Los toros dan y quitan

LUIS FERNANDO R. B. (1977 - 2012)

LUIS FERNANDO R. B.

Foto que muestra al joven recién corneado en Ontinyent

El acreditado diario "Levante-EMB.com" – Noticias de la Comunidad Valenciana del 30 de septiembre de 2012, informó que un hombre de 35 años, vecino de la localidad de Ontinyent (provincia de Valencia, España), recibió una cornada mortal a eso de las 7:30 de la tarde de ayer (29) durante una exhibición del «Congreso Nacional de 'Bou en Corda'» que se estaba celebrando en el municipio. El joven, Luis Fernando R. B., fue embestido por el toro sin que le diera tiempo a entrar el catafalco de su comparsa. El asta le alcanzó el pulmón derecho, causándole una inmediata muerte. Ni siquiera dio tiempo a los servicios médicos de trasladar al herido hasta el hospital de campaña, que se encontraba a diez metros. La comisión organizadora del "IX Congreso de Toro de Cuerda" suspendió inmediatamente los actos de este evento que reúne a peñas taurinas de toda España, desde Zaragoza hasta Amposta pasando por Navarra o Jaén. Las peñas valencianas que participaban en estos festejos del municipio de la Vall d'Albaida fueron Gestalgar, Chiva y Ontinyent. Cada peña tiene una hora para soltar en el recorrido los animales y mostrar así su modalidad autóctona de «bou en corda».

Precisamente fue uno de los astados de la Peña de Chiva, el tercero del evento, quien protagonizó el incidente. Al parecer, dos toros de este municipio salieron al mismo tiempo, cada uno con su cuerda y en puntos distintos del recorrido (uno en la parte alta, otro en la baja). Uno de ellos, el que se encontraba en la plaza mayor, se encaró a Luis Fernando, sin que los mozos que llevaban su cuerda pudieran evitarlo. El joven ontinyentino corrió hacia el «cadafal», sin llegar a entrar en él. Miles de personas que allí se encontraban presenciaron cómo el astado embistió a Luis Fernando. El aficionado había trabajado en la brigada de obras del ayuntamiento y «era muy querido por sus vecinos», explicaron fuentes de la organización.

Poco pudieron hacer los servicios médicos, que se hallaban en las inmediaciones, por la herida que le atravesaba el pulmón derecho. De hecho, a sólo diez metros del catafalco se encontraba uno de los hospitales de campaña distribuidos a lo largo de todo el recorrido taurino. Dos cirujanos constataron la gravedad de la cornada, sin poder hacer nada para salvarle la vida. Fuentes de la organización explicaron a este diario que era la primera vez que había toros con «puntas», es decir, con los cuernos al aire sin bolas de cuero que las taparan, como se hace en Ontinyent normalmente. Ante este hecho, se contrataron a tres cirujanos para atender los hospitales de campaña, en previsión de lo que pudiera ocurrir.

Algunos testigos comentaron que había más de 2,000 personas presenciando la exhibición taurina, entre ellos la mujer del fallecido. «Todos nos dimos cuenta de que la cornada había sido mortal porque el hombre quedó tendido sin moverse. Luis Fernando se iba corriendo hacia el "Cadafalch" para protegerse del animal, pero no le dio tiempo», dijeron.

Precisamente unos días antes de la celebración de los festejos, el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, "quien acusa anemia de sesos", había pedido «máxima prudencia» a todos los que quisieran participar en los actos taurinos, precaviéndose en salud de haber consentido que el festejo se realizara por primera vez con toros en puntas, como si los tres cirujanos contratados pudieran evitar las trágicas consecuencias de un cornalón como el que se llevó el fallecido, por lo que el edil deberá rendir cuentas por lo ocurrido, puesto que el jugar con el pellejo ajeno por incrementar la emoción del festejo y el número de paseantes, resulto en la muerte de uno de los participantes, agredido por un salado toro de Chiva.

