveas), Velias, El Pescadero y Armilla. Este fue el triste final en el arte de un alegre varilarguero, a quien los madrileños aficionados de su tiempo apreciaron y distinguieron más que a muchos nacidos en la capital, lo que ocurrió por poseer el diestro ese «ángel» que tanto favorece a los hombres, miembras y miembros.


Manuel María Ledesma y Muñoz (El Coriano).

MARTÍN ARIAS ALGAR "EL VELONERO" (1830 - 1867)

Solo para efectos ilustrativos
“El Picador”
Obra del pintor universal Pablo Picasso (1890)

Refiere el acreditado cronista y Dr. Juan José Zaldívar Ortega, en la pagina 53 de su obra “Los poderosos Toros de Ayer…”, <<  que la feria de abril Sevillana abre el año 1867, con una de sus corridas, en la fue lidiado el toro  “Cardenillo”, de don Anastasio Martín, que tomó 18 puyazos y mató ocho caballos. El 21 de abril en Madrid fue corrido “Fanteoso”, de don Rafael José de Concha  y le fracturó la clavícula izquierda a Cayetano Sanz. En la misma  fecha señalada, murió el picador, Martín Arias Algar  “El Velonero”, en Zaragoza.  “Pintado”, de la dehesa de don Cipriano Ferrer, de Pina de Ebro (Zaragoza), le dio una tremenda caída, dando con la cabeza tan fuerte golpe en el estribo de la barrera, que le causó la muerte; sin embargo, otro cronista asegura que el toro se llamó “Peluso”, retinto."

Don Juan José de Bonifaz Ybarra, el escritor e historiador taurino, refiere de ésta víctima de la fiesta, que << no alcanzó nombradía en su profesión el cordobés, de Lucena, Martín Arias Algar (el Velonero), quien, al participar en el festejo celebrado en Zaragoza el 21 de abril de 1867, fue desmontado por el astado “Pintado”, de la ganadería aragonesa de Cipriano Ferrer, chocando su cabeza con el estribo de la barrera. El deceso se produjo poco más tarde al ser trasladado al cercano Hospital de Nuestra Señora de Gracia. " 

El historiógrafo taurino Juan José Zaldívar Ortega consigna en otro de sus libros, llamado: "Víctimas del Toreo"- Apartado de Picadores (Página 80), que Martín Arias Algar (el Velonero), picador de toros, nacido en Lucena (Córdoba) el (15-08-1830), falleció el (21-04- 1867), cuando contaba 37 años de edad. Empezó trabajando en algunas plazas andaluzas, presentándose en Madrid el año 1865. En esta plaza y en la de Barcelona toreó los dos años siguientes. El citado día 21, toreando en Zaragoza un toro, de nombre "Pintado", de Cipriano Ferrer, de Pina de Ebro (Zaragoza) sufrió una tremenda caída, dando con la cabeza tan fuerte golpe en el estribo de la barrera, que le causó la muerte. Otros cronistas aseguran que el astado se llamó "Peluso", de pelaje retinto. El (01-09-1889) fue lidiado en Barcelona otro astado llamado "Peluso" -otros dicen que se llamó "Culebro"-, de don Cipriano Ferrer, que tomó ocho varas y mató dos caballos. Un aficionado que le había cuidado en los corrales, se arrojó al ruedo llamándole y se marchó tras él.

MATEO LÓPEZ VÁZQUEZ (1825 - 1867)

Rehiletero de toros nacido en Madrid el 21 de septiembre de 1825 y  que fue cogido el 4 de agosto de 1867 por un toro de nombre “Cuartelero o Carcelero” y que falleció a resultas de sus heridas el 23 de agosto de 1867 a los 42 años de edad.

Refiere el cronista y Dr. Juan José Zaldívar Ortega de sus indagatorias que el banderillero madrileño Mateo López Vázquez, formado en la cuadrilla de Cayetano Sanz, salió a la arena de la plaza de Vitoria (Las Vascongadas)  el 4 de agosto de 1867, en corrida que alternaban el matador citado y Salvador Sánchez Povedano “Frascuelo”. El quinto toro, llamado “Cuartelero o Carcelero”, colorado, ojo perdiz, bizco del izquierdo, de don Nazario Carriquiri, que salió de los chiqueros buscando descaradamente y con el mayor sentido la salida, y así continuó durante toda la lidia, saltando unas seis veces al callejón. Al recortar Mateo entre la puerta de arrastre y el chiquero, fue enganchado por la cadera derecha, y volteado en el aire, cayó ante la cara del toro; quiso incorporarse, pero el manso y criminal animal lo recogió de nuevo, dándole una cornada en el cuello, del que resultó lesionada la yugular. Fue trasladado al hospital, donde, perfectamente asistido, mejoró, hasta el punto de ordenar el médico se le levantase y tomase algún alimento. Por un exceso en la comida le sobrevino una alta fiebre y se arrancó los vendajes en un momento delirio. La hemorragia que se produjo le llevó a la tierra. Dejó en la orfandad a un hijo de 14 años de nombre Gabriel López “Mateíto”, quien era aficionado a los toros desde la infancia y quien animado por su padre, a los diez años ya figuraba en la cuadrilla de niños madrileños dirigida por Gonzalo Mora y Vicente Ortega, de modo que se hizo torero y viajó a América,  haciéndose de dinero y nombradía; después al tiempo,  se presentó en la plaza de Vitoria, y resultó cogido por un toro del mismo nombre que el que le diera la muerte a su padre, de la misma ganadería y en la misma ciudad. Por fortuna no fueron graves las consecuencias del accidente.


Cortesía de don José Antonio Román Romero
http://gestauro.blogspot.mx/

El erudito taurino, don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere del percance de muerte, que << el toro “Cuartelero” colorado ojo de perdiz, de la vacada de Carriquiri, propinó dos serias cornadas a Mateo López Vázquez, el 4 de agosto de 1867, en Vitoria, de las que parecía recuperado. Una imprudencia motivó el fallecimiento del buen subalterno, ocurrido el día 23 siguiente del mes de agosto de 1867. Había toreado a las órdenes de Julián Casas (el Salamanquino), José Rodríguez (Pepete), Antonio Sánchez (el Tato) y Cayetano Sanz, lo que indica, claramente, que no se trataba de un indocumentado. "

Un toro llamado "Cuartelero", de casta Navarra, de la dehesa de don Nazario Carriquiri de Tudela, mató a un banderillero en Vitoria en 1867.
Fuente:
http://www.festejospopulares.es/Castanavarra/toros_con_historia_de_casta.htm