Los toros dan y quitan

ANTONIO LOBO ESCOBAR "LOBITO CHICO " (1871 - 1893)

ANTONIO LOBO ESCOBAR "LOBITO CHICO "

Cortesía de don José Antonio Román Romero
http://gestauro.blogspot.mx/

“Lobito Chico”, rehiletero que solo contaba con veintidós años cuando murió en la enfermería de la plaza gaditana de San Fernando;  “Mariano del Todo y Herrero” relata la trágica cogida de 1893 y nos acerca al personaje: Antonio Lobo “Lobito Chico”, nació en Sevilla en1871. Entre la instrucción elemental y el aprendizaje de pintor, primero, y la práctica poco entusiasta de este oficio y una afición mas pronunciada a becerradas y capeas luego, abórdalas a sus quince primaveras, etapa en la que se decidió su vocación taurina, formando, en unión de Bonarillo, Mazzantinito y Vaquerito, la cuadrilla que, bajo la dirección de su hermano Fernando Lobo, se embarcó para México en 1886, y regresó a la península dos años después. Con su referido hermano, con Lesaca, y con el mismo Bonarillo, continuó toreando por las Plazas de España y,  al reconvertirse este último con la alternativa de matador y formar la correspondiente cuadrilla, obtuvo “Lobito” en ella el lugar que como compañero y amigo del nuevo espada de derecho le correspondía.  Era el domingo 16 de julio último, y en la Isla de San Fernando (Cádiz) se jugaba una corrida de toros por las cuadrillas de “Minuto” y “Bonarillo”, ésta en sustitución de la de “Pepete”, primeramente anunciada. El ganado pertenecía a  don Eduardo Ibarra, y la lidia de los tres primeros bichos transcurrió sin nada de particular. El cuarto toro que atendía al nombre de “Rosadito”, castaño retinto y coniabierto, aguantó diez puyazos y mató un caballo. “Lobito Chico” colocó un par, Mazzantinito otro; y al repetir el primero fue enganchado por la res, que lo volteó y arrojó en tierra tornándole á recoger otras dos ó tres veces, é hiriéndole en todas. El diestro se incorporó un momento; pero la abundancia de sangre que manaba de la ingle le hizo vacilar y caer de nuevo, siendo conducido á la enfermería. En ella pudieron apreciar los facultativos una herida penetrante en la ingle izquierda, otra de seis centímetros en la región inguinal del mismo lado, y otra de cinco en la iliaca, penetrante en el vientre amén de un varetazo en el pecho, todo de tal gravedad, que falleció á los pocos minutos el infeliz “Lobillo”, aumentado así el catálogo de los mártires del deber, y alcanzando una celebridad tan prematura como trágica, que quizás no hubiera logrado nunca.

Por su parte el maestro Juan José Zaldívar Ortega (y al cual debemos aparte el disfrutar  la ilustración  de este lidiador) refiere, que fue un << banderillero de toros, nacido en Sevilla el 2 de octubre de 1870, y que falleció el 16 de agosto de 1892, a la edad de 23 años, a consecuencia de una terrible cornada. Ese día 16 se jugó una corrida de toros en la Isla de San Fernando (Cádiz), de don Eduardo Ibarra. Salió el cuarto, de nombre Rosadito, castaño retinto y corniabierto y al poner un segundo par Lobito chico, fue enganchado por la res, que lo corneó varias veces, arrojándole en tierra, y se alejó. El pitón le había destrozado el intestino y la vejiga de la orina, y su rápida muerte se debió a la gran hemorragia interna que se produjo entre los espacios de las vísceras. "

Don Juan José de Bonifaz, el historiador taurino, refiere en su obra, “Víctimas de la Fiesta, que << toreaba a las órdenes de Francisco Bonar (Bonarillo) el sevillano Antonio Lobo Escobar (Lobito chico), el 16 de julio de 1893, en San  Fernando (Cádiz), cuando al parear al toro “Rosadito” , procedente de la vacada de Eduardo Ibarra, le empitonó por la ingle. Se ingresó con una copiosa hemorragia en la enfermería –tenía destrozos en la vejiga e intestinos- y allí expiró a los pocos minutos. "

