Los toros dan y quitan

JOSÉ ENRIQUE VALERO BLASCO (1966 - 2012)

JOSÉ  ENRIQUE VALERO  BLASCO

Momento en el que el toro embiste a José Enrique Valero Blasco/ Canal 9

El medio de comunicación en la Internet "Info Palancia" (Servicios de Información General de la Comarca del Alto Palancia) informó el 21 de enero de 2012, que un toro embolado mata a las 00.30 horas del sábado 21 de enero de 2012 a un hombre (José Enrique Valero Blasco) en la Villa de Navajas (Castellón, España).- La alegría y el jubilo habitual de los festejos taurinos de San Antón se truncó anoche en tragedia, después de que el toro embolado en la Plaza del Olmo de Villa de Navajas (con población de 730 habitantes) le quito la vida a un vecino de Alboraia (Valencia) de 45 años de edad. El hombre fue arroyado por el toro, pocos minutos después de producirse la embolá, cuando el astado intento saltar un montón de leña apilada en la plaza sobre la que el mismo se hallaba subido. El encontronazo entre ambos hizo que el hombre cayera al suelo, lo que a su vez provoco que el toro lo pisara y le aplastara la cabeza, produciéndole una herida mortal, ya que los servicios médicos que acudieron al lugar sólo pudieron certificar que había muerto, según explicó el alcalde, José Vicente Torres. A partir de ahí, los festejos fueron suspendidos y se procedió al levantamiento del cadáver. El hombre había acudido a la villa junto a dos amigos para ver la embolá del toro, perteneciente a la ganadería de Daniel Machancoses, al que por primera vez se le ponían los hierros de las bolas. Las banderas del Ayuntamiento de Navajas ondean hoy a media asta y, aunque los festejos en honor a San Antón no han sido suspendidos, los vecinos recordaran al fallecido con cinco minutos de silencio al medio día sendas plegarias en los oficios religiosos de esta tarde y mañana.

El informativo virtual "Las Provincias", detalló que los hechos ocurrieron nada más cortar la soga del primer toro del 'bou embolat', éste se ha dirigido hacia un grupo de personas; el hombre (José Enrique Valero Blasco) se ha puesto a correr, pero ha tropezado y ha caído al suelo, con la mala fortuna de que el toro, que iba en la misma dirección, le ha pasado por encima y "le ha aplastado la cabeza", que quedó seccionada. Un testigo había relatado a la Guardia Civil, que al parecer el hombre que ha resultado fallecido estaba de pie entre un muro y un montón de troncos, al que se subió el astado y desde el que se precipitó sobre el hombre, causándole heridas mortales. El alcalde ha explicado que los servicios sanitarios que estaban en el lugar de los festejos no pudieron hacer nada por el hombre, que falleció en el acto, y ha expresado la consternación de todo el pueblo por esta desgracia. El toro de unos 400 kilos de peso aplastó a la víctima. La muerte fue inmediata. La cabeza del hombre quedó separada del tronco. Cómo sucedió la decapitación es algo que tendrá que desvelar la autopsia. Los testigos conjeturaban ayer que el animal pudo haber pisoteado al aficionado cuando su cabeza estaba entre dos troncos. Otros comentaban la posibilidad de que el armazón de hierro que sujeta las bolas de fuego se hubiera enganchado en el cuello del hombre. Las llamaradas y las chispas impidieron una visión clara de lo que había ocurrido. Pero el cuerpo quedó tendido. Un joven de Segorbe se percató de la terrible escena. El aficionado se desprendió de la sudadera para tapar la parte superior del torso. Su intención no era otra que ocultar el horror. De inmediato, un médico de la empresa Covasa entró en el recinto del festejo taurino. «Cubrió el cadáver con una sábana para que el resto de la gente no pudiera ver el drama», relata un vecino de Navajas.

La muerte de José Enrique Valero Blasco, el hombre decapitado por un toro embolado en Navajas, podría haberse evitado con una aplicación más severa del reglamento de festejos taurinos, según el sentir de los padres y la hermana del fallecido. «Ahora no es el momento de buscar responsabilidades, pero el montón de leña donde murió mi hermano era un obstáculo dentro del recinto», asevera Mari Carmen Valero con voz compungida.

Como es lo usual en este tipo de tragedias taurinas, las autoridades velan siempre porque no se les merme su "mosca" y no por la integridad de los aficionados; luego, el comportamiento del alcalde de Navajas, Sr. José Vicente Torres, no fue la excepción, al asegurar categóricamente que el recinto de marras cumplía con la normativa vigente en materia de espectáculos del "bou per la vila", y que el deceso se debió a una fatalidad. Los ciudadanos de Navajas están "consternados", según apuntó el primer edil al periódico Mediterráneo, quien comentó que en la misa celebrada ayer "se pidió por el alma del fallecido"…


Imagen del lugar en el que se produjo el trágico accidente. :: LP
Nótese lo ilógico que resulta el que las autoridades determinen que este altozano de leña y porquería pueda ser un elemento para el divertimiento de los aficionados, cuando
obviamente es un estorbo que debió de ser retirado de la plaza (Nota del autor)

