Los toros dan y quitan

ANDRÉS PANDURO JIMÉNEZ (1968 - 1990)

ANDRÉS PANDURO JIMÉNEZ

Charco Lentisco, cerca de Cieza (1990), reconstrucción del asesinato de tres novilleros. "El Loren", Juan Carlos Rumbo y Andrés Pandruo que fueron acribillados en la finca propiedad del antiguo apoderado de uno de los novilleros. Foto cortesía de mcornit en Flickr

 

Los novilleros, alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Albacete, Juan Lorenzo Franco Collado (el Loren) de 25 años; Andrés Pandero Jiménez, de 22; y Juan Carlos Rumbo Fernández, de 19, cuando, según parece, intentaban, a la luz de la luna, torear a unos novillos en una finca de reses bravas denominada “El Charco de Lentisco”, en Cierza (Murcia), fueron alevosamente asesinados por disparos de escopeta. Este brutal y abyecto suceso ocurrió en la madrugada del 1 de diciembre de 1990. (Crónica del ilustre cronista don Juan José de Bonifaz Ybarra, contenido en su libro “Víctimas de la Fiesta”).

En la interesante página web (http://www.casoabierto.com ) aún se puede leer la nota periodística de fecha 20 de mayo de 2007, donde se informa,  que el ganadero Manuel Costa, y su sicario asesino, José Manuel Yépez, de Charco de Lentisco,  salieron de prisión en 2007  tras pagar su condena por la  masacre de los novilleros. Los hechos por los que Manuel Costa y José Manuel Yépez han pasado más de tres lustros de su vida entre rejas se produjeron en la madrugada del 1 de diciembre de 1990 en la finca ganadera Charco Lentisco de Cieza (Murcia). Esa noche, el ganadero, su mujer y uno de sus hijos, de 7 años, así como dos empleados de la finca, sorprendieron a tres novilleros, El Loren; Andrés Panduro y Juan Carlos Rumbo, cuando toreaban a la luz de la luna llena un novillo que habían apartado de los corrales. Siempre según la sentencia dictada por la Sección Primera de la Audiencia Provincial, Manuel Costa condujo su coche Toyota con las luces apagadas para sorprenderlos, y unos segundos después abrió el maletero para permitir que sus empleados cogiesen una escopeta Franchi, con la que iniciaron la persecución de los novilleros. Cuando los tres chicos fueron acorralados en un cruce de caminos, el mayor de los empleados de Costa, José Manuel Yepes, y otra persona que nunca llegó a ser identificada, comenzaron a disparar sobre ellos. "Manuel Costa -se recoge en la sentencia-, que había llegado al lugar durante el desarrollo de los últimos disparos, no impidió el desenlace de los hechos, sino que incluso permitió que continuaran disparando". Otras fuentes indican, que estando acorralados los novilleros,  fue el propio ganadero quien disparó a mansalva a “el Loren”, lo mismo que el padre de Yépez, quien pidió a su hijo menor, se echase la culpa,  para evadir el asunto, y atenuar la condena.  Manuel Costa, el ganadero implicado, murió en 2008 de un infarto que se lo llevó a la tumba, apenas unos meses después de haber quedado en libertad.


Juan Lorenzo Franco Collado "El Loren"
Cortesía de Rafael Gómez Lozano

Andrés Panduro Jiménez
Cortesía de Rafael Gómez Lozano

Juan Carlos Rumbo Fernández
Cortesía de Rafael Gómez Lozano