El acreditado diario español "Las Provincias" refirió al respecto de esta última desgracia, que este año ha resultado trágico en los festejos taurinos, con cinco fallecimientos. El primero de 2012 se llevó la vida de un vecino de Alboraia, que murió decapitado. En Canet d'En Berenguer falleció en junio el experimentado recortador Juan Ramón Majín, de 34 años, tras ser corneado por la espalda en los bous al carrer del municipio. En agosto un joven falleció días después de sufrir la embestida de una vaquilla en Godella mientras grababa con una cámara los 'bous al carrer'. También en agosto un vecino de 86 años de Chiva falleció igualmente corneado en el tradicional 'toro en corda'. Además, a finales de septiembre un vecino de Burriana tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por una cornada de 20 centímetros en el tórax con trayectoria ascendente que le perforó el pulmón derecho, un traumatismo craneoencefálico y otras dos entradas en la cara y el brazo. El la Pobla de Farnals, un hombre de 38 años sufrió la rotura del tobillo izquierdo y una conmoción cerebral, además de numerosos golpes y rasguños por un astado, mientras que en Almassora, tres jóvenes, uno de ellos de 17 años, también fueron corneados.

Algunas de estas muertes, que quizá pudieron evitarse si los toros hubiesen portado guardas en sus cuernos, no hacen más que complicar la ya de por sí abrumada vida de su majestad, quien tiene que, aparte de sortear las caras agrias de su esposa, y las impopulares medidas de Rajoy, reprender a todos los ediles que no protegen a los aficionados por dar rienda suelta a sus ocurrencias de doble nudo. Y es que, carentes de presupuesto -por los recortes del mandatario español- , ansían que sus festejos acarreen el mayor número de paseantes y sobrevenga la ansiada derrama económica en sus municipios, sin medir los peligros a los que exponen a los participantes, sabedores que una mayor cantidad de adrenalina y circo resultan provechosos para que la gente olvide por un rato la falta de trabajo y la hambruna; por lo que en reparación, los ediles, el clero y el rey, debieran restaurar y pagar -como paliativo anticrisis- el sacrificio del bicho a manos del pueblo, permitiéndoles incluso el uso de lanzas, espadines, desjarrete y perros, como se hacia en el pasado para liquidar los toros después de las añosas lidias de carnestolendas, obsequiando al pueblo un banquete de estofado del toro y vinos de mesa, previo a la sepultura del fallecido, y tornen así tan sombrías desdichas de unos cuantos, en pompas memorables privativas de las víctimas de los toros, con gran concurrencia de vecinos; no que ahora, acechados por el gélido animalismo a ultranza de los anti-taurinos, ni los periódicos dan cuenta del nombre completo del fallecido, y simplemente suspenden las fiestas por un día o por el resto de los días que falten, echándole polvo al asunto hasta el año siguiente. Hay que entender que la muerte, en las Fiestas de los Toros, es parte ingénita de las mismas, como lo es la muerte en la vida de todo ser. Luego no se tiene por que ocultar la identidad de los fallecidos, sino recordarlos y honrarlos con su nombres y apellidos, como víctimas de la Fiesta, y exigirles a los munícipes que absorban con cargo de sus erarios, el pago de hospitales y gastos funerarios de las víctimas, así como seguros de vida para proteger el bienestar de los deudos dependientes que quedaren desamparados. Basta ya que los Ediles y su Presidente sean como el azadón sin hoyos del que nada escurre tras de sí, y que se hagan responsables de estas muertes; en contrario, que el pueblo, el clero, y el rey se los demande, porque no se vale que estén medrando unos cuantos a costillas de los difuntos, aunque todo indica que el poco revuelo en la prensa que hubiere levantado la muerte de este joven, quedará como siempre en polvo y humo, dado el éxito económico del Torneo Nacional de Toro de Cuerda celebrado en Ontinyent.

Al respecto, el medio informativo en la Internet: "TV Digital Ontinyent" informó que en estos días se contó con una afluencia de más de 40,000 visitantes, algo que ha motivado que no solo Ontinyent, sino también los municipios vecinos, hayan tenido que acoger a las delegaciones y particulares desplazados desde el resto de localidades participantes en el Congreso. Coincidiendo con el evento, Ontinyent ha ofrecido a los visitantes una completa oferta lúdica para la ocasión, entre la que ha destacado la feria "Tapes i Rock" que ha contribuido a que los representantes de los distintos municipios hayan felicitado a los organizadores. En este sentido, el Presidente de la Federación Española de Toro de Cuerda, Francisco Javier Hernández, manifestaba desde el balcón del ayuntamiento que el Congreso de Ontinyent ha sido, desde el punto de vista organizativo, "el mejor congreso de toro de cuerda celebrado hasta la fecha", poniendo de relieve que los visitantes guardarán un grato recuerdo de la ciudad y de sus vecinos "por su gran acogida y por la manera en la que participan de las fiestas".

Videoteca:
http://www.youtube.com/watch?v=bdbfc5eXOCg