Los toros dan y quitan

ANTONIO LÓPEZ MELLADO "MELLAÍTO DE MÁLAGA" XXXX - XXXX

ANTONIO LÓPEZ MELLADO  "MELLAÍTO DE MÁLAGA"     XXXX - XXXX

Solo para efectos ilustrativos
Obra del pintor madrileño César Palacios
http://www.artespain.com/wp-content/uploads/Cesar-Palacios-pinturas.jpg

Refiere el historiógrafo Rafael Gómez Lozano (Dientefino), haber leído literalmente en los tomos III y IV, de la enciclopedia taurina “el Cossío”, sobre este modesto espada, que Antonio López Mellado (Mellaíto de Málaga), falleció en Bogotá, Colombia, a consecuencia de las heridas sufridas al ser arrollado por un autobús. Fue un matador de novillos malagueño que después de haber toreado algo en su tierra se embarcó para Méjico buscando mejores ajustes. En la Guadalajara, de aquella República, trabajó el 7 de enero de 1912. Estuvo tan mal y miedoso ante los novillos indígenas, que le valió su labor el ser conducido a la cárcel.

En la página de Internet (Cronología de las Alternativas de 1901 a 1920) refieren (quizás en forma imprecisa) que en fecha indeterminada de 1912, en Guadalajara, Jalisco, México,  recibe la alternativa el novillero chino “Vigente Hong” de manos de su padrino, “Mellaíto de Málaga”.
Fuente:
http://es.wikilingue.com/fr/Cronolog%C3%ADa_de_las_alternativas_%281901_a_1920%29

Lo anterior porque en una página más completa sobre la vida del torero chino Hong Chikeen (Vicente Hong) publicada por (Roski) de Huesca, refiere que Vicente Hong debuta (más no se alternativa) en la Plaza de Guadalajara (México) el 7 de enero de 1912. En el paseíllo todavía viste el tradicional traje de luces (años después cambiaría su atuendo). Triunfa, pero, como bien dice una crónica de la época, no en una corrida muy brillante, debido a la poca bravura de los toros de la hacienda Rivera que deslucen el espectáculo. Comparte cartel con un tal “Mellaíto de Málaga”, que hace el ridículo más absoluto (“con temblor formidable en la piernas”) y que es incapaz de matar a su segundo. Vicente Hong, por su parte, torea con valor: “Demostrando que no es, ni mucho menos, un lego en el manejo del capote, toreó a su primero maravillosamente (…) y oyó aplausos sin cuento, mejor dicho, cerradas ovaciones. (…) En su segundo se estrechó todavía más, jugándose la piel en los cuernos, y concluyó con media estocada, siendo sacado en triunfo por los incondicionales de la fiesta (…) que vitoreaban sin cesar al héroe amarillento” (El Toreo, 19 de febrero de 1912)
Fuente:
http://ricoestofado.blogspot.com/2010/05/el-primer-chino-torero.html