El cronista madrileño "don Víctor", que mantiene en la Internet para el disfrute de los aficionados el visitado "Blog Taurino A Los Toros", refiere en sus efemérides, que un 16 de julio de 1893 en la plaza de toros de la Isla de San Fernando se celebró una corrida de toros en la que actuaron Enrique Vargas "Minuto" y Francisco Bonal "Bonarillo", el ganado procedía de don Eduardo Ibarra. El banderillero Antonio Lobo y Escobar "Lobito Chico", cuando intentaba poner un segundo par a "Rosadito", castaño, retinto y corniabierto, fue prendido por la res que le corneó en repetidas ocasiones. Una de las heridas le había destrozado el intestino y la vejiga falleciendo a consecuencia de la gran hemorragia intestinal. Nacido en Sevilla el 2 de octubre de 1870 se incorporó a los diecisiete años en una cuadrilla de niños sevillanos comandada por su hermano Fernando, en ella figuraban también Bonarillo, Manuel Aguilar "Vaquerito" y Manuel Morales "Mazzantinito". El 27 de agosto de 1891 se presentó en el coso madrileño como banderillero de toros en la cuadrilla de Bonarillo, puso banderillas junto a Mazzantinito a "Baratero" y "Tabernero", de Benjumea. Se trataba de un buen banderillero que prometía dentro de la profesión.

Cita don José Antonio Román Romero, el historiógrafo taurino, que el pobre Antonio Lobo fue un lidiador precoz y malogrado. Comenzó a torear a los quince años, y aún no tenía veintitrés cuando perdió la vida entre los cuernos de una res brava. Lobito Chico, hermano de Fernando Lobo, nació en Sevilla el 2 de Octubre de 1870.Le dieron sus padres la instrucción elemental necesaria y le dedicaron luego al oficio de pintor, pero el ejemplo de su hermano despertó en él las aficiones al toreo y comenzó a tomar parte en capeas y becerradas hasta que resueltamente decidido, cambió los pinceles por el capote de brega y embarcó con su hermano para México el año 1886, formando cuadrilla con Bonarillo, Manuel Morales y Vaquerito. Ingresó en la del primero cuando Bonal tomó la alternativa, y con él se presentó en Madrid el 27 de Agosto de 1891.

El domingo 16 de Julio de 1893 se lidiaba en la isla de San Fernando (Cádiz) una corrida de D. Eduardo Ibarra, y estaban encargados de estoquear las seis reses Minuto y Bonarillo, en substitución de Pepete este último. Nada de particular ocurrió durante la lidia de los tres primeros bichos. El cuarto era un excelente animal; se llamaba Rosadito, tenía el pelo castaño y era corniabierto. Tomó diez puyazos y mato un caballo Cambiado el tercio, Lobito Chico, que vestía temo azul y plata, puso el primer par de banderillas y Manuel Morales el segundo. Fue a repetir Antonio y la res le alcanzó, ocasionándole una de las cogidas más aparatosas que se pueden imaginar.

El toro le enganchó, le volteó, le arrojó al suelo, le recogió dos o tres veces más, corneándole furiosamente. Por fin se le llevaron, Antonio Lobo yacía en el suelo, ensangrentado. Intentó incorporarse, pero volvió a caer pesadamente, mientras de sus heridas manaban raudales de sangre. Recogido y trasladado a la enfermería, vieron los facultativos, horrorizados, que tenía una tremenda herida penetrante en la ingle izquierda; otra, de seis centímetros, en la misma región; otra, de cinco, en la ilíaca, que penetraba en el vientre, y. por último, un varetazo formidable en el pecho. Todas las heridas eran gravísimas, tanto, que a los pocos minutos dejaba de existir el infortunado diestro.


"La Lidia" representación de la mortal cogida.
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La corrida continuó...Se explicó la cogida como un efecto de pundonor del torero. El primer par de banderillas que puso a Rosadito fue al cuarteo, y quedó bastante mal, motivando manifestaciones de protesta del público. Quiso Lobito "sacarse la espina" y trató de clavar de modo que se le aplaudiera por el valor demostrado. Así halló la muerte. Era un torero entusiasta, que a no haber sido truncada su carrera tan prematuramente, hubiera alcanzado la fama y el provecho que merecía. Era modelo de hijos, hermano respetuoso y amigo leal. Durante su vida torera tuvo dos percances de escasa importancia, uno en San Sebastián y otro en Villamanrique. Como dice un biógrafo, el horrible suceso de San Fernando "vino a cerrar su sencilla historia, condensándola en los límites del prólogo de una biografía".