Los toros dan y quitan

VÍCTOR J.C. (1985 - 2008)

VÍCTOR J.C.

Solo para efectos ilustrativos

Foto propiedad del Sitio Web Festes Valencianes

En la localidad de Bétera (Valencia), el 15 de junio de 2008,  falleció un joven de Mislata de 23 años identificado a los medios como V.J.C., que participaba durante la madrugada en el espectáculo nocturno del "bou embolat" (toro con bolas de fuego en los cuernos) en la alameda, organizado por “La Peña de La Badana” para celebrar la entrada del verano. El joven, que, a consecuencia de la embestida del astado, sufrió traumatismo craneoencefálico y de tórax, fue trasladado al Hospital la Fe de Valencia, donde falleció. Según testigos perdió la vida después de ser golpeado en la cabeza por las patas de un toro que, al parecer, pesaba sobre los 500 kilos, aunque logró levantarse por su propio pie, fue trasladado urgentemente al Hospital la Fe de Valencia, donde falleció horas más tarde por una parada cardiorrespiratoria.

 

Abundando sobre la tragedia, testigos detallan que V. J. C. rodeó una pirámide con escalones de madera montada en el recinto de Bétera. Eran más de las 2.30 de la madrugada. La mala fortuna hizo que, a pesar de la arena extendida en la Alameda para los festejos taurinos, el joven resbalara yendo delante de la bestia. "El toro también cayó. El animal se le fue encima, le golpeó con una de sus patas y lo pisó”. El fallecido, "parecía experimentado". Al parecer llevaba una caña para llamar la atención de los astados embolados y "se quedó quieto cuando cayó". La reacción de los peñistas de Bétera y otros aficionados fue muy rápida. Le hicieron un quite al instante y  llevaron a la víctima a la posta sanitaria situada a sólo unos metros. Había podido levantarse por su pie, tal y como relató el alcalde de Bétera, José Manuel Aloy: "Aparentemente no tenía nada grave, pero como medida de precaución -habitual en este tipo de festejos- los sanitarios decidieron su traslado al Hospital Arnau de Vilanova de Valencia".

"Salió corriendo y no quería ir a la posta. Pero es nuestra obligación llevarlo", explicaron los peñistas. Los testimonios recogidos sostienen que sólo presentaba "una pequeña herida abierta" en una ceja. "Tenía un poco de sangre", añadieron desde la peña taurina. De camino al Arnau comenzó a sentirse mal y llegó a perder el conocimiento. Murió poco después de llegar al hospital, por una parada cardiorrespiratoria. Una persona que al parecer conocía al fallecido mencionó que éste se llamaba Víctor, pero con la mala costumbre de ocultar el nombre de los accidentados por parte de las autoridades, mueren como desconocidos, como si a nadie le importara más que silenciar sus muertes.