Los toros dan y quitan

EL TRISTE FINAL DE LA GANADERÍA DEL CONDE DE LA MAZA EN 2018

EL TRISTE FINAL DE LA GANADERÍA DEL CONDE DE LA MAZA EN 2018

Hierro y divisa de la
Ganadería de los herederos del excelentísimo Conde de la Maza

El diario español "El País", del 14 de noviembre de 2018, informó desde Sevilla, España, que, el ganadero de reses bravas sevillano Leopoldo de la Maza Ybarra, conde de la Maza, ha enviado su ganadería íntegramente al matadero, excepto un lote de reses vendidas a un particular, según ha confirmado a Efe el propio criador.
"Llevaba mucho tiempo madurándolo y se decidió que cuando culminara la temporada de este año se acababa todo" ha confesado De la Maza, quien ha precisado que el proceso ya comenzó el año pasado "enviando muchas vacas al matadero y a festejos populares".
De La Maza, que sí conservará el hierro y sus derechos ganaderos a nombre de la sociedad familiar, ha confesado que no le han quedado ganas de reemprender la carrera ganadera. "Estoy cansado y no me apetece. Podría haberme quedado con algunas reses y lidiar de erales, pero esto es imposible. Esto está como está. Los toreros quieren torear lo que quieren torear y los empresarios quieren comprar lo que quieren comprar", ha puntualizado.
Los antecedentes de la ganadería que pastaba en el histórico Cortijo de Arenales del término sevillano de Morón de la Frontera figuran en las primeras compras de reses en los años 30 del siglo XX por parte de Leopoldo de la Maza, conde de la Maza, abuelo del último ganadero.
En manos de su hijo del mismo nombre y título la vacada adquirió cartel y el definitivo carácter, en especial a partir de la compra una punta de ganado de procedencia Núñez que, sumada a las anteriores reses, le dio personalidad definitiva a la ganadería, que era dirigida por Leopoldo de la Maza Ybarra desde la muerte del anterior conde en julio de 2002.
La ganadería del "Conde de la Maza", que así se anunciaba en los carteles, lidió su última corrida de toros el pasado 15 de agosto en la localidad madrileña de Cenicientos, en un cartel en el que figuraron los matadores de toros Octavio Chacón, Alberto Lamelas y José Carlos Venegas.
Uno de sus últimos éxitos ganaderos en la plaza de la Maestranza fue en la corrida del Corpus de 2014, cuando un toro de su ganadería, lidiado como sobrero, propició una gran faena protagonizada por el diestro Pepe Moral.
Fuente:
https://elpais.com/cultura/2018/11/14/actualidad/1542229873_798207.html


Cortesía de
https://www.facebook.com/pages/category/Product-Service/Ganaderia-Herederos-Excmo-Conde-de-la-Maza-145102627375/

Procede ésta distinguida ganadería de un lote de Vistahermosa que después de pasar por la propiedad del Barbero de Utrera, Arias de Saavedra, Ildefonso Núñez del Prado, Marqués de Gandul, don José Antonio Adalid, don Francisco Taviel de Andrade, don Gregorio Campos, don Narciso Darnaude, don Romualdo Arias de Reina y señores Hidalgo Hermanos, pasa a los herederos de don Arturo Pérez Hernández, y al dividirse la vacada en 1953, el lote correspondiente a doña María López Tejada fue vendido a don Leopoldo de la Maza y Falcó en 1953, que adoptó el hierro que actualmente utiliza, variando posteriormente la divisa y la señal. En 1966 adquirió sementales del Marqués de Villamarta y en 1977, un lote de vacas y dos sementales de procedencia Núñez. Puede decirse que desde 1955 y tras más de 35 años en su poder mediante una cuidada selección, ha creado su propio encaste.

Fuente:
https://toroslidia.com/ganaderia/ufs/
DÍA TRISTE PARA LA FIESTA

Ha muerto una ganadería. Ha desaparecido una de los escasos hierros encastados y bravos de nuestra Fiesta. Cuando muere un torero o desaparece una ganadería encastada, los aficionados también morimos un poco con ellos. Esta Fiesta que en buena parte es sentimiento y emoción verdadera no puede permitirse el lujo de que se vayan los mejores, los toros guapos, bravos con mayúsculas, los toros que levantaban un olé profundo nada mas asomarse a la plaza.

Si el ganadero Leopoldo de la Maza puede escribir un libro, este modesto aficionado, tras su paso durante 21 años por la Maestranza como Delegado de la Autoridad, podría escribir otro libro, pero un libro de satisfacciones, de emociones, de recuerdos maravillosos que encendían la afición.
Esta maldita lacra que corroe la Fiesta se ha llevado por delante otra ganadería. Ya no podremos ver más a Oliva Soto torear de verdad un "condeso". Ya no podremos ver como esos toros derrotaban en las tablas una y otra vez y las astas intactas. Ya no podremos pasar por Los Arenales, parar el coche y extasiarnos con la belleza de esos toros. Ya no podremos ir a Pamplona, Cenicientos o Francia a disfrutar con una verdadera suerte de varas con los toros del Conde de la Maza.
Ese ganadero monárquico con pinta de cazurro, hoy en el cielo, estará pasando una mala tarde. Dirá que cuantos esfuerzos para nada. Ya no volverán esas tardes para aficionados exigentes con sus toros encastados.
El medio toro sobrevive al toro encastado, es otra razón por la cual también estamos tristes los aficionados. La frase acuñada de "el enemigo está dentro" surge de nuevo.
Leopoldo, comprendemos tus razones para mandar al matadero tu ganadería, pero comprende tu las nuestras, nos sentimos un poco más huérfanos.
Un abrazo ganadero
Diego Martínez González. Pte. UTAA-SEVILLA
Sevilla 14 de noviembre de 2018
http://www.uta-sevilla.org/

Quien no olvidará jamás esta recia ganadería allá en el cielo es el valiente Ramón Soto Vargas, novillero y rehiletero gitano de 41 años originario de Camas (Sevilla) que murió en la Plaza de Toros de La Real Maestranza de Caballería de Sevilla al ser corneado por el tercer novillo del festejo celebrado el 13 de septiembre de 1992 (y que le correspondió su lidia y muerte al novillero Leocadio Domínguez). A la salida del tercer par de banderillas empitonó al banderillero Ramón Soto Vargas. Como consecuencia de la cogida, el infortunado torero dejó de existir unas horas después en la enfermería de la plaza. El novillo con trapío de toro de nombre "Avioncito", No. 5, negro listón de capa de 458 Kg. de peso, era de la ganadería del Conde de la Maza. Tres horas después de la cogida, ocurrida hacia las 19:55, el cirujano jefe de la plaza, el doctor Ramón Vila, con el rostro desencajado, anunciaba la muerte del subalterno, debida a las heridas en el hemitórax, que le afectaron el corazón.

En fin, esto del cierre de la ganadería de los bravos condesos, es parecida al cierre del bar Pedro Nadal de Palma, donde los que más llorararán su ausencia, serán sin duda los aficionados y los clientes; pero que se le hace, la vida sigue impertérrita y solo los recuerdos quedan. Que podrán decir pesarosos sino un ¡Gracias por los toros, por las tapas y los vinos, y que siga la Fiesta!