Al complot de posiciones del Alcalde y la Conselleria de Gobernación, en el sentido que los troncos no obstaculizaban el acto, puesto que estaban apartados en una pared y que hasta pueden ser "elementos de divertimiento permitidos en los festejos", nada deben de esperar los deudos del fallecido, salvo quedar doloridos de sus espaldas, de los abrazos de condolencias de esta bola de ladinos, quienes, como lobos enfundados en piel de oveja, "de inmediato se pusieron a disposición de la familia del difunto" aunque fuere solo para estorbar y para llorar con ellos todo el santo día, cual plañideras contratadas para velatorio de niño de hospicio, que aquí la patraña amistosa resulta receta eficaz para salvar el pellejo con el menor desembolso posible, y acaso, tener que enviar flores al muerto y desaparecer la evidencia, regalando a los vecinos la leña que debieron de haber retirado para evitar la tragedia. En fin, como dice el refrán, "el vivo al gozo y el muerto al pozo". Ya verán ellos si sus conciencias les dejan dormir en paz, y si el muerto no viene a molestarles por las noches, jalándoles de los dedos gordos de pies y manos, que hay muchas amas negras que finalmente pierden hasta la razón por sus pecados de obra y de omisión, y por abusar de la matemática, al salirse siempre por la tangente para librarse de culpas. Sirva esta reciente desgracia, para pedirle de favor, en nombre de los muertos, hasta vuecelencia, el Rey de España, que mande revisar los recintos feriales donde se corran toros, y se castigue a las autoridades de los pueblos que no lo hagan, pues no importando el elevado número de aficionados muertos por toros, a causa de malas instalaciones, ellos siempre resultan indemnes y no ayudan a nadie, y esto ya es causa de risa y de estudio, entre doctos y profanos, por las excusas tan pendejas por inverosímiles que arguyen, sirviendo solo las Fiestas de Toros para que llenen de oro sus faldiqueras.


José Enrique Valero Blasco, en el centro, con dos amigos en un viaje.
Cortesía de Levante-EMV

Otras Fuentes:
http://www.madridpress.com/noticia/132060/%C2%A0/toro-embolado-mata-hombre.html
http://www.canal9.es/es/castello/bou-embolat-mata-home-Navajas_0_631736821.html
http://noticias.lainformacion.com/arte-cultura-y-espectaculos/toros/la-lena-donde-murio-mi-hermano-era-un-obstaculo-dentro-del-recinto_01kcNBsKU94ZqDbKZxVI76/
http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2012/01/22/bou-embolat-aplasta-navajas-vecino-almassera/874771.html

El diario "El País", del 7 de mayo de 2013, publicó una editorial de nombre: "Archivada la causa por la muerte de un hombre por un toro embolado en Navajas", para luego agregar abatidos después de tragar más de lo mismo - sopa de injusticia- que "La Audiencia de Castellón no ve responsabilidad en los organizadores del festejo".- La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón ha confirmado el sobreseimiento de la causa abierta tras la muerte de un hombre cogido por un toro embolado en Navajas, ya que considera que asumió el riesgo que suponen este tipo de festejos taurinos. Los hechos ocurrieron el 21 de enero de 2011. Según informa el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Segorbe acordó sobreseer en septiembre de 2012 la causa abierta tras la muerte de un hombre que fue embestido por un toro embolado en un festejo taurino. El juez consideró que el hecho de ser alcanzado por la res no constituía "ninguna infracción penal", ya que fue un "caso fortuito en el que el fallecido asumió el riesgo inherente, sufrió un tropiezo y fue a caer en la trayectoria del toro, sin que esto se debiera a una falta de seguridad ni defecto estructural del recinto". El hijo del fallecido interpuso un recurso en el que insistía en la responsabilidad de los directores del festejo, cuya conducta consideraba imprudente por la "existencia de acopios de leña y troncos de grandes proporciones en el interior del recinto". En la sentencia a este recurso, la Sección Primera de la Audiencia Provincial considera que no se puede hablar de conducta imprudente por parte de los organizadores y que el festejo contaba con todas las autorizaciones administrativas. Durante el festejo, dice el magistrado, el fallecido se subió "voluntariamente a un acopio de leña, junto a otras personas" y el toro "se encaramó" a ella. Al emprender la huida "los que estaban subidos a la misma, se produjo la desgracia de que el fallecido tropezó hacia atrás y cayó sobre la trayectoria que seguía el toro", indica la sentencia. Tras caer, el hombre fue corneado por el astado en la cabeza, lo que le produjo "arrancamiento craneofacial" y le provocó la muerte, según el relato judicial. Este tipo de festejos, dicen los magistrados, "conllevan lógicamente un riesgo intrínseco, pero socialmente admitido y circunscrito a un espacio delimitado". Este riesgo "afecta solo a quienes de forma voluntaria acceden a ese espacio", por lo que "el hecho de organizar una actividad de este tipo no puede generar, en un principio, responsabilidad penal por imprudencia". En cuanto al acopio de leña, el magistrado dice que éste no impedía el normal paso de las reses ni de los participantes, y, por ende, "su presencia no constituía un peligro en sí mismo". Por todo ello, se desestima el recurso y se confirma el sobreseimiento de la